Enfermedades no habituales fuera del trópico, como el dengue o la malaria, que son transmitidas por artrópodos, cogen fuerza en climas más frescos donde antes no se desarrollaban.
La temperatura mundial ha aumentado significativamente en los últimos 100 años, con una tendencia precipitada al calentamiento desde 1950. Este aumento acelerará la velocidad de transmisión de las enfermedades transmitidas por artrópodos (como mosquitos o garrapatas) y ampliará su distribución geográfica.
«Los mosquitos y las garrapatas son los vectores más comunes», afirma el investigador de Biogeografía y Cambio global del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Fernando Valladares. Estos insectos por carecer de un sistema de regulación del calor dependen de las temperaturas exteriores. El aumento del calentamiento global hace que estos insectos encuentren la posibilidad de desarrollarse en climas más frescos como los de España y Japón.
Históricamente, la malaria era endémica en Europa y fue eliminada en 1975 con la mejora de las condiciones socioeconómicas y el acceso a una mejor atención sanitaria.
El cambio climático aumenta las posibilidades de transmisión de la malaria en las zonas donde ha sido controlada y en nuevas zonas en las que tradicionalmente no ha existido.
La globalización también explica la expansión de enfermedades
En esta época de interdependencia entre los distintos países del mundo, una persona aloja un patógeno y la picadura de un insecto local propaga la enfermedad o traslada sus huevos con más facilidad, señala Óscar Soriano, científico titular del Departamento de Biodiversidad y Biología evolutiva del MNCN,
El aumento de las temperaturas y de los viajes en todo el mundo puede hacer que se vuelva a introducir la malaria o aumente su transmisión en países tropicales y templados que la han eliminado o controlado.
Múltiples casos del virus del Nilo occidental
Desde hace algunos meses solo se habla del coronavirus, pero otro virus bautizado como «virus del Nilo occidental» se suma a las enfermedades más importantes del 2020.
A diferencia de la COVID-19 este no es un nuevo virus, pero sí es algo poco visto en España. En los últimos diez años el Centro Nacional de Epidemiología solamente había registrado siete casos de virus del Nilo en España. En el último mes la cifra de infectados se mantuvo en aumento. Hay más de 30 casos y 2 fallecimientos.
Actualmente el virus del Nilo se extiende por África, Europa, Oriente Medio, América del Norte y Asia occidental.
Expertos atribuyen este brote al aumento en un 30% de los mosquitos presentes en los humedales del Parque Nacional de Doñana y del río Guadalquivir. Los meses de confinamiento combinados con el aumento de las temperaturas parecen estar detrás de este incremento respecto a años anteriores. Es en este contexto es más necesario que nunca enfocarse en la importancia del medio ambiente y la biodiversidad del planeta. Así como mantenerse en constante vigilancia y control de la salud pública.
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