Los mejores momentos de nuestras vidas han estado acompañados de una buena y saludable risa. Las bromas y las carcajadas o sonrisas que desatan pueden transformar un mal día. La risa, es un fenómeno universal y espontáneo que ha fascinado a los científicos a lo largo de la historia. Aunque intriga a los científicos en algo coinciden: La risa es necesaria.
Ese comportamiento innato, que se manifiesta incluso durante el sueño, ha sido objeto de numerosos estudios. Independientemente de si es sutil o un estallido de carcajadas que nos hace llorar, siempre nos proporciona una sensación de bienestar. Un nuevo estudio arroja que los humanos nos hemos reído desde hace millones de años.
Es cosa seria
La risa es un fenómeno complejo y multifacético que se relaciona con la evolución, la comunicación social y la salud. Es un comportamiento innato que nos ayuda a sobrevivir y a establecer conexiones sociales. La risa surge de diversas situaciones, desde la percepción de una incongruencia, como un chiste o una situación inesperada, hasta la interacción social. Es una forma primitiva de comunicación que nos permite establecer vínculos y transmitir emociones positivas.
Además de proporcionar bienestar, la risa actúa como un reductor de estrés, liberando dopamina y endorfinas, hormonas que funcionan como analgésicos naturales. Este efecto beneficioso puede ser una de las razones por las que la risa ha sido preservada a lo largo de la evolución, ayudando a los humanos a reconocer que no hay peligros y a sentirse seguros. También juega un papel crucial en la cohesión social, ayudando a unir grupos y a disminuir la tensión entre individuos. Aunque a menudo se asocia con el humor, la risa puede ser provocada por una variedad de situaciones sociales y emocionales. Es más común en situaciones sociales que cuando estamos solos.
La risa es un comportamiento instintivo que no requiere aprendizaje. Además, los humanos no somos los únicos que reímos. Es un fenómeno intrigante y universal que trasciende las barreras culturales y lingüísticas, y que sigue siendo un área activa de investigación en la ciencia del comportamiento y la psicología. Se ha observado la risa en otros primates, como los chimpancés, orangutanes y gorilas. Lo que sugiere que la risa tiene raíces profundas en nuestra evolución biológica.
13 millones de años
Un estudio reciente publicado en The Royal Society reveló fascinantes hallazgos sobre el comportamiento juguetón de los grandes simios. Analizaron 75 horas de grabaciones de vídeo de chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes en zoológicos. Los investigadores identificaron numerosos casos de bromas. Comportamientos, que incluyen ofrecer objetos y luego retirarlos, impedir que otros obtengan los objetos deseados y desobedecer órdenes. Sorprendentemente similares a los observados en niños humanos de tan sólo ocho meses de edad.
Al igual que los bebés humanos, los grandes simios buscan respuestas, repiten y elaboran sus bromas, generalmente en contextos relajados. Aunque se encontraron pocas diferencias entre las especies, observaron variaciones relacionadas con la edad. Los jóvenes parecían bromear más que los adultos y a menudo empleaban comportamientos diferentes. Los chimpancés, por ejemplo, eran los que más se burlaban, a menudo con comportamientos perturbadores como abofetear a adultos adormilados u obstruir sus movimientos. Los orangutanes, por otro lado, demostraron ser hábiles tirando del pelo, mientras que los gorilas preferían los empujones como forma de burla.(Si se le hace familiar seguramente ha visto algún grupo de adolescentes)
Los hallazgos llevaron a los investigadores a concluir que los “prerrequisitos cognitivos para bromear” pueden haber evolucionado en un ancestro compartido por los grandes simios, incluidos los seres humanos, hace al menos 13 millones de años. Sin embargo, la pregunta de por qué los simios bromean sigue siendo un misterio. La autora principal del estudio, Isabelle Laumer, bióloga cognitiva y primatóloga del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal de Alemania, se sorprendió al descubrir que las bromas rara vez desembocaban en un comportamiento agresivo y que los adultos reaccionaban a esto con bastante calma.
Lo que sugiere que, al igual que en los humanos, las bromas pueden ayudar a poner a prueba los límites sociales, fomentar el disfrute mutuo y fortalecer potencialmente las relaciones entre el bromista y su objetivo. Los resultados del estudio tienen implicaciones no sólo para primatólogos y antropólogos biológicos, sino también para el estudio de la emoción, el humor y el fingimiento en un sentido más amplio.
Sobre la risa y humor
- Charlie Chaplin: “Un día sin reír es un día perdido”.
- Mario Moreno Cantiflas: “El humor es cosa sería y la seriedad es una cosa que hay que tomar con humor”.
- Groucho Marx: “No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos”.
- Mark Twain: “La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa”.
- Victor Hugo: “La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano”.
- Oscar Wilde: “La risa no es un mal comienzo para una amistad y es la mejor manera de terminarla”.
- George Bernard Shaw: “La risa es la distancia más corta entre dos personas”.
- Thomas Carlyle: “Es mucho lo que una risa encierra. Ella es la clave con la que desciframos al hombre”.
- Fiódor Mijáilovich Dostoyevski: “Si quieres estudiar a un hombre no prestes atención al modo en que calla, o habla, o llora. Ni siquiera en que es conmovido por las nobles ideas. Mírale más bien cuando ríe”.
- Rubén Darío: “Generalmente, los hombres risueños son sanos de corazón. La risa es la sal de la vida; la risa de un niño es como la loca música de la infancia”.
Lo necesitamos
El humor y la risa son elementos fundamentales en la interacción social. Como señaló la psicóloga social Sara Algoe, la risa compartida puede indicar una visión del mundo común y fortalecer temporalmente la conexión entre las personas. Esta similitud percibida puede ser un componente crucial en la formación de relaciones, y la risa puede ser una herramienta eficaz para facilitar las interacciones cotidianas.
Las investigaciones han destacado los beneficios sociales del humor y han explorado su origen evolutivo. Según Jordan Raine, investigador de la Universidad de Sussex, la risa puede haber surgido como una estrategia cognitiva para formar y mantener alianzas cooperativas a medida que nuestros antepasados comenzaron a vivir en sociedades más grandes y complejas.
La burla juguetona observada en varias especies de grandes simios es un ejemplo de los fundamentos del humor y, por extensión, de la risa. Raine sugiere que la risa pudo haber evolucionado a partir de la respiración agitada durante juegos como las cosquillas, que promueven el comportamiento cooperativo y competitivo en los mamíferos jóvenes. Esta expresión de excitación compartida podría haber sido efectiva para reforzar los vínculos positivos.
Proceso en tres pasos
La risa puede ser desglosada en un proceso de tres pasos: desconcierto, resolución y alivio. Primero, se necesita una situación que parezca extraña e induzca una sensación de incongruencia, lo que provoca desconcierto o pánico. Luego, la preocupación o el estrés que ha provocado la situación incongruente debe resolverse y superarse. Finalmente, la liberación real de la risa actúa como una señal clara para alertar a los demás de que la situación es segura.
Podría ser una señal que la gente ha utilizado durante milenios para mostrarle a los demás que no se requiere una respuesta de lucha o huida y que la amenaza percibida ha pasado. Esto podría explicar por qué la risa es tan contagiosa: nos une, nos hace más sociables y señala el fin del miedo o la preocupación.
Un estudio reveló que por cada 10 minutos de conversación, una persona se ríe 7 veces. Aunque la gente suele asociar la risa con bromas y humor, la verdad es que reímos con mayor frecuencia cuando estamos con otra gente y muy rara vez por bromas. La risa es 30 veces menos frecuente en soledad que en situaciones sociales. Un hecho relevante es que la gente reconoce la risa incluso si es producida por alguien de una cultura completamente ajena y cuyo idioma desconocemos.
Evolucionó en humanos
En los humanos, el humor ha evolucionado más allá de las burlas físicas para incluir el uso de palabras y chistes. A pesar de su aparente simplicidad, el humor es una función cognitiva compleja que está estrechamente vinculada a las habilidades sociales humanas y al desarrollo del lenguaje. Un estudio de 2006 que examinó diversas teorías sobre la estructura y evolución del humor concluyó que los orígenes del lenguaje, la espiritualidad, la dinámica de grupo y las burlas en el reino animal podrían proporcionar pistas significativas para entender los orígenes del humor en los humanos.
Además de facilitar la conexión con los demás, el humor puede tener beneficios psicológicos. Las investigaciones sugieren que el humor puede aliviar la ansiedad a corto plazo y ayudar a las personas a mantener la calma en situaciones estresantes. Hacer bromas sobre algo que causa estrés puede dar una sensación de control sobre la reacción emocional a la situación, y el humor puede permitir un cambio de actitud de nerviosismo a diversión.
La risa, más allá de ser una simple reacción a un estímulo divertido, tiene un impacto biológico significativo. Puede desencadenar la liberación de endorfinas y dopamina, lo que contribuye a una sensación de bienestar y seguridad. El humor, según William Reville, profesor emérito de bioquímica del University College Cork, fue seleccionado por la evolución para mantener flexible nuestra capacidad de categorización. Cuando nos reímos, vemos el mundo desde una perspectiva diferente, lo que nos permite rediseñar nuestras relaciones con los demás y con la realidad de manera flexible.
Saludable
La risa tiene una gran importancia para la fisiología de nuestro cuerpo. Al igual que llorar, masticar, respirar o caminar, la risa es un comportamiento rítmico que es un mecanismo de liberación para el cuerpo. Los centros del cerebro que regulan la risa son los mismos que controlan las emociones, los miedos y la ansiedad. La liberación de la risa calma el estrés o la tensión de una situación e inunda el cuerpo de alivio.
Cuando nos reímos a carcajadas, se activan alrededor de 400 músculos de nuestro cuerpo. Físicamente estimula el sistema inmune, acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro. Puede, incluso, incrementar el umbral de dolor. Uno de los motivos por los que la risoterapia y otras actividades lúdicas tienen cada vez más cabida en hospitales y tratamientos médicos.
La Sociedad Española de Neurología señala que las personas risueñas tienen hasta un 40% menos de problemas vasculares y viven entre cuatro años y medio más que otras personas. Desde el punto de vista mental, la risa reduce el estrés y eleva el estado de ánimo, lo que nos hace sentir mejor.
Crucial para la vida en pareja
Además, el humor juega un papel crucial en la elección de nuestras parejas. Analizar los datos sobre la risa también permite formular una hipótesis sobre por qué las personas se enamoran de alguien porque «las hace reír». Según el neurocientífico cognitivo Christian Jarrett, una vez que el humor evolucionó, se convirtió en una señal social.
Suponemos que las personas graciosas son inteligentes y agradables, y tanto hombres como mujeres prefieren parejas ingeniosas. No es simplemente porque sean graciosas, sino porque su risa puede provocar la nuestra, lo que nos indica que podemos relajarnos y sentirnos seguros, creando así un vínculo de confianza.
Si nuestras risas son provocadas por sus bromas, nos ayuda a superar los miedos generados por situaciones desconocidas o extrañas. Esta capacidad de inspirarnos a superar nuestros miedos puede ser la razón por la que nos sentimos más atraídos por las personas que nos hacen reír. Sin embargo, los hombres tienden a preocuparse más de que sus posibles parejas encuentren graciosos sus chistes, mientras que las mujeres se sienten más atraídas por las personas que les hacen reír.
El humor es humano
Bromeamos porque la evolución nos ha programado para hacerlo. Es importante aclarar que el humor y la risa no son lo mismo. El humor es una forma de juego menos física y más lingüística y cognitiva. Por lo tanto, ‘pillar un chiste’ no implica necesariamente reírse. Nuestro cerebro puede reírse sin que nuestro cuerpo lo exprese.
El humor no sólo nos permite establecer vínculos con otros seres humanos, sino que también nos ayuda a mantener la cordura en un mundo lleno de crisis e incertidumbre. Como dijo el actor y comediante John Marwood Cleese, “La risa te conecta con la gente. Es casi imposible mantener cualquier tipo de distancia o cualquier sentido de jerarquía social cuando estás aullando de risa”. Aunque Cleese no es científico, su observación captura con precisión una de las muchas razones científicas y evolutivas por las que el humor es una parte tan integral de nuestra vida cotidiana.
En la actualidad, disfrutamos de la risa como una experiencia edificante que nos proporciona una sensación de bienestar, sin pensar demasiado en ello. Desde una perspectiva evolutiva, este comportamiento humano puede haber desempeñado un papel importante en términos de conciencia del peligro y autoconservación. Incluso hoy en día, si nos enfrentamos a una situación peligrosa, a menudo reaccionamos con risa como una forma de alivio puro.
“Humor es posiblemente una palabra; la uso constantemente y estoy loco por ella. Algún día averiguaré su significado”.
Groucho Marx