Hablar de cambio climático en Venezuela puede resultar un tanto lejano para el ciudadano de a pie que debe lidiar con el día a día en este país. Para aquél que debe encontrar comida, conseguir gas o recolectar agua cuando llega -si es que llega- cambio climático no solo puede resultar ajeno, si no fuera de todo orden.
TÚ tienes el poder de frenar la crisis climática.
Pequeños cambios en nuestras actividades diarias, como ir en bicicleta, pueden tener un gran impacto en la lucha contra el calentamiento global. #ActúaAhora: https://t.co/zSNU1nRmeX vía @ONU_es pic.twitter.com/WpDkMEJxZP— Fundación Tierra Viva (@TierraVivaVzla) February 10, 2020
Sin embargo, Alejandro Luy, gerente general de la ONG Tierra Viva, señala que en Venezuela el cambio climático importa y mucho. Hace mención de la situación de la isla Las Aves, un islote de un poco más de cuatro hectáreas donde está ubicada una base naval. A partir de este islote, Venezuela tiene soberanía sobre un amplio mar territorial, por lo que, “¿habría consecuencias geopolíticas si esa isla desapareciera como consecuencia del cambio climático?”
Sin plan de mitigación y adaptación
En cuanto a cambio climático en Venezuela, lo primero que señala Luy es que este país no cuenta con un plan de mitigación y adaptación contra ese fenómeno. Comprometido a emitir comunicaciones sobre este fenómeno, Venezuela apenas si ha realizado dos.
La primera data de 2007 y la segunda, de 2017 con datos del 2010. En estas comunicaciones, se explica la cantidad de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) que los países lanzaron al ambiente, por ejemplo. Al ser un tema dinámico, el cambio climático demanda actualización y una comunicación de 2017 con datos de siete años de diferencia no es del todo competente, “es como si tú te fueses a tomar una medicina hoy, porque hace dos meses tuviste fiebre”.
Grandes ligas en emisiones
Señala Luy que el cambio climático debe importarle a Venezuela, porque Pdvsa figura entre las 20 principales empresas petroleras que a nivel mundial han contribuido con gran parte de la emisión de gases de efecto invernadero.
En octubre de 2019, el Instituto de Responsabilidad Climática emitió data sobre una investigación que analiza a las empresas Grandes Ligas en emisiones de GEI. Estas gigantes del petróleo, gas y carbón emitieron a la atmósfera la bicoca de 480 mil millones de toneladas de dióxido de carbono y metano entre 1965-2017.
Pdvsa ocupa el puesto diez en este ranking. Saudi Aramco, Chevron, Gazprom, ExxonMobil, National Iranian Company, BP, Shell, Coal India y Pemex le anteceden. De acuerdo con el informe, la cantidad de emisiones analizada equivale al 35% de todas las emisiones por combustibles fósiles y cemento a nivel mundial.
En la actualización de otro informe de este mismo instituto, la estatal petrolera venezolana también ostenta el puesto número 10, pero esta vez como parte del ranking de empresas que más han contribuido con la acidificación de los océanos.
“Los resultados son sorprendentes: descubrimos que más de la mitad de la acidificación, y, por extensión, la mitad de los daños a los arrecifes de coral, la pesca y la propia red de vida de los océanos, es atribuible a las emisiones operativas y de productos de 88 grandes productores de carbono de 1965 a 2015”.
Cambio climático en Venezuela hoy
Ante este panorama, resulta contradictorio que Venezuela no cuente con un plan de mitigación y adaptación al cambio climático. Según este biólogo venezolano, el país suramericano ha firmado y ratificado todas las convenciones y acuerdos, pero en la práctica es poco lo que se ha hecho.
Apunta que con un plan de mitigación y adaptación se prevería si los mosquitos que transmiten el dengue subirán de cota ante el aumento de la temperatura global. Además de analizar, cómo esto impactaría a nuevas poblaciones y cómo deberían adaptarse ante la nueva amenaza. O proyectaría qué pasará con los cultivos de café ante el inminente aumento de la temperatura mundial. ¿Se necesitarán nuevas variedades que soporten el calor y la humedad?
En materia medio ambiental, como en otros aspectos, la situación de Venezuela pica y se extiende. La deuda ambiental del país no solo se restringe al Arco Minero del Orinoco, sino que parece una cadena de eventos desafortunados que deben atajarse de inmediato.
Estrés hídrico, deficiente manejo de la basura, amenaza más vulnerabilidad de los parques nacionales y pérdida de glaciares engloban una serie de despropósitos ambientales. Estos pasan factura en el presente y pasan desapercibidos en medio de la vorágine política y económica que envuelve a esta nación.
El cambio climático en Venezuela importa y demasiado. La última década ha estado marcada por una severa y persistente sequía que no solo aumenta el estrés hídrico de la población, sino que pone en jaque todo el sistema hidroeléctrico del cual depende. #C16Alerta #CambioClimático #Venezuela.
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