España arrastra desde la década de los setenta una contracción del índice de nacimientos. Esta tendencia que, con sus bajas y altas, se mantiene por debajo de la media europea, solo superada por Italia que lidera los países del bloque con el más bajo registro de nacimientos. La caída de la natalidad en España dejará sin cubrir miles de plazas en las escuelas en el corto plazo, especialmente a nivel de Infantil. Y, de seguir ese comportamiento, se cerrarán colegios.
En el primer trimestre del año nacieron 78.535 niños y niñas, solo 873 en promedio al día, lo que supone la segunda cifra más baja desde que hay datos. Esta cifra fue ligeramente superior, a la registrada en igual período de 2021, durante los confinamientos por la pandemia.
Según el informe “España 2050. Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional”, existen 1.109 municipios sin niños de entre 0 y 4 años. Y lo más grave es que la previsión apunta a que en 2050 habrá 800.000 alumnos menos de 3 a 15 años, reseñó Efe. Esta fuerte contracción obligará a cerrar colegios, sobre todo en el medio rural, y a reducir el tamaño de otros muchos.
Cada vez nacen menos niños. Entre enero y abril de 2023 nacieron unos 103.443 bebés, lo que supone un 1,75% menos respecto al mismo período del año anterior, informó el Instituto Nacional de Estadística. En algunas comunidades la situación es más crítica y se ve este fenómeno con mayor claridad, como en Andalucía.
El 27 % de las 86.000 plazas de nuevo ingreso (3 años) en esa comunidad quedarán vacantes en el curso 2023-2024 y en el primer ciclo de Educación Infantil, de cero a tres años. De las 125.000 plazas ofertadas -pública y concertada- hay 21.000 libres.
Natalidad en España, escuelas vacías
Este reporte evidencia las desigualdades y desequilibrios de la sociedad española, resaltados en el I Informe Ecosocial sobre la Calidad de Vida en España, difundido la semana pasada por la fundación Funhem. Otra de las comunidades que registra bajos nacimientos es Cataluña.
El próximo curso empezarán Infantil 3 un total de 57.459 alumnos catalanes, 1.967 menos que en el actual. Y se han ofertado inicialmente 3.055 grupos, de los que 2.125 son de la red pública y otros 930 de la concertada.
La ratio media estimada para el próximo curso en Infantil 3 es de 18,8 estudiantes por grupo, la más baja de los últimos 10 años en Cataluña.
El bajo índice natalidad en España se observa igualmente en las escuelas de Extremadura. En los centros sostenidos con fondos públicos de esa región hay 12.893 plazas para alumnado de 3 años. Para el próximo curso se ha cubierto un total de 6.269 plazas, con lo que quedan 6.624 sin cubrir.
Es habitual que se ocupen en torno al 50% de las plazas disponibles debido a que el 65 % de las escuelas están ubicadas en entornos rurales. En la apuesta por las zonas rurales, la Junta de Extremadura mantiene abiertos centros con un mínimo de 5 alumnos y alumnas y en la actualidad hay 34 CEIP con menos de 20 niños, recoge la agencia española.
Por ejemplo, en una localidad como Villalba de los Barros, con unos 1.500 habitantes, el colegio, de una sola línea, dispone de una unidad de 3 años con 22 plazas, de las que solo se cubren entre 8 y 12 puestos escolares. Este caso es extrapolable al 65% de los centros extremeños.
Contrariamente, el País Vasco, la comunidad de Valencia, Madrid y Galicia presentan otra realidad pero no totalmente alentadora.
Desigualdades y desafíos
En Euskadi la mayoría de los niños se matriculan con dos años. Para el curso 2023/24 han solicitado plaza 11.969 alumnos de esa edad. Para el curso 2022/23 se inscribieron 11.993, en el curso precedente fueron 12.481 y en el curso 2020/21 ascendieron a 13.785.
El paulatino descenso responde, según el Gobierno Vasco, al descenso de la natalidad en España y en esa región. Aunque en los dos cursos precedentes (entre 2021 y 2023) influyó también la pandemia.
Entretanto, el sistema educativo público de la comunidad de Valencia ofrece para el próximo curso 46.883 plazas para bebés de tres años, de los que 41.147 son vacantes que se han ofrecido en la admisión. Para ese total se han presentado 29.010 niños y niñas, por lo que quedan por cubrir 12.137 plazas. Desde la Generalitat justifican esta situación en que siempre hay que ofrecer más vacantes porque si no sería imposible atender fenómenos como la escolarización sobrevenida.
En el caso de Galicia, la Xunta garantiza plaza escolar pública para el 100 % de los niños de 3 años. La disminución demográfica en la comunidad, y por tanto de matrículas, no es algo novedoso en este curso, ya que es una dinámica que se viene registrando en los últimos años.
Por ejemplo, en este curso se recibieron alrededor de 15.000 solicitudes de plaza para niños que entran por primera vez en los colegios. Madrid se queda corta con la oferta de cupos escolares. De las 13.225 familias que han solicitado plaza en las escuelas infantiles de titularidad del Ayuntamiento, solo figuran como admitidos 3.018, por lo que algo más de 10.000 niños de 0 a 3 años se han quedado sin plaza el próximo curso.
Disminución de nacimientos, algunas razones
Algunos factores que han contribuido a la baja natalidad en España son el retraso de la maternidad hasta lograr una estabilidad laboral. La falta de políticas de conciliación, el desempleo, la inseguridad económica, el aumento de separaciones. Así como el incremento del costo de la vida, el envejecimiento de la población, la pérdida de poder adquisitivo y la nueva ley del aborto, señaló el Observatorio de Bioética del Instituto Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia.
Además, en países como España en los que el problema de natalidad es especialmente grave, no deja de ser una muestra de miopía sociopolítica de consecuencias presumiblemente desastrosas, advirtió la entidad. La facilitación del aborto junto a las exiguas ayudas a las familias, a la maternidad y a la conciliación laboral, supone, alimentar este problema demográfico, que heredarán sin remedio las generaciones futuras.
Paradójicamente, España, donde se practican cuatro de cada diez tratamientos de reproducción asistida en Europa, es un país líder en la realización de estos procedimientos. En muchos casos con mujeres que retrasan la maternidad a edades menos fértiles. Este es un factor que, lejos de contribuir a resolver el problema demográfico, parece acentuarlo, entre otros motivos, por la limitada eficacia de estas técnicas.