Tahlequah, la orca que nos sorprende siempre. Hace dos años fue noticia por un hecho inimaginable: cargó con su cría hembra recién nacida, pero muerta, por más de dos semanas. El gesto fue interpretado como una muestra de dolor. Ahora nos vuelve a sorprender: está embarazada. La buena noticia es especialmente dulce, puesto que su grupo, las llamadas “orcas residentes del sur”, están en peligro de extinción desde 2005.
La información también llega por la misma época en que Tahlequah tuvo a su cría hembra el 24 de julio de 2018. Dos años después se vuelve a ser noticia.
John Durban, científico principal de Southall Enviromental Associates, y Holly Fearnbach, directora de investigación de mamíferos marinos de la ONG SR 3, grabaron imágenes con drones de los residentes del sur y descubrieron embarazos en la población.
Las fotos se toman a más de 30 metros de altura y son parte de un estudio a largo plazo de las condiciones corporales de las orcas en peligro de extinción. Estos mamíferos suelen ir al estrecho de Pudget Sound, un profundo entrante del noreste del océano Pacífico de América, frente al estado de Washington, en Estados Unidos.
Los embarazos son frecuentes en estos animales, y sus pérdidas también, indicó The Seattle Times. Una posible causa de las pérdidas es el estrés por hambre. En la zona no hay suficientes salmones chinook, su principal y preferida fuente de alimento.
No obstante, la orca Tahlequah, que lleva el nombre de una ciudad de Oklahoma, fue noticia por lo que significó que llevara consigo a su cría muerta por dos semanas. Desde el 24 de julio, cuando nació, hasta el 9 de agosto, cuando se separó de ella.
La cría solo vivió treinta minutos. Y desde ese momento la madre la acarreó 1.600 kilómetros. La abandonó cuando mostraba signos de descomposición.
El embarazo no deja de ser sorprendente. El periodo de gestación de estos animales es de 18 meses y las familias están juntas de por vida. Además, el parto de Tahlequah fue el primer nacimiento de su grupo en tres años.
En 2018 su nombre fue invocado para inducir cambios para salvar a las orcas que frecuentan Pudget Sound, pero estas tienen tiempo sin ir. Se cree que buscando un mejor sitio para vivir.
Los embarazos Tahlequah
Se calcula que Tahlequah nació en 1998 y ha tenido dos crías: un macho en 2010, y la hembra en 2018. La ONG, The Whale Museum, de Washington, la bautizó con ese nombre como parte de su programa Adopta una Ballena. A Tahlequah, que no es ningún agente secreto, se le conoce como J35, el mismo código por el que científicos la supervisan, al igual que a las otras orcas.
Es descendiente de Princess Angelina, que llevaba el código J17. La primera cría de Tahlequah es un macho de nombre Notch, que recibió el código J47 y nació en 2010. Los investigadores suponen que Tahlequah tuvo un aborto a mediados de la década que terminó.
Cuando su hermana Polaris, con el código J28, murió en 2016 y dejó huérfanos a sus dos crías, Tahlequah se encargó de ellos. Sin embargo, uno de los pequeños, que aún dependía de la leche, falleció de hambre.
La orca tuvo a su segunda cría el 24 de julio de 2018, cerca de la ciudad de Victoria, Columbia Británica, en Canadá. A principios del siglo XXI las crías y demás miembros de los residentes del sur habían estado muriendo. Dos de las causas son la disminución del salmón chanook y las sustancias tóxicas en el mar de los Salish.
Por esos días los científicos vieron que Tahlequah parecía afectada. Además, otros miembros del grupo de orcas manifestaron señales de preocupación por su salud. Nueve días después del nacimiento, la cría empezó a mostrar signos de descomposición visibles y entonces fue más difícil trasladarlo. Aun así, estuvo con ella hasta el 9 de agosto, cuando se separó.
El grupo de las orcas residentes del sur es muy pequeño. Se calcula que para agosto de 2019 lo integraban un poco más de 70 miembros. Su población vive, como mínimo, 30 años.
Grany, o J12, fue la orca más conocida y vieja del mundo, pero desde 2016 desapareció. Se cree que murió.
Las tasa de mortalidad de las nuevas crías es de 50%. Ahora aumenta la preocupación de que los adultos, J17, la madre de Tahlequah, y K25 no se hayan visto aún durante esta primavera ni en el verano. Ambos se veían delgados y en malas condiciones en el invierno pasado.
Aun así, los legisladores aprobaron leyes para evitar los derrames de petróleo en Pudget Sound y darles a los reguladores una mayor libertad para que puedan restringir los tóxicos y una mayor protección de la costa para viviendas unifamiliares. También se aprobaron limitaciones para la observación de ballenas.
Un batalla que se anunció como ganada
La ONG Greenpeace informó en 2018 que se había frenado el proyecto de ampliación del oleoducto Trans Mountain que pondría en peligro a las orcas residentes del sur. Dijeron que gracias a las manifestaciones de comunidades y grupos de ecologistas, un tribunal federal de Canadá había frenado el proyecto para ampliar el oleoducto.
Denunciaron que la obra tenía como objetivo “transportar uno de los tipos de petróleo más peligrosos y contaminantes (arenas de alquitrán o bituminosas) a través de 1.150 kilómetros (desde el centro del país hasta el océano Pacífico)”.
No obstante, el Tribunal Federal de Apelaciones anuló el proyecto al establecer que no habían consultado a los pueblos originarios que se verían perjudicados. Tampoco se habían determinado adecuadamente cuáles serían los daños ambientales, como del aumento del tráfico de buques cisterna en la zona.
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