Por Juan Emilio Ballesteros
01/04/2018
El parque de vehículos en renting en España se ha incrementado desde 2015 en 104.107 unidades, un 23,26%, y ha sido la pequeña empresa junto con los autónomos y particulares los sectores que más han contribuido a este crecimiento con el 50,98%. De este modo, el número de vehículos en renting de autónomos y particulares se ha triplicado, con un crecimiento del 194,75%. El renting ha pasado de ser un producto mayoritariamente en manos de la gran empresa a ser un servicio cada vez más popular.
Para Agustín García (Alaraz, Salamanca, 1947), presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), la importancia de esta evolución es que se ha convertido en una auténtica revolución para el renting.
¿Qué ha pasado para que se produzca este boom y haya calado la idea de tener un vehículo sin comprarlo?
Éste no es un cambio que haya ocurrido de un día para otro y tampoco obedece a una única razón. Cuando el renting comenzó su andadura en nuestro país por los años 80 era un producto casi exclusivo para la gran empresa, sobre todo empresas internacionales, que conocían el servicio porque en sus casas matrices ya se utilizaba. Paulatinamente, el resto de empresas empezó a beneficiarse de las ventajas que el renting ofrecía, hasta llegar al momento actual en el que la pequeña empresa, los autónomos y los particulares han dado el salto cuantitativo más importante en la historia del renting en España.
Esto se debe a la confluencia de varios factores. Por un lado, tenemos un sector del renting maduro, que ofrece un servicio completo y atractivo y que cada vez se enfoca más a las necesidades cambiantes de sus clientes. Pero de nada serviría sembrar si la tierra donde caen las semillas fuera infértil y, en este sentido, hay que valorar el hecho de que tanto la pyme como los autónomos son colectivos que buscan la practicidad en su actividad, una circunstasncia que les predispone, cada vez más, al renting.
En cuanto a los particulares, ocurre lo mismo, es el paso natural del renting en nuestro país. Una vez que se han conquistado las empresas y los autónomos, hay que convencer al particular de que el renting también es para él.
Esta evolución ha venido acompañada de un cambio en la mentalidad de la sociedad, que está avanzando hacia un concepto en el que lo importante no es tanto ser propietarios de los bienes como poder usarlos y disfrutar de ellos. En ese contexto, el renting encaja estupendamente.
Usted ha llegado a decir que el renting ha mutado radicalmente su estructura. ¿En qué ha consistido esta transformación? ¿Se puede hablar de una revolución social del automóvil?
Por supuesto, esto está en línea con lo que apuntaba en la respuesta anterior. Hablamos de la mutación del renting en cuanto a que se está transformando su base de clientes. Tradicionalmente, el cliente de renting era la gran empresa, pero ahora, la gran empresa, a pesar de que sigue creciendo, ha perdido peso dentro del parque de renting a favor de la pequeña y mediana empresa, los autónomos y particulares (personas físicas). Éste es un cambio importante para el sector, que deberá afrontar el reto de aprovechar el gran potencial de crecimiento que tiene. Y algo que ayudará a este reto, sin duda, será la revolución social que se está fraguando en torno al automóvil, así como los cambios normativos y de restricciones de tráfico en nuestras ciudades que conducirán a que la toma de decisiones en torno a la movilidad cada vez sea más racional.
¿Es más beneficioso pagar una cuota durante tres o cuatro años por un vehículo y luego beneficiarse de un valor residual del automóvil? ¿Será 2018 el año del renting a particulares?
El cliente, a la hora de contratar, piensa en que la cuota sea lo más reducida posible, está centrado en el presente y no en lo que va a hacer en tres o cuatro años. Efectivamente, cuando se calcula la cuota que el cliente va a pagar se hace estimando el supuesto valor como usado que tendrá el vehículo al final del contrato. Hay que tener presente que cuanto mayor sea el valor residual, más reducida será la cuota de renting, pero siempre es la compañía la que corre con el riesgo de que después ese vehículo valga menos.
No obstante, los beneficios del renting para particulares transcienden de lo meramente económico. El renting abarca, además, una serie de ventajas de servicio, emocionales y sociales que lo hacen atractivo para todo el mundo. Es un servicio económico, cómodo y previsible. En cuanto a si 2018 será o no el año del renting a particulares, todo apunta a que tanto el número de clientes como el volumen de vehículos en renting en manos de particulares seguirá aumentando de forma importante. Ya no es sólo nuestro sector el que lo promueve, cada vez hay más fabricantes que hablan de las bondades del renting a particulares para sus productos.
La diferencia entre las distintas modalidades radica en los servicios que se ofrecen y en la finalidad. ¿Carsharing, renting y leasing son excluyentes y van dirigidos cada uno a un sector determinado o se complementan?
El leasing es un producto financiero diferente al renting. Sin embargo, el carsharing sí es un claro complemento para el renting. De hecho, las operadoras de renting son pioneras en la implantación de este servicio: el coche compartido en el ámbito empresarial. Es importante destacar que la movilidad cada vez es más intermodal y depende menos de un solo medio. Así, todos los actores que participen en ella tendrán su peso, incluidos los transportes públicos.
¿Es el coche del mañana un coche compartido?
Los expertos en movilidad dicen que será un coche compartido, autónomo y eléctrico. Yo creo, como decía, que no habrá un solo modelo, sino que habrá un amplio abanico de posibilidades para que el usuario escoja la que más le conviene en un momento dado en función de sus necesidades. Si bien no cabe duda de que el coche compartido tendrá un peso importante en la movilidad de las ciudades. Y para darse cuenta solo hay que ver que cada vez son más las compañías que entran a ofrecer este tipo de servicios.
Esta popularización del renting, que ha pasado de ser un producto exclusivo de las grandes empresas a ser un servicio para los consumidores, es un fenómeno imparable. ¿Será el futuro de la movilidad, al menos en los núcleos urbanos?
A nosotros también nos gusta hablar de la popularización del renting porque, efectivamente, ya no va dirigido exclusivamente a las grandes empresas. A pesar de ello, aún hay que hacer una importante labor divulgativa para que la gente tenga claro que el renting no es algo exclusivo para grandes flotas o para empresas. En cuanto a si el renting será el futuro de la movilidad de las ciudades, no debemos ser tan arrogantes de pretender la exclusividad en la movilidad porque, como he dicho, ésta estará marcada por la intermodalidad, pero es cierto que jugaremos un papel importante, porque las compañías de renting tienen claro que han de convertirse en consultoras y facilitadoras globales de soluciones de movilidad.
No obstante, sigue siendo el segmento de la pequeña y mediana empresa y los autónomos el que apuntala el crecimiento del sector. ¿Cómo evolucionará el mercado?
Efectivamente, el tejido español de pymes y autónomos es muy grande y ahí hay mucho potencial. Venimos de crecimientos muy fuertes, pero lo más destacable es que el número de clientes de renting prácticamente se ha duplicado en los dos últimos años y esto es de suma importancia, máxime cuando este aumento procede de las pymes, autónomos y particulares. Del orden del 80% de las grandes empresas ya disfrutan del producto; por tanto, son estos nuevos segmentos, que están abrazando al renting, quienes serán los protagonistas principales del crecimiento.
Con vehículos más nuevos y seguros, conectados, menos contaminantes y eficientes, el renting contribuye a minimizar la huella de carbono, las emisiones de gases de efecto invernadero y la lucha contra el cambio climático. ¿Sustituirá el vehículo eléctrico a todos los demás? ¿No se ha producido una excesiva demonización del diésel?
Es evidente que el renting lleva aparejadas una serie de ventajas medioambientales que le otorgan un valor añadido importantísimo. Precisamente, la evolución de los eléctricos es una muestra del efecto impulsor del renting en la implantación de vehículos de energías alternativas. En enero, por ejemplo, el peso de los vehículos eléctricos en las matriculaciones totales del renting fue del 1,13%, mientras que en el total del mercado se quedó en el 0,76%. Así, el renting aportó el 25,25% al total de las matriculaciones de vehículos eléctricos en nuestro país. En cuanto a la demonización del diésel, efectivamente se habla mucho de ello. Y aquí también conviene encontrar un punto de equilibrio. Desde que se establecieron las normas Euro, las emisiones de este tipo de vehículos se han reducido de forma importante. Por otro lado, el diésel sigue siendo un combustible altamente eficiente y aunque, en efecto, comprobamos que su peso tanto en renting como en el total del mercado disminuye cada vez más a favor de los vehículos de gasolina y otros de energías alternativas, su vida no está ni mucho menos acabada. Lo que sí es importante es que se promueva lo que se denomina «neutralidad tecnológica» en todas las políticas encaminadas a la reducción de emisiones nocivas para la salud y gases de efecto invernadero.
Hablando de normas Euro, prácticamente todos los vehículos de renting de nuestro parque son de la norma Euro más respetuosa con el medio ambiente, la Euro6.
Las matriculaciones de automóviles han arrancado el año en España con cifras récord, tanto para el mercado en general como para el renting, que ha copado una de cada cuatro matriculaciones. ¿Qué perspectivas hay?
Creemos que aún hay mucho potencial de crecimiento para el mercado de automóviles en España. Las perspectivas son buenas. Por otro lado, hemos visto que Bruselas ha elevado al alza las previsiones de crecimiento del PIB en nuestro país para este año y todos sabemos que la evolución de este sector está muy ligada a este tipo de parámetros. De momento, el año ha arrancado con fuerza; las matriculaciones del renting han aumentado un 30,53%, lo que nos permite ser optimistas de cara al futuro. El renting, año tras año, seguirá aumentando su peso dentro de las matriculaciones totales.
¿Cree que es preciso seguir incentivando la comprar de vehículos nuevos para renovar el parking o prefiere mejor la implementación de ventajas fiscales?
Tenemos un parque de automóviles que ronda los 12 años de antigüedad y es necesario revertir esta situación y parece inevitable que haya que hacerlo mediante incentivos; sin embargo, quizá haya que reformular el tipo de ayudas que se reivindican. Una posible manera de conseguir el objetivo de rejuvenecer el parque podría ser un mejor tratamiento fiscal para aquellos que renueven sus vehículos con más frecuencia, que podría ser cada cinco años. No se trataría de un incentivo exclusivo para el renting y podría contribuir a un rejuvenecimiento del parque en beneficio del medioambiente y la seguridad vial.
¿Cómo influye la digitalización en este mercado? ¿Llegaremos a comprar coches por suscripción o con un servicio de llave digital?
Es evidente que estamos en un momento de disrupción digital y que las fórmulas para disfrutar de un vehículo no se han acabado. Cada vez más la sociedad está acostumbrada a pagar tarifas mensuales que les permitan disfrutar de un determinado servicio. Una prueba de ello son las plataformas Netflix o Spotify y el renting, en verdad ya es una suscripción por un servicio que te permite disfrutar de un vehículo. Además, el hecho de que el renting se esté flexibilizando cada vez más es la prueba de que las compañías piensan en ofertar un servicio adaptado a las necesidades de todos los usuarios.
¿Se impone la gestión de datos para un desarrollo óptimo del negocio?
Los datos son una parte importante para el negocio y sobre todo para poder ofrecer un servicio de calidad, en el que la seguridad de los conductores y la eficiencia de los desplazamientos esté garantizada. El renting es pionero en la aplicación de sistemas telemáticos. Se utilizan principalmente en la gestión de flotas, pero nada impide que también se ponga a disposición de todos aquellos conductores privados menos recelosos de compartir sus datos con el fin de mejorar, por ejemplo, sus hábitos y su conducción. La conectividad es clave en la movilidad no sólo del futuro, sino del presente.
En momentos de cambio se generan incertidumbres. El gestor de flotas, por ejemplo, no sabe qué coche comprar para el tipo de movilidad que se imponga. ¿Cómo adelantarse y no fallar en las previsiones?
Una posible respuesta a esta pregunta está, precisamente, en el renting. Es evidente que el renting permite tomar decisiones de forma ágil, sin asumir los riesgos más importantes que entraña no conocer el futuro, como es el valor residual de los vehículos. Además, este gestor de flotas siempre va a encontrar en las compañías de renting perfectos asesores que le prescribirán el vehículo o vehículos que mejor se adapten a sus necesidades.
En la AER confían en que, para 2021, las matriculaciones del sector pueden absorber una cuota del 20% y en 2024, del 22%, frente al 17,05% de 2017 y las 17,5% que pronostica para 2018. ¿Se puede apostar por esta evolución?
Creo que es una previsión bastante razonable. Hay que pensar que en países como Alemania o Francia, el renting ya representa en torno al 22%, en el primer caso, y el 24%, en el segundo, por no hablar de Holanda o Reino Unido, donde el renting tiene un peso que ronda el 40% del total del mercado. España ya ha superado a Italia, donde el peso es de alrededor del 15%. Creo que en un mercado maduro, como comienza a ser el nuestro, hablar del 22% en un plazo de unos seis años no es algo descabellado. Si el renting en España tiene todavía menos peso es porque comenzó a comercializarse unos veinte años más tarde; pero el crecimiento que está experimentando es mayor y, en un tiempo razonable, nos situaremos en los niveles de Francia y Alemania. Además, el producto de renting que se ofrece en España es muy completo porque se comercializa integrando más servicios, lo que permite más comodidad y seguridad a sus clientes.