POR CAMBIO16
07/10/2017
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Caixabank ha completado su salida de Cataluña con el traslado a Mallorca de la sede de la Fundación Bancaria La Caixa, encargada de la Obra Social de la entidad, y CriteriaCaixa, la sociedad de la que es accionista único y que gestiona el patrimonio de la entidad.
En un comunicado, la Fundación informó hoy de que el nuevo domicilio social de estas dos entidades estará situado en Palma de Mallorca, así como su operativa normal.
Esta decisión, asegura, «tiene un carácter temporal» y no implica el traslado de personas ni de centros o servicios corporativos, que seguirán operando como hasta ahora con normalidad.
CaixaBank, banco participado por CriteriaCaixa, también anunció el viernes que trasladaba su sede de Barcelona a Valencia ante la posibilidad de que el Parlamento catalán haga una declaración unilateral de independencia, y hoy su consejo de administración ratificó la decisión.
La Fundación Bancaria La Caixa gestiona de forma directa la Obra Social, que se financia con los dividendos obtenidos de CriteriaCaixa, y cuenta este año con un presupuesto de 510 millones de euros, principalmente para actividades sociales, educativas, culturales, de investigación y emprendimiento.
Es la primera fundación privada de España y la tercera más importante del mundo por volumen de activos, por detrás de la creada por Bill y Melinda Gates y de Wellcome Trust.
Cada año promueve más de 50.000 iniciativas, de las que se benefician cerca de 10,5 millones de personas.
Pérdida de peso
CriteriaCaixa, por su parte, es la sociedad ‘holding’ de inversiones no cotizada que gestiona el patrimonio de la Fundación y cuenta con una cartera compuesta por participaciones accionariales en sectores estratégicos tales como el bancario, energético, las infraestructuras, los servicios y el negocio inmobiliario.
En la cartera bancaria de Criteria figuran entidades como CaixaBank, el grupo financiero Inbursa o el BEA (The Bank of East Asia), mientras en el ámbito no financiero posee participaciones en empresas como Abertis, Gas Natural Fenosa, Suez, Saba o el grupo de telecomunicaciones Cellnex.
La incertidumbre jurídica que está provocando la deriva independentista ha llevado a un buen número de empresas, muchas cotizadas, a mover sus sedes fuera de Cataluña, con el objetivo de garantizar que sigan operando bajo el paraguas de las autoridades europeas en caso de una hipotética declaración de secesión.