El lago Chad, que alguna vez fue uno de los más grandes de África, está desapareciendo progresivamente, por el cambio climático y por conflictos persistentes, a menudo relacionados con la presencia de grupos extremistas. En el tiempo, sus poblaciones se han vuelto muy vulnerables, debido a que ambos factores han impulsado tensiones entre las comunidades y generado importantes desplazamientos de personas.
En los últimos 60 años, el tamaño del lago ha disminuido 90% como resultado de la sequía prolongada y los impactos de la crisis climática. La superficie del lago ha pasado de 26.000 kilómetros cuadrados en 1963 a menos de 1.500 kilómetros cuadrados en la actualidad. Esta reducción, que se conoce como un desastre ecológico, no solo ha destruido los medios de subsistencia sino que implica una pérdida de biodiversidad invaluable. Y un caos para la sobrevivencia del hombre y el ambiente.
El grupo de derechos humanos Refugees International elaboró un informe exhaustivo sobre la situación en esa región. En consecuencia, pidió que el tema sea abordado como punto central en una conferencia internacional de alto nivel en Niamey, la capital de Níger.
Encontró que la reducción de los recursos naturales debido al clima adverso está aumentando las tensiones entre las comunidades, lo que a su vez dispara el número de desplazamientos. La organización humanitaria independiente dijo que alrededor de 3 millones de personas han sido desplazadas y otros 11 millones necesitaban asistencia humanitaria.
“Durante demasiado tiempo, no se ha prestado suficiente atención a cómo el cambio climático alimenta la violencia y el desplazamiento”, señaló Alexandra Lamarche, autora principal del informe, a The Associated Press. “Las respuestas internacionales a la crisis de la cuenca del lago Chad se han centrado singularmente en la presencia de grupos armados”.
Cambio climático achica el Lago Chad
La región del lago Chad enfrenta “mucho más que una crisis por el cambio climático y ecológica”, afirmó Mabingue Ngom. Asesor principal del director ejecutivo de la agencia de población de las Naciones Unidas. “Es un tema humanitario que toca la paz y el desarrollo regional”.
Durante más de una década, la presencia de Boko Haram y la Provincia de África Occidental del Estado Islámico (ISWAP) en la cuenca ha sido el centro de la participación regional e internacional.
La violencia estalló en 2009 cuando Boko Haram, un grupo extremista islámico, lanzó su campaña armada en el noreste de Nigeria. Desde entonces, la inseguridad se ha extendido a los países vecinos a lo largo las orillas de la cuenca del lago Chad: Chad, Níger y Camerún.
Es comprensible que los actores internacionales y los gobiernos regionales hayan centrado la atención y los recursos en la amenaza a la seguridad que representan estos grupos insurgentes. Pero han ignorado la interacción entre el cambio climático, la violencia comunitaria y el desplazamiento forzado de la población civil, sostiene la organización.
Las comunidades locales y desplazadas en Chad dijeron a Refugees International que antes del surgimiento de los grupos insurgentes, la competencia por los recursos naturales ya estaba generando conflictos en todo el país. Esta competencia a menudo se llevó a cabo a nivel comunitario y se centró en la tierra y el agua. Ocurrió con frecuencia entre diferentes grupos, como pastores, pescadores y agricultores.
Estos conflictos inicialmente se hicieron menos frecuentes con la aparición de grupos extremistas e insurgencias. Sin embargo, la lucha por los recursos que el cambio climático hizo más escasos ha resurgido recientemente, desplazando a las comunidades de la región.
Crisis humanitaria: violencia, hambre y desplazados
Ahora tanto los grupos armados como la violencia entre comunidades están obligando a las personas a huir. Como dijo un trabajador de la ONU al equipo de Refugees International, “el cambio climático mantiene la inseguridad” en la cuenca del lago Chad.
Hoy, 11 millones de personas en toda la región necesitan asistencia humanitaria. La mitad de las cuales están experimentando una inseguridad alimentaria aguda. Más de 3 millones de personas han sido desplazadas, la mayoría dentro de las fronteras de sus propios países.
Los niveles de desplazamiento interno son más altos en el noreste de Nigeria. La mayoría de estas personas fueron expulsadas de sus hogares por la violencia vinculada a grupos armados como Boko Haram e ISWAP, que tienen bastiones en el área. Desafortunadamente, la crisis en el noreste de Nigeria ha eclipsado la situación en Camerún, Chad y Níger.
La violencia de los insurgentes también ha llevado a muchos donantes y agencias de ayuda a ignorar cómo el cambio climático aviva las llamas de la violencia en la región en general.
A pesar de estas necesidades apremiantes, las respuestas humanitarias de los cuatro países de la región de la cuenca van subfinanciados año tras año. A finales de 2022, el llamamiento humanitario de cada país solo había recibido entre el 42 y el 59% de los fondos necesarios para que los grupos de ayuda brinden asistencia.
Todas las partes interesadas deben ir más allá de un enfoque securitizado de los desafíos compartidos que enfrentan la región, sugirió el grupo. Ese enfoque pasa por alto cómo ambos factores alimentan la inseguridad.
La Tercera Conferencia de la Cuenca del Lago Chad y la próxima revisión estratégica de la Comisión de la Cuenca del Lago Chad ofrecen oportunidades para cambiar de rumbo.
Eventos extremos serán más abundantes
La agencia meteorológica de las Naciones Unidas advirtió que la cuenca del lago Chad “es particularmente vulnerable a los eventos extremos relacionados con el cambio climático, como inundaciones y sequías”. Y emitió alertas de que “los eventos extremos probablemente se volverán más abundantes. Y causarán sequías e inundaciones más frecuentes con impactos en la seguridad alimentaria y seguridad general en la región”.
“La lucha por el acceso a los recursos naturales (en Logone Birni) obligó a 60.000 personas a buscar refugio en el vecino Chad a fines de 2021”, dijo Alexandra Lamarche, autora principal del informe.
La cuenca del lago Chad en África occidental y central cubre el 8% del continente africano. Y alberga a 42 millones de personas cuyos medios de vida giran en torno al pastoreo, la pesca y la agricultura, según cifras de la Comisión de la Cuenca del Lago Chad.
Reiteró la experta que la conferencia es “la oportunidad perfecta para que los donantes internacionales se comprometan con soluciones a largo plazo. Para abordar el nexo entre el cambio climático, la violencia y el desplazamiento en la región”.