Por Cambio16
26/06/2018
Colombia confirmó que los cadáveres de los periodistas ecuatorianos del diario «El Comercio» asesinados por disidentes de las FARC fueron los hallados en la localidad colombiana de Tumaco el pasado 21 de junio.
En un comunicado conjunto, los ministerios de Exteriores y Defensa de Colombia informaron «la confirmación de que estos (cadáveres) pertenecen a los ciudadanos ecuatorianos Javier Ortega, Paul Rivas y Efraín Segarra. Serán entregados a las autoridades ecuatorianas. Éstas disponen del transporte aéreo desde Cali para tal efecto».
El ministro de Asuntos Exteriores ecuatoriano, José Valencia, ha informado de que la repatriación de los cuerpos se llevará a cabo el próximo miércoles. Valencia ha señalado que el Gobierno colombiano ofreció un avión para trasladar los cadáveres. Pero Ecuador ya cuenta con un avión en Cali.
La canciller colombiana, María Angela Holguín se aventuró a anunciar el pasado viernes el hallazgo de los cadáveres de los periodistas ecuatorianos. A pesar de que aún no habían concluido las pesquisas forenses. El anuncio generó roces con su par ecuatoriano, José Valencia. El ecuatoriano emitió un comunicado en el que calificó de «muy penoso» que las familias de las víctimas tuvieran que enterarse por la prensa de «noticias aún no definitivas».
Secuestro y asesinaro
Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra fueron capturados el 26 de marzo en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas. Los trabajadores de «El Comercio» realizaban un reportaje sobre la situación en la frontera con Colombia. Zona que en los últimos meses ha sufrido varios ataques de disidentes de las FARC. El Frente Oliver Sinisterra, formado por disidentes de las FARC liderados por alias ‘Guacho’, reivindicó el secuestro. Asimismo, atribuyó la muerte del equipo de ‘El Comercio‘ a las «operaciones de rescate de las fuerzas ecuatorianas».
Sin embargo, el 17 de abril, apenas un mes después, el Frente Oliver Sinisterra anunciaba el secuestro de otras personas en la frontera entre ambos países. Un caso que sigue sin resolverse.
En respuesta a este crimen, Colombia y Ecuador acordaron reforzar la seguridad en la línea limítrofe. Asimismo, dar caza a ‘Guacho’ y sus hombres. Ambos países lo calificaron como «objetivo de alto valor militar».