El virus del Nilo Occidental se está expandiendo peligrosamente en Estados Unidos
El frescor del otoño y el frío del invierno ahuyentan a los zancudos y otros insectos de temporada que prefieren ambientes más cálidos para asentarse y hacer de las suyas. Este paréntesis estacional podría achicarse o alterarse por el calentamiento global y anticipar el regreso de estos mosquitos y su carga de enfermedades en Estados Unidos.
A medida que la crisis climática facilita la proliferación de mosquitos en muchos lugares, la enfermedad del virus del Nilo Occidental y otras transmitidas por mosquitos se perfilan como mayores amenazas en EE UU y en otros países. Sin embargo, los esfuerzos por desarrollar una vacuna o un tratamiento para esta enfermedad son modestos en comparación con los que se realizan para otras enfermedades.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron que este año ha habido solo 880 casos de virus del Nilo Occidental en EE UU, la enfermedad transmitida por mosquitos más común en el país. También está la Encefalitis Equina Oriental que es aún más rara, con solo 13 casos en siete estados en lo que va de 2024.
El virus del Nilo Occidental se transmite con mayor frecuencia a las personas durante el verano y principios del otoño, cuando los mosquitos que están más activos. Esta enfermedad puede causar la muerte.
Aunque la mayoría de los casos son leves o asintomáticos, uno de cada 150 casos de virus del Nilo Occidental puede ser grave. Como ocurrió con Anthony Fauci, ex director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas que destacó la atención de lo que está sucediendo. Según los CDC, uno de cada 10 casos graves resulta en muerte.
Calentamiento global avivan los brotes de mosquitos
Las cifras son más preocupantes en el caso de la Encefalitis Equina Oriental, ya que la mayoría de los casos notificados cada año son graves y el 30 por ciento, en promedio, resultan en muerte. Siete de los casos conocidos este año han sido fatales, según reseña The Harvard Gazette.
Las temperaturas más frías que llegan con el otoño están empezando a aliviar el brote de EEE. A principios de octubre, los funcionarios de salud pública de Massachusetts redujeron las advertencias de riesgo de EEE en las partes más afectadas. Al pasar de estado crítico a moderado.
Contrariamente, los riesgos para el virus del Nilo Occidental se mantuvieron sin cambios. Alto o moderado en gran parte del estado. Los expertos advierten que el clima más frío por sí solo no detiene la transmisión. Los mosquitos permanecen activos hasta que mueren por las heladas, lo que ha estado ocurriendo más tarde en los últimos años.
De hecho, estudios recientes han proyectado que para el año 2050, los otoños más largos y las primaveras más tempranas extenderán la temporada de mosquitos en Estados Unidos hasta dos meses. Se espera que esos meses sean más cálidos y húmedos, lo que proporcionará más agua estancada donde los mosquitos pueden reproducirse.
El tiempo adicional también significa más ciclos de gestación, por lo que habrá más picaduras por parte de las hembras, que deben alimentarse de sangre antes de poner huevos.
Más calor, más casos
“Hay más picaduras, más zonas donde pueden vivir, más meses en los que están activos y más lugares donde pueden reproducirse. Eso significa poblaciones más grandes”, señaló Matthew Phillips, investigador en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de Harvard y el Hospital General de Massachusetts. “Todo esto es esperable si nos basamos únicamente en los cambios en el clima, en el calentamiento global, que afectan a los mosquitos”.
Phillips afirmó que ya se han visto indicios de estas tendencias. En 2021, durante uno de los diciembres más calurosos de los que se tenga registro, los CDC registraron 30 casos del virus del Nilo Occidental. Incluso en el Massachusetts General Hospital de la fría Boston, la tendencia ha sido evidente. Aunque con enfermedades propagadas por vectores de insectos más resistentes.
“Estábamos viendo casos de anaplasmosis y babesiosis, enfermedades que se transmiten por garrapatas y que pueden ser muy graves. Normalmente, se ven en verano, pero los estamos viendo en pleno invierno”, dijo Phillips.
Los expertos también están atentos a dos especies invasoras que ya se han establecido en el sureste del país y están comenzando a extenderse hacia el norte. Los mosquitos, Aedes aegypti y Aedes albopictus, son los transmisores del virus del Nilo Occidental y el virus de la encefalitis equina occidental. Las estimaciones realizadas por investigadores canadienses en 2020 mostraron que la especie se extendería a la costa oeste y la frontera canadiense para 2080.
Mi gran pesadilla
Anthony Fauci escribió un artículo para The New York Times. En ‘Mi pesadilla con el virus del Nilo Occidental’, el veterano epidemiólogo contó su terrible experiencia. “Después de pasar más de 50 años persiguiendo y combatiendo virus, uno contraatacó y estuvo a punto de acabar conmigo. Hablo del virus del Nilo Occidental, transmitido por el animal más mortífero del planeta: el mosquito”.
No exagera. Según relató:
“Empecé a experimentar una fatiga y un agotamiento graves e inexplicables, que culminaron con mi ingreso en un hospital, delirante e incoherente. Con una temperatura de 39 grados. Recuerdo muy poco de los cinco días y medio que pasé en el hospital, salvo que nunca me había sentido tan mal en mi vida. Mis médicos supusieron que tenía septicemia y me trataron con antibióticos. Me bajó la fiebre y me dieron el alta con antibióticos sin un diagnóstico claro. Eso cambió al día siguiente, cuando los análisis de sangre revelaron que tenía el virus del Nilo Occidental”.
No podía ponerme de pie sin ayuda y, desde luego, no podía caminar, recuerda con pesar Fauci. “Una parte muy aterradora de la terrible experiencia fue el efecto en mi cognición. Estaba desorientado, era incapaz de recordar ciertas palabras. Hacía preguntas a mi familia de las que debería haber sabido las respuestas. Temía que nunca me recuperaría ni volvería a la normalidad”.
A sus 83 años corría el riesgo de sufrir daños neurológicos permanentes e incluso morir. Sin embargo, escribió, “el público puede no ser consciente del peligro de esta enfermedad y de su continua propagación por Estados Unidos. Este año se ha detectado en 46 estados. Desafortunadamente, se está haciendo muy poco al respecto desde el punto de vista científico y de concienciación pública”.
Poca información y conciencia pública
Fauci asegura que la infección por el virus del Nilo Occidental es, por mucho, la enfermedad transmitida por mosquitos más común en Estados Unidos: desde 1999 se han notificado unos 60.000 casos. El número real de infecciones es seguramente mayor, sin duda de millones, ya que muchos casos no se notifican porque las infecciones suelen ser asintomáticas o se confunden con otras enfermedades.
Entre los casos notificados en Estados Unidos, más de 30.000 han presentado síntomas neurológicos como los míos, lo que ha provocado unas 23.000 hospitalizaciones y cerca de 3000 muertes.
A medida que el calentamiento global facilita la proliferación de mosquitos en muchos lugares, la enfermedad del virus del Nilo Occidental y otras enfermedades transmitidas por mosquitos se perfilan como mayores amenazas.
Recordó que se han realizado esfuerzos para desarrollar una vacuna. Sin embargo, afirmó, “nunca pudimos llevar los ensayos de la vacuna más allá de las primeras pruebas. En parte porque el número de casos variaba mucho de un año a otro”. Y en ese sentido, ante la poca información y conciencia pública y el auge de mosquitos y enfermedades, pide a organismos públicos y privados intensificar la búsqueda de tratamientos o de vacunas.