Irene Dalmases | Efe
27/07/2016
Inquieto patológico, como se define a sí mismo, Andreu Buenafuente se encuentra preparando la segunda edición del festival de humor Singlot, que empieza el jueves en Sant Feliu de Guíxols (Girona), en un momento que considera complicado para los cómicos, a los que «cíclicamente, se les intenta callar».
En una entrevista con Efe, el humorista reflexiona sobre el tiempo presente y sobre las líneas rojas que no debería cruzar la comedia, como son un atentado terrorista o una situación de emergencia, pero también alerta de que hay «unas amenazas, unos mecanismos que tiene la sociedad para probar de domesticarla».
Rememora que este año, por primera vez en su larga trayectoria, ha realizado un programa de televisión -el que presentó en Late motiv desde la isla griega de Lesbos junto a centenares de refugiados- en el que no había ningún atisbo de humor, pero «no nos hemos de confundir».
«Esto es una opinión muy personal -prosigue- pero en una época de mucho revuelo social, de mucha transformación, con las élites amenazadas, los cómicos, no sé por qué, hemos vuelto a ser mal vistos, es como si nos dijeran, qué quieren estos tíos ahora, cuando todo es tan importante».
A su juicio, precisamente, «porque todo es muy importante y debemos ser una sociedad sana y democrática tenemos que luchar mucho para encontrar nuestra voz, para que no se calle nuestra voz», y agrega que cuando empezó en el oficio, hace más de 25 años, pensó que «esto era algo del pasado, pero cíclicamente, no sabes por qué, pero el mundo hace lo posible para intentar callar a los cómicos, a los cañeros».
Luego están «los cómicos más costumbristas, más blancos, que no se consideran una amenaza».
«Esto -ensalza Buenafuente- te hace conectar con la grandeza de la comedia, que son sus valores y el hecho de que si molestamos tanto es porque somos importantes, lo que no es nada nuevo: con humor puedes decir cosas muy importantes, que seguramente, por eso, no quieren que se digan».
Con las mangas arremangadas, el presentador de televisión se encuentra en plena preparación del Singlot Festival, creado y producido por El Terrat y The Project, en el marco del Festival de Porta Ferrada, al que a partir del jueves y hasta el 30 de julio acudirán personajes como Leo Bassi, que recibirá el Singlot de Honor, el monologuista Goyo Jiménez o la obra de teatro «El Rey», con Alberto San Juan, Luis Bermejo y Javier Gutiérrez.
Reconoce que, cumplidos los 51 años, «por evolución personal y artística, me voy a esos territorios donde hay denuncia, espíritu crítico, más riesgo que confort de formato cómico comercial».
Al final, subraya, un festival de estas características, en el que también estará el actor Marc Martínez o su amigo Fermí Fernàndez, «es un reflejo de su director, porque finalmente tú eres quien firma todo esto y me gusta que sea así».
En su opinión, es una manera de decirle al espectador: «Mire, esto tiene una vocación determinada, usted en algún momento estará incómodo, en otros se relajará, y el espectador que, cada vez es más listo, está más preparado y es más exigente, también pide productos de este tipo, un festival con un cierto tono editorial, que te genere interés».
Cuando termine el evento, y a diferencia de lo que ocurrió el año pasado, Buenafuente tiene previsto emprender unas largas vacaciones con su familia.
«Tengo la suerte -indica- de tener un apoyo y una complicidad familiar fuera de lo común. Esto lo tengo presente cada día, porque si yo no estoy bien, no puedo trabajar bien y cuando tengo esa sensación de que todo está bien y en orden sale el Andreu más libre, más gamberro. Un cómico preocupado es un cómico a medio gas», apostilla.
Preguntado por nuevos proyectos, avanza que el programa de televisión Late motiv de canal #0 de Movistar+ continúa, el «proyecto televisivo más sólido y potente que hemos hecho en los últimos seis años», igual que el programa radiofónico semanal en la cadena SER, Nadie sabe nada, con su inseparable Berto Romero.
Además, confiesa que siempre se guarda «un 20% de la energía para cosas que vendrán, porque si tú las buscas, vienen». «Cuando estás bien y sólido, los astros se van alineando y seguro que vendrán muchas más cosas. Me quedan entre diez y quince años de hacer muchas más cosas y estoy por la labor», concluye.