Les invito a que caminemos juntos por esta temática sumamente difícil y con la cual es posible que muchos de ustedes se sientan identificados, en mayor o menor medida. Desde ya, no será un intento de definir una verdad absoluta ni determinada, sino que surge desde la comprensión y desde el honrar lo que está ocurriendo en los tiempos que transitamos, sabiendo que muy probablemente todos los seres estamos transitando un sendero diferente y único. Cada cual a su manera
Se trata, de empezar a ver el cambio de paradigmas que está ocurriendo y que los hechos mundiales no muestran en cada momento y en cada circunstancia de las que recorremos. Se siente una energía diferente, viva, dentro de nosotros y que emana desde la Esencia. Se comienzan a soltar, tímidamente, las viejas creencias y principios de que la sociedad y el mundo se manejaban y que se hacía de una manera establecida.
Creíamos que la humanidad y los hechos iban a continuar siempre en la misma línea, determinados por grandes poderes económicos y direccionados por el ego de muchos líderes que suponían que dominaban este plano espiritual.
Ellos fueron herederos de esa energía de otros seres que creían, a través también del ego, que podían tener el control absoluto de las situaciones, respondiendo siempre a sus intereses y a los de quienes representan y que no han podido escuchar, entender ni visualizar lo que acontecía a los demás. El conjunto social les fue ajeno; nada tiene existencia fuera de ellos, de sus propias apetencias.
¿Y por qué digo sin poder entender a los demás? Porque durante muchos años los paradigmas mundiales trazados regularon un mundo donde pocas personas tenían poder absoluto. La sociedad civil depositó en ellos las grandes decisiones, renunciando a la capacidad de elegir, de hacer y de pensar. Les confió, sin control, análisis, ni participación, la construcción del mundo, de las interacciones, de los conflictos y sus soluciones, de las disputas y las concesiones.
Desde hace unos años se vienen gestando energías absolutamente diferentes, generando un estado de conciencia que está llevando a la humanidad a un movimiento de energía que va a permitir cambiar y vivir un nuevo proceso. Días atrás decíamos que la tierra estornudó y la humanidad se enfermó. Una humanidad que por miles y miles de años no respetó la naturaleza. Destruyó los estados básicos de un ecosistema en el que todos teníamos que convivir respetándonos unos a otros. Nos creímos propietarios y capaces de dominar un territorio que solamente nos fue concedido temporariamente y que tiene leyes que ignoramos y pretendimos torcer.
Desconocieron, los superpoderosos, el daño causado al planeta con la extracción indiscriminada de recursos naturales de países cada vez más empobrecidos o inmiscuidos en penosos enfrentamientos. Las riquezas producidas fueron depositadas en unos pocos, con egos hinchados al creerse fuertes, exclusivos y privilegiados.
Hoy, en esta nueva “guerra mundial” creada y sostenida por grandes potencias, estamos siendo partícipes y hacedores de un gran cambio de paradigmas mundiales donde los seres humanos vamos a tener que trabajar en nuestro ego, en el respeto y reconstrucción del ecosistema y en la responsabilidad de edificar una sociedad justa en donde todos estén incluidos y cuidados. A principios de año, ya les contaba que venían cambios de paradigmas mundiales.
1. Cambio de paradigmas
Cuando hablo de cambios de paradigmas me refiero a que países pobres económicamente, pero muy ricos espiritualmente, van a pasar a ser grandes potencias energéticamente hablando. También indico un cambio del paradigma de la economía mundial, porque si lo seres humanos creemos que después de esta pandemia y de lo que estamos viviendo, vamos a volver a las mismas líneas económicas que había, estamos equivocados. La economía va a modificarse absolutamente, no solo en los grandes países, sino también en los pequeños. Se van a tener que trazar nuevos lineamientos y el mundo va a tener que empezar a mirar no solamente a algunos pocos, sino a todos los seres que habitamos la Tierra.
La incorporación de la parte de la humanidad que estaba excluida de las dádivas de la tierra, de la distribución de las riquezas, será un imperativo, porque la realidad del universo, del planeta, de la energía que se está generando, llevará a despertar a lugares que estaban dormidos, como África con su pobreza económica, con la hambruna, con sus miserias; como América Latina, que va a ser una gran potencia. Pero también habrá países con grandes crisis sociales, espirituales y económicas.
2. Cosmovisión
Tanto Estados Unidos como Europa han pasado por muchos procesos de alianzas y fragmentaciones, de coaliciones, divisiones y uniones, pero en este mundo globalizado lo más importante de los líderes es que tienen que empezar a abrirse en su energía y a comprender que “todo” no es de unos pocos y que lo que sucede en un punto determinado, es más lo que le sucede a un individuo de una ciudad lejana nos afecta a todos. Allí, cuando se agrega al planeta en la cosmovisión como una totalidad interrelacionada, el mundo empieza caminar en otro sentido, el universo genera otro tipo de energías.
EL MOVIMIENTO DE ENERGÍA VA A PERMITIR CAMBIAR Y VIVIR UN NUEVO PROCESO
3. El ego de los líderes
En esta etapa de nuevos paradigmas mundiales habrá que prestar especial atención al ego de los líderes. Si ellos no se empoderan de las necesidades de sus pueblos y estos se dejan manejar, pueden caer en trampas y ser presas de traiciones, creándose situaciones complejas y destructivas para todos.
4. Formas de gobierno
La pandemia de la COVID-19 hizo tambalear las estructuras del mundo, provocando descomunales crisis sanitarias, políticas, económicas, sociales, éticas y humanas. Los líderes mundiales no sabrán cómo manejar a sus pueblos porque se avizoran grandes movimientos y manifestaciones sociales al quedar expuestas todas las deficiencias y desigualdades.
Estamos frente a una” tercera guerra” que hará colapsar las formas de gobierno conocidas hasta ahora y los polos de poder. Por esto, el año pasado yo les con taba que los extremos entre capitalismo y comunismo, la izquierda y/o la derecha tendrían en el futuro que negociar porque cambiarán totalmente la formas de gobernar el mundo y si esto los países no lo afrontan estarán afectando a todos los habitantes por un periodo prolongado.
Posiblemente sea Francia, por su energía mezclada con su historia de luchas y reivindicaciones, la que lleve a despertar a pequeños focos poblacionales, hasta llegar a manifestaciones de todos los pueblos, sin distinción de razas, fronteras o estratos sociales.
5. Controles y divisiones sociales
Otro de los paradigmas mundiales son las desigualdades, grietas y divisiones sociales creadas por líderes, desde hace miles de años, para manejarnos y controlarnos fomentando el prejuicio y la fragmentación: el color de la piel, la consanguinidad, la fortaleza, la tenencia de la tierra, la riqueza, las clases sociales y, también, alimentaron nuestros egos y nos manipularon con la promesa de la salvación o la vida eterna. Algo que no solo promocionan las religiones, que también colapsarán, sino también los Estados, al estar en comunión con algunos credos que determinan los lineamientos de sus políticas, provocando vigilancia moral, discriminación, sometimiento y segregación.
Cada religión cree poseer un dios exclusivo y excluyente, adueñándose de una energía que por génesis nos pertenece a todos. Esto es lo que pondrán en cuestionamiento los nuevos paradigmas. El universo no sigue la lógica capitalista. La energía es propiedad de todos porque es la misma y está en todo. Es por esto que lo cambios van a llevar a los seres a la tierra. Los seres humanos van a buscar cultivar y la conexión con la naturaleza. Esta es la razón por la que continentes como América y África van a pasar a ser grandes lugares. Las personas mayores de 60 a 65 años no van a poder vivir en las grandes urbes porque esta pandemia vino para quedarse y se va reinventar en otros procesos
6. La Caída de las Fronteras
El alma es energía, no tiene límites. Traspasa nuestro ser, nuestra casa, nuestro terreno. También traspasa las fronteras creadas por el hombre como forma de dominación y vigilancia.
Tal como lo vivimos en la pandemia, los asuntos no se suscriben ya a fronteras virtuales. No fue un pequeño pueblo, una ciudad o un país el damnificado. Todo el globo sintió el impacto de alguna manera.
LAS RELIGIONES TENDRÁN QUE DECONSTRUIRSE Y TRAZAR UN NUEVO ORDEN ESPIRITUAL
En el nuevo orden mundial en gestación, esta discriminación entre lenguas y límites no va a poder existir, todo será evidentemente globalizado, sobre todo a partir de 2021, cuando se expresará nítidamente la conexión entre las diferentes regiones. Se verán relacionadas e interdependientes las enfermedades, los conflictos armados y los movimientos sociales.
Sin ir más lejos, podemos ver lo que ocurre en Estados Unidos: bastó que su población dejara de naturalizar la discriminación racial, para que cual pandemia, estallaran demandas similares en diferentes países. Esto excede la conciencia individual, la conciencia nacional. Esto es conciencia mundial, un nuevo paradigma.
7. La Caída de las Siete Torres
Es la caída de los principios espirituales que sostuvieron hasta ahora las religiones. Ellas, van a tener que deconstruirse, trazar un nuevo orden porque serán interrogadas y puestas en duda por sus fieles. Comenzarán a revisar su espiritualidad, su teología, sus dogmas y la forma de relacionarse con la sociedad y de responder a su dinámica.
Seguramente, en muchas ocasiones, entrará en revisión su omnipotencia y su falta de escucha a los requerimientos y expectativas de sus seguidores, viéndose obligadas a construir nuevos contratos colectivos. El cambio será muy profundo, pero lo más fuerte para las religiones todavía no pasó, va venir y producirá grandes conflictos sociales.
8. La caída de la corona
Una persona de color llegará a los reinados de Europa. Cuando esta llegue producirá un cambio muy grande en donde miembros de las coronas a nivel mundial se van a empezar a separar por voluntad propia. Estos hechos llevarán a provocar grandes cambios en las coronas en todos los países que están bajo dominación de un reinado. Llegarán a cuestionarlas y en muchas ocasiones estas formas de gobierno tendrán que cambiar en todo sentido. Gran parte de la humanidad pasa largo tiempo en un estado agitado, por lo que calmar todo el sistema o todos los sistemas en que la sociedad se mueve puede ser muy difícil. Y hoy en los tiempos que nos movemos nos están llevando a estar sentados, a mirarnos, a estar con nosotros mismos y de alguna manera a tomar conciencia de eso.
ROMPAMOS CON LAS ESTRUCTURAS SOCIALES QUE NO NOS PERMITEN VIVIR EN LIBERTAD
En este sentido, los invito a mirar que todo el tiempo estamos conectados con las obligaciones, pero muy pocas veces nos damos la oportunidad de pensar qué es lo que queremos verdaderamente y poder hacer una verdadera introspección para ver dónde estamos y hacia dónde vamos.
Hoy, estos cambios de paradigmas mundiales que se avecinan nos van a obligar a hacer consciente lo inconsciente y allí podremos ver que todos, de alguna manera, estamos preparados para todo los que está pasando. Y para esto, hoy más que nunca, les pido que meditemos. La meditación es una práctica que cuesta mucho porque con las obligaciones diarias no nos damos el permiso para tomar el tiempo para realizarla. También hay que pensar que cuando meditamos nos encontramos con partes nuestras que muchas veces no queremos ver o no queremos sentir.
Por eso, tratemos de saber que en nuestro interior hay una información preciosa y esa información puede ayudarnos a cambiar nuestra historia y que nos sintamos más seguros y más fuertes que nunca. También les pido por favor que tratemos de escuchar a nuestro cuerpo, de entender que muestra todo lo que somos y expresa lo que el alma calla, lo que nosotros callamos, lo que no nos atrevemos a decir o a ver quiénes somos realmente. Por eso utilizamos la mente para negarnos o mentirnos en muchas ocasiones o para vivir en sistemas que nos crean zonas de confort que solo conseguiremos romper con nuestra voluntad.
Otras de las herramientas que les pido que trabajemos es en las relaciones álmicas, en donde tratemos de ver que nuestros pares nos necesitan hoy. La solidaridad y el amor por el otro nos va a ayudar a estar mejor y poder caminar con pasos seguros y confortables. Son momentos de cambio y durante mucho tiempo hemos estado en la individualidad. Hoy con los cambios de paradigmas, el que no esté preparado para vivir en comunidad consciente es recomendable que no viva en grandes urbes.
Personas mayores de 60 años, los pequeños pueblos y los lugares con mucha naturaleza pueden ser una gran herramienta para crecer y estar en paz. Trabajar desde el amor, escuchar nuestros sentimientos, entender que estamos en un mundo en el que nuestro corazón y el amor van a ser la prioridad frente a los tiempos de cambios que vienen. Para esto es muy importante hablar con nosotros mismos, sentarnos en un lugar al aire libre, observar el cielo, dejar que el aire roce nuestra mejilla, escuchar nuestro corazón, escuchar el amor que sentimos y poder darnos cuenta de que el amor es la base de nuestra vida y de nuestra esencia como persona.
La principal herramienta, desde el amor que les quiero pedir, es que dejen atrás la vida y los paradigmas que tuvieron y manejaron hasta ahora, rompamos con las estructuras sociales que no nos permitieron estar en libertad y construir un nuevo mundo absolutamente en libertad, algo que va a ser difícil, pero que puede llegar a ser la gran transformación de nuestra esencia como ser del universo. Él mismo lo está pidiendo y es allí hacia dónde vamos.
Estos y otros contenidos están en la edición 2270 de Cambio16
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