Por Cambio16
6/2/2018
La caída del Dow Jones en EEUU dejó perpleja a la economía global. No fue cualquier cosa. El Dow cayó más de 1,000 puntos, la mayor caída de puntos jamás registrada en un día de negociación. El S&P 500, el índice compuesto de 500 grandes empresas estadounidenses, disminuyó más del 4%. El Nasdaq también cayó considerablemente.
Fue el peor día para los mercados desde agosto de 2011. El Dow cayó hasta en 1.500 puntos durante las operaciones del lunes antes de terminar el día con 1.175 puntos a 24.345, un descenso del 4,6 por ciento en el día. Por consiguiente, la caída del Dow Jones ha borrado todas las ganancias obtenidas en 2018 e incluso algunas realizadas durante 2017. El año en que Donald Trump tomó las riendas.
En la búsqueda de las razones, la primera razón a flote fue el informe sobre el empleo estadounidense del pasado viernes. Los salarios en EEUU registraron la mayor subida de 2009 (2,9% en comparación al año anterior). Por lo que los inversionistas especulan que habrá mayor inflación. Asimismo, temen que el aumento de las tasas de interés impida la recuperación del récord de mercado.
El aumento de los salarios provocó que los inversionistas empezaran a salir en bloque de los bonos soberanos. Las caídas más dramáticas del Dow Jones fueron las de la petrolera ExxonMobil (-4,28%), Johnson & Johnson (2,59%) y la farmacéutica Pfizer (-2,09%).
Caída del Dow Jones afectó más allá de EEUU
Pero además la caída del Dow Jones debe verse en un contexto global. Lo que comenzó el viernes continuó el lunes y llegó mucho más allá de los EEUU. Los mercados asiáticos y europeos vieron ventas masivas. Los precios del petróleo disminuyeron. Y hasta el Bitcoin se desplomó por debajo de los $7000 dólares. Se cotizaba por encima de $ 19,000 en diciembre.
Y mientras se redactaba esta información, las bolsas latinoamericanas cerraban con fuertes caídas. En Buenos Aires cerró con una caída de 4,42 % y en Sao Paulo de 2,59 %. El índice Colcap en Colombia perdió 2,85 % y el principal índice bursátil chileno IPSA, 1,62 %. El Índice General de la Bolsa de Valores de Lima, por su parte, cayó en 1,01 %.
Especialmente relevante fue que la bolsa de Tokio -la segunda más grande del mundo- se desplomaba en la apertura, cayendo un 4% en sus primeros minutos de operación.
Así las cosas. ¿Debe la economía temer la caída del Dow Jones?
Es una caída histórica del Dow Jones, no la Gran Recesión 2.0
En términos reales, la caída del Dow Jones representa una disminución del 4,6%. Por ende no está cerca de la mayor caída porcentual del índice (7%, experimentado durante la crisis financiera de 2008). Asimismo es insignificante en comparación con la caída del mercado en Black Monday en 1987.
La clave, según los analistas, está en las próximos giros en la tasas de interés. Si la economía estadounidense continúa calentándose y la inflación aumenta, eso podría impulsar a la Reserva Federal a aumentar las tasas de interés más rápido de lo esperado. Y el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal, más el aumento de los rendimientos de los bonos, generalmente pone nerviosos a los inversores bursátiles.
Los mercados es que son notoriamente impredecibles. Por ende, la caída histórica del Dow Jones debería ser un mensaje para Donald Trump. El mandatario ha vinculado el éxito del mercado bursátil a su presidencia. En su discurso sobre el Estado de la Unión se jactó de que «el mercado bursátil ha destrozado un récord tras otro».
Probablemente, una caída del Dow Jones no era algo que tenía en mente. Su vocera, Sarah Sanders, dijo este lunes que «la atención del presidente está en nuestros fundamentos económicos a largo plazo, que siguen siendo excepcionalmente fuertes». Y llamó a la calma a los mercados. «las políticas que lleva adelante el presidente Donald Trump mejorarán la economía de Estados Unidos».
Sólo queda esperar el próximo tuit de Trump.