La presidenta de la Agencia Efe planteó un desafío a los periodistas: transmitir la información sobre el cambio climático con un lenguaje «claro y comprensible». Una tarea nada sencilla ante un tema tan complejo. Gabriela Cañas aseguró que “los ciudadanos tienen derecho a la información” y va más allá. Advierte “si la información no se transmite de manera clara y comprensible, generará más confusión”.
En la apertura del Seminario Internacional de Lengua y Periodismo, centrado en el Cambio climático: lenguaje y comunicación, Cañas dijo que el exceso de alarma puede, en lugar de crear conciencia, provocar un rechazo peligroso a la implementación de las acciones correctas.
Eterno debate
Sus declaraciones dejan abierto un debate y múltiples interrogantes. Como, por ejemplo, sobre quien recae la responsabilidad de ocultar o confundir la información. ¿Los propios declarantes con su jerga técnica o los periodistas incapaces de simplificar? En una época de posverdad, desinformación intencionada y fatiga informativa, fijar los mensajes clave no es tarea baladí. Para algunos, la culpa recae en los propios gobiernos, empresas e instituciones. Son los que ocultan datos incómodos detrás de comunicados ampulosos. Los más condescendientes aceptan que la complejidad del tema solo permite explicaciones enrevesadas.
“Es responsabilidad nuestra entender bien el fenómeno y explicarlo con precisión y de manera fácilmente comprensible”, dice Caña. Aunque reconoce que no es sencillo debido a la complejidad creciente de las ciencias y tecnologías medioambientales. Sin contar, que no todos los expertos cuentan con habilidades didácticas para explicar métodos, problemas, conceptos o soluciones..
No obstante, Caña insiste en el importante papel de los medios y cita un informe del Instituto Reuters, que concluye que los medios son cruciales para conformar las agendas políticas, fomentar el discurso público y motivar a las personas a tomar acciones en favor del medio ambiente. Menuda tarea. Es uno de los desafíos más grandes que enfrenta el periodismo, pero la primera responsabilidad es de los gobernantes y de los medios que financian y manejan. Como la agencia Efe y los medios manejados por las administraciones directa o indirectamente.
Preocupación de Cañas
Un problema que topa con dos grandes muros. La ocultación o manipulación de la información por corporaciones, gobiernos y organizaciones; y la generación de informaciones falsas viralizadas por las redes sociales, como estrategias de desinformación. Cañas recalca la relevancia de transmitir información climática de manera clara y veraz pero también la de “combatir la desinformación”. Pone de ejemplo el compromiso de EfeVerifica con la corroboración de datos.
No menciona los excesos o errores que a veces comete cuando algún científico disiente de la opinión mayoritaria. Insiste en que corresponde a los periodistas elaborar noticias de forma correcta desde el origen, y entender la información antes de transmitirla.
Dos puntos más ocuparon su atención el «catastrofismo sensacionalista» en la cobertura climática. A su juicio, en ocasiones esconde lagunas de comprensión periodística que conducen a la inacción. El otro, la desinformación. Según sus palabras, a menudo proviene de bulos interesados. Pero también de falta de experiencia o capacidades de los periodistas.
Escenario cambiante
Los medios de comunicación, y los periodistas en particular, se mueven en la actualidad en escenarios cambiantes y complejos. Uno de los retos más importantes es la adaptación a las nuevas plataformas digitales y los teléfonos móviles. Los consumidores, especialmente los más jóvenes, no recurren únicamente a la televisión o los diarios impresos, sino que buscan la información donde sea posible encontrarla, principalmente en sus teléfonos. Los medios deben repensar su estrategia de distribución y diseño de contenidos pensando en pantallas pequeñas.
También enfrentan la sobresaturación informativa en un contexto de disponibilidad las 24 horas. Cada día se producen miles de artículos en todo el mundo. Para los periodistas, es crucial destacar con historias atractivas y de carácter. Además, deben verificar de forma eficiente los datos en su constante lucha contra la desinformación en este mar de noticias.
Otro gran desafío es el financiamiento. En la era de lo gratuito, los medios buscan con desesperación modelos de negocio digitales rentables que compensen la caída de los ingresos por publicidad. A su vez, deben combatir la desconfianza creciente del público y fortalecer la calidad periodística. Sin duda, se trata de tiempos de transformación para el noble oficio de informar. Los relatos del futuro dependerán de cómo los periodistas afronten estos desafíos.
Claridad para comprender
En medio reacomodos y las nuevas tecnologías está el cuestionamiento al cual es sometido el comunicador, principalmente por las noticias falsas, que no genera pero aparecen como noticias hechas por periodistas. Pese a las condiciones adversas, y a tantos muros que ocultan tantos secretos, los periodistas especializados en cambio climático tienen la responsabilidad de transmitir información precisa y confiable, así como de invitar a la acción y lograr la confianza de la audiencia.
En tiempos de internet, posverdad y cambio climático, el papel del periodismo en es más que crucial. El buen periodismo, como la buena ciencia, desempeña un papel fundamental en la divulgación de información rigurosa, en la sensibilización de la población y en la generación de debate para entender mejor el calentamiento global. También debe fomentar hábitos de vida sostenibles, dar visibilidad a temas ignorados en la agenda mediática de empresas y gobiernos y concienciar sobre la importancia de la sostenibilidad, y no denunciar el greenwashing en todas sus modalidades.
La cobertura del cambio climático con responsabilidad impulsa la generación de conocimientos para ganar una comprensión básica del ambiente en su totalidad, crea conciencia de la necesidad de participar en acciones a favor de la naturaleza y el desarrollo sostenible.
Nuevo ecosistema informativo
Aunque parezca complejo hay signos que permiten confiar en que el buen periodismo cuenta con herramientas para cumplir con su “crucial” tarea. La progresiva consolidación de los medios digitales permite enfrentar más eficazmente la desinformación, los bulos, la manipulación y el lenguaje intencionalmente enrevesado e innecesariamente técnico.
Mario Tascón, pionero en las redacciones digitales de España, dice que el periodismo ha experimentado un estallido mediático que deja un ecosistema mucho más rico y abierto, igual de vulnerable al veneno de las fake news. Aunque cree que, con las nuevas herramientas digitales y la inteligencia artificial. Los periodistas cuentan con mejores recursos para ser más rigurosos y eficientes en la búsqueda de la verdad. Se muestra optimista y contrario a quienes ven un panorama hostil para el buen periodismo. El periodista debe entender que su meta antes que denunciar mentiras es encontrar verdades, con su propia agenda no la que le impongan los generadores de «posverdades».
Cumplir con la tarea
Los cambios en la industria de los medios de comunicación plantean desafíos para el periodismo. Pero, al volver la vista atrás, e inventariar todo lo que les ha tocado enfrentar desde el telégrafo hasta el Whatsapp, está seguro de que saldrá airoso. Siempre será necesaria la información rigurosa, bien escrita y bien presentada.
La ciencia del cambio climático es compleja, le sobran gurús, profetas e iluminados, y el conocimiento de los científicos es limitado y, no pocas veces, puede estar sesgado. Gabriela Cañas dice que vivir en la ignorancia no mueve montañas, tampoco las hemos visto moverse. La duda sigue siendo la mejor compañera.