El Clásico, pautado para este 26 de octubre en Camp Nou, peligra por la situación que se vive en Barcelona y las protestas planeadas para ese día. En la mañana del miércoles, La Liga solicitó al Comité de Competición de la Federación Española que el Barcelona-Real Madrid se juegue en el Santiago Bernabéu para evitar contratiempos ante el clima de tensión que inunda a la capital catalana.
Según las informaciones recogidas por varios diarios, tanto Barcelona como Real Madrid se han mostrado en desacuerdo con el cambio de sede para el primer clásico de la temporada. La Vanguardia confirmó que el club azulgrana no está dispuesto a disputar el juego en Madrid, mientras que el diario El País asegura que el club merengue considera que el cambio de fecha “adultera la competición”. El diario AS señala además que el Madrid tiene previsto algunas reformas mínimas en el Bernabéu cuando no hay partido. Sin embargo, sí estaría dispuesto a un aplazamiento del encuentro.
Después de recibir el anuncio del Comité de Competición, ambos clubes tienen hasta el lunes para formular sus alegaciones. El partido, uno de los de mayor proyección internacional de la Liga española, ya fue declarado por la Comisión Estatal contra la Violencia como de “alto riesgo”, a espera de la decisión del juez o jueza de Competición. De producirse el cambio, el encuentro de la segunda vuelta se jugaría el 1 de marzo en el Camp Nou.
“Causas de fuerza mayor”
El Gobierno también se muestra partidario de una suspensión o el cambio de sede del Clásico. Fuentes del Consejo Superior de Deportes aseguraron al diario Marca que “tal y como se están desarrollando los acontecimientos” consideran “al igual que la Liga y la RFEF, que por seguridad no es razonable jugar ese partido tal y como está previsto». Ante estas posiciones, según informó la Cadena Cope, el Clásico podría disputarse el 18 de diciembre, última jornada antes de las vacaciones navideñas.
La suspensión o cambio de sede del Clásico se sustentan en los artículos 188, 239 y 240 del reglamento federativo. En el primero, se dictamina que “en caso de fuerza mayor o circunstancias excepcionales, la RFEF podrá suspender total o parcialmente las competiciones…». El artículo 239 reza que no se podrá suspender o aplazar un partido que altere el orden del calendario “salvo razones de fuerza mayor indubitadamente acreditadas o recogidas reglamentariamente».
Por su parte, en el 240 se lee que “la RFEF tiene la facultad de suspender cualquier encuentro cuando prevea la imposibilidad de celebrarlo por causas excepcionales». Asimismo, también asegura que el árbitro puede suspender el partido, entre otras razones, por «incidentes de público» y «fuerza mayor».
El 1-O todavía en el recuerdo
Hasta ahora, desde el Barcelona se niegan al cambio de sede del Clásico y entre las razones está lo que sucedió durante el 1 de octubre de 2017, cuando se celebró el referéndum ilegal, en el que se jugó el Barça-Las Palmas a puerta cerrada ya que LaLiga, según el club azulgrana, se negó a un aplazamiento.
Aquel día, el club apeló a la dureza policial como causa para no disputar el encuentro. La directiva consultó a los futbolistas y a los Mossos d’Esquadra. Aunque los Mossos no vieron razón para la suspensión, en el vestuario las opiniones estuvieron divididas. Finalmente, el partido se disputó a puerta cerrada para dejar claro que era “una jornada excepcional”, según explicó el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu.
Después de conocerse la sentencia del procés, el FC Barcelona emitió un comunicado en el que manifestaba que “de la misma forma que la prisión preventiva no ayudó a resolver el conflicto, tampoco lo hará la prisión dictada hoy, porque la prisión no es la solución. La resolución del conflicto que vive Cataluña pasa, exclusivamente, por el diálogo político”.
Comunicado del FC Barcelona:
"La prisión no es la solución" pic.twitter.com/s3xSOO95RX
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) October 14, 2019
Messi, galardonado con la Bota de Oro
Por otro lado, Lionel Messi recibió este miércoles su sexta Bota de Oro, único en llegar a esta cifra, en la Antigua Fàbrica Damn por sus 36 goles en Liga el curso pasado. En esta ocasión, estuvo acompañado de su familia, su esposa Antonela y sus dos hijos, Thiago y Mateo, que fueron los encargados de darle el premio. “Gracias a todos por estar aquí, en especial a mi familia. Hoy están aquí Luis y Jordi, dos grandes culpables de que reciba este premio. Sin mis compañeros no hubiera recibido ni uno, es un reconocimiento a todo el vestuario», comentó el argentino.
El Hombre Récord. 🐐
El primer jugador en ganar 6 #BotaDeOro pic.twitter.com/J8YJ8Sq7fB— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) October 16, 2019
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