Desde el inicio de la tercera ronda del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-3) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para definir un Tratado Global sobre Plásticos, en Nairobi, las deliberaciones no pintaban bien. Surgieron más obstáculos que adelantos. La presencia abultada de cabilderos de la industria química y de combustibles fósiles retrasó el progreso de las conversaciones.
La organización ambientalista WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) denunció que los países con profundos intereses petroquímicos retrasaron el progreso de las negociaciones. Y además, bloquearon la decisión final sobre cómo avanzar en el trabajo previo a la cuarta ronda de conversaciones.
“Los representantes de los países de la ONU se reunieron para avanzar en la negociación de un tratado para poner fin a la contaminación plástica. La mayoría tenía las mejores intenciones y trabajó para encontrar puntos en común entre las diversas perspectivas globales. Pero todo el proceso se retrasó continuamente porque un pequeño número de Estados miembros priorizaban el plástico y las ganancias antes que el planeta”, señaló Erin Simon, vicepresidenta y directora de Residuos Plásticos en WWF-Estados Unidos.
Consideró que “es evidente que el trabajo no está terminado. Y los negociadores se van de Nairobi sin un plan establecido para ponerse a trabajar antes del INC-4. A poco más de un año para cumplir nuestra promesa de un futuro libre de contaminación plástica, los países deben mantenerse firmes y emprender acciones para rechazar las tácticas de bloquear el proceso del tratado. Es hora de reunir la voluntad política para corregir el rumbo y resolver esta crisis antes de que sea demasiado tarde”.
Retrasan avances del Tratado sobre Plástico
Un nuevo análisis del Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL), observó que143 cabilderos de la industria química y de combustibles fósiles se registraron para participar en la cumbre. Y obtuvieron acceso a las negociaciones en un momento en que las conversaciones están entrando en una fase crítica.
El estudio contó con la colaboración de Greenpeace, Beyond Petrochemicals. Así como de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes y Break Free From Plastic. Se basó en lista provisional de participantes del encuentro en la capital de Kenia.
Allí detectaron la magnitud de la influencia del lobby empresarial en las negociaciones. Pese a que organizaciones civiles y científicas solicitaron al PNUMA y a la Secretaría del INC que salvaguardaran el proceso de negociación de la influencia de la industria. Y a su vez implementaran políticas sólidas sobre conflictos de intereses.
“Una y otra vez, hemos visto cómo la influencia de la industria fósil ha bloqueado avances sustanciales en las negociaciones de tratados ambientales. Incluso en espacios como la COP sobre el clima”, sostuvo Delphine Levi Alvares, líder global de petroquímicos en CIEL. “En INC-2, la Secretaría afirmó que ‘No había muchas empresas de combustibles fósiles en el lugar’. Nuestro análisis muestra que eso no es cierto: su presencia no hace más que aumentar. Debemos corregir el rumbo de inmediato para garantizar que el Tratado Global sobre Plásticos se base en la ciencia y no se convierta en un tratado sobre combustibles fósiles”.
El informe del CIEL precisa la asistencia de cabilderos aumentó 36% con respecto a INC-2. Superando en número a las delegaciones de 70 Estados miembros más pequeñas en las negociaciones. Y es mayor que los 38 participantes de la Coalición de Científicos por un Tratado sobre Plásticos.
Esperan que la producción de plásticos se dispare
El mandato para negociar el Tratado Global sobre Plásticos exige un enfoque integral que «aborde el ciclo de vida completo de los plásticos». Para lograr este objetivo, es esencial desarrollar un tratado que reconozca que el inicio del ciclo de vida del plástico comienza con la extracción de combustibles fósiles. La gran mayoría de los productos químicos utilizados para producir plásticos se derivan de combustibles fósiles. Y las empresas que dominan estas industrias tienen un fuerte incentivo para garantizar que el tratado no afecte sus modelos de negocio subyacentes.
La industria de los combustibles fósiles ha considerado durante mucho tiempo a los plásticos como un salvavidas. Entre 2000 y 2019, la producción mundial de polímeros plásticos se duplicó, alcanzando los 460 millones de toneladas por año. La ONU prevé que, de no actuar y revertir la tendencia, se triplicará para 2050 con respecto a los niveles de 2019.
Cada día, más de 30.000 toneladas métricas de plástico se filtran solo a los océanos. Ante la oposición constante de una pequeña minoría de estados productores de petróleo, WWF instó a los países con grandes ambiciones a ser valientes y estar dispuestos a seguir adelante con el desarrollo de un tratado eficaz a pesar de esta oposición. A sólo cinco meses de la próxima ronda de negociaciones en Ottawa, Canadá, los países progresistas deben utilizar este tiempo con prudencia, sugiere la ONG. Y mantenerse centrados en desarrollar el conjunto de normas jurídicamente vinculantes, que la mayoría de los gobiernos y muchas empresas líderes ya han pedido.
A pesar de la obstrucción de un pequeño número de países, una mayoría significativa apoya seguir adelante con un tratado integral y sólido. Más de 100 países apoyan las prohibiciones y eliminaciones globales de los plásticos más dañinos y evitables.
¿El fin de la contaminación plástica?
Aunque en las deliberaciones está por definirse si limitar la cantidad de plástico que se produce en el planeta o simplemente centrarse en la gestión de residuos. Alrededor de 140 países quieren establecer reglas vinculantes a nivel global en lugar de un tratado basado únicamente en acciones voluntarias, que algunos países están presionando.
“Un número abrumador de países comprende la urgencia del problema y está dispuesto a encaminarnos hacia el fin de la contaminación plástica. Ante los desafíos actuales, es fundamental que estos países sigan demostrando su determinación de luchar por medidas sólidas. Y jurídicamente vinculantes que puedan permitir el cambio histórico de décadas de indiferencia e ignorancia nos han traído”, afirmó Eirik Lindebjerg, líder de Política Global de Plásticos, WWF Internacional.
Sin un plan formal de trabajo en el corto plazo, WWF insiste en pedir a los países que avancen en la recopilación y el intercambio de información por su cuenta para garantizar que el proceso no se estanque en los próximos cinco meses.