La exacerbación del cambio climático, unido al aumento poblacional y al crecimiento económico, redujo en un 20% el acceso del agua dulce en las últimas dos décadas. Y por lo tanto, amenaza cada vez con mayor gravedad el ciclo de vida en la Tierra: sus condiciones y la sobrevivencia.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura asegura en su informe anual, que de no tomarse medidas correctivas, esa tendencia continuará y con mayor velocidad y crudeza.
Apenas un 2,5% de los recursos hídricos del mundo son de agua dulce, a pesar de que casi todo el planeta está cubierto de agua. Señala la FAO que en el mundo más de 3.000 millones de personas viven actualmente en áreas con una gran escasez de agua. Casi la mitad de ellos, 1.200 millones, afrontan graves limitaciones. La circunstancia se agrava por la pandemia de la COVID-19.
En América Latina, el cambio climático y otros factores disminuyeron el acceso al agua por persona en 22%. Cerca del 27% en el sur de Asia y en África Subsahariana hasta un 41%. En esta última región alrededor de 50 millones de personas viven en áreas donde la sequía severa tiene efectos catastróficos. Con énfasis en las tierras de cultivo y pastizales.
Por su parte, la OMS afirma que 785 millones de personas carecen de servicios básicos de acceso al agua en el mundo. Mientras 144 millones de ellas utilizan agua potable de la calidad más baja en términos de higiene, es decir, agua subterránea.
Además, al menos 2.000 millones de personas en el globo usan agua potable mezclada con aguas residuales. Una grave deficiencia que supone el riesgo de sufrir cólera, disentería, fiebre tifoidea y poliomielitis.
Los datos de la OMS precisan que el 22% de las instalaciones de salud en los países menos desarrollados no tienen servicio de agua. El 21% de estas instalaciones de salud no cuenta con servicios de limpieza sanitaria y el 22% no cuenta con servicios de gestión de residuos.
Relación directa entre el cambio climático y el agua
El Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, publicado por la ONU, resalta que el uso mundial del agua ha aumentado 6 veces en los últimos 100 años. Sigue creciendo cerca del 1% cada año por el aumento de población y los cambios en los patrones de consumo.
El informe revela también que el mundo podría tener déficit de agua del 40% para 2030. A la vez refiere que el mundo ha perdido la mitad de sus humedales naturales y un número significativo de especies de agua dulce en el último siglo por el cambio climático.
La escasez de recursos hídricos genera migraciones y conflictos humanos. En el medio ambiente, genera la pérdida de biodiversidad y degradación del ecosistema. En estos escenarios, los efectos del calentamiento global y otros factores ambientales que afectan el agua desencadenan desastres naturales.
El documento refiere que en el periodo entre 1995 y 2015, la sequía representó el 5% de los desastres naturales. Esto afectó a 1.100 millones de personas y causó la muerte de 22.000 más.
En línea con esta apreciación, el Foro Económico Mundial sostiene que los eventos climáticos han estado desde 2014 en primer o segundo lugar en la lista de riesgo global. Las crisis del agua, por otro lado, han estado entre los cinco primeros lugares de la lista en términos de impacto.
Disminución del rendimiento agrícola
Alimentos más caros, menos nutritivos y disrupciones en la cadena de distribución afectarán al planeta y a los países más pobres si no se detiene la degradación de la tierra. Insiste la FAO en que esta afectación a los alimentos y el acceso al agua está asociada al cambio climático y al calentamiento global.
«La seguridad alimentaria se verá cada vez más afectada por el cambio climático futuro a través de la disminución del rendimiento agrícola, especialmente en los trópicos. Con el aumento de los precios, la reducción de la calidad de los nutrientes y las interrupciones de la cadena de suministro. Veremos diferentes consecuencias en diferentes países, pero habrá un impacto más drástico en los países de bajos recursos en África, Asia, América Latina y el Caribe», dijo Priyadarshi Shukla, una de las autoras del informe de la agencia de Naciones Unidas.
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