Por Ana Burgueño | Efe
26/07/2016
Steps Ahead nació en 1979 y hace tiempo que dejó de ser un grupo en activo, pero el vibrafonista Mike Manieri mantiene la llama con reuniones esporádicas, como la celebrada este domingo en el Festival de Jazz de San Sebastián. Todo un brillante regreso al presente.
La plaza de la Trinidad ha acogido un concierto de puro disfrute jazzístico con este quinteto que, aunque solo figure Manieri como miembro fundador, ha recuperado a la pianista Eliane Elias para este reencuentro, al que se han unido Donny McCaslin (saxo), Marc Johnson (contrabajo) y Billy Kilson (batería).
¡Apoteósico final de Steps Ahead en la Plza. de la Trinidad! #jazzaldia pic.twitter.com/Cb5nsdK6lS
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A todos les sobra calidad y experiencia, así que la cosa ha ido sobre ruedas. Han tocado Pools de Don Grolmick -el pianista de cuando el grupo solo se llamaba Steps- y han interpretado varios temas de Eliane Elias, que precisamente participó, en 1983, en la grabación del primer disco que llevó el título del que sería el nombre definitivo de la banda.
Manieri ha felicitado además a Elias por su reciente Grammy al mejor álbum de jazz latino, Made in Brasil. La artista, que tuvo en su primer trío al batería Jack DeJohnette y ha trabajado con importantes músicos, y no solo de jazz, posiblemente no deje rastro fotográfico de su paso por San Sebastián por lo excesivo de las condiciones impuestas a los redactores gráficos.
Se les pedía no tomar imágenes a menos de 7,62 metros y se les prohibía los contrapicados, cumplido lo cual debían esperar a la autorización correspondiente para ver qué fotos se podían salvar de ser borradas. Resultado, que la inmensa mayoría de los focos se han dirigido a los otros miembros del grupo, mientras la rubia brasileña, a un lado y al fondo del escenario, posaba no obstante ante el piano por si algún flash acababa reparando en ella.
Divismos aparte, Elias toca de maravilla y ha sido una compañera ejemplar para el grupo, que contaba con la solidez del bajista Marc Johnson, miembro del último trío del legendario pianista Bill Evans, y con un no menos espectacular Donny McCaslin, que formó parte de la banda que grabó con David Bowie su último disco, Blackstar.
El penúltimo regalo fue Lush Life, tema de Billy Strayhorn que ha tocado solo y deliciosamente Manieri, que comparte la paternidad de Steps Ahead junto al fallecido saxofonista Michael Brecker. La animada Union Pacific, composición de Marc Johnson, cerró la Trini, que por la tarde se encargaba de abrir el joven y ecléctico cantante José James.
¡José James firmando autógrafos a la entrada de la Plza. Trinidad! #grandesmomentos #heinekenjazzaldia #jazzaldia pic.twitter.com/PVx76GkwTM
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De James habían anunciado que venía a presentar su último disco, Love In A Time Of Madness, que aún no ha salido a la venta, pero del que el público solo ha podido catar Let it Fall y Live Your Fantasy, dos de los cortes que circulan como «preview» por internet.
El concierto ha comenzado con It’s All Over Your Body, tema de su disco No Beginning No End con el que pegó el gran salto, y del que ha rescatado también una sentida Come To My Door.
Este cantante, que lleva a su terreno el soul y pasa del rap al hip hop sin previo aviso, se ha marcado un mix para rendir tributo a Bill Withers con temas como Grandma’s Hands y Ain’t no Sunshine, y ha homenajeado a David Bowie con su The Man Who Sold The World.
Estaba con un estupendo Do You Feel cuando inesperadamente ha aparecido Christian Scott en el escenario y la canción se ha alargado para introducir la aportación del extraordinario trompetista, que no podía haber puesto un final mejor al estreno de James en el Jazzaldia.
El auditorio del Kursaal ha sido para el saxofonista Jan Garbarek y el percusionista indio Trilok Gurtu, muy bien acompañados por Rainer Brüninghaus al piano y Yuri Daniel al bajo.
El saxofonista noruego ha buscado la belleza en la mesura y en la melodía, aunque ésta se ha deslizado después hacia la búsqueda de lo nuevo.
Solos magníficos de todos los músicos, extraordinarios el bajo y el pianista, y sorprendente Trilok Gurtu, tan hábil con las manos como con las baquetas.
La propuesta ha encantado y eso que ha llegado a las dos horas, a las que se ha sumado el tiempo de los bises, porque el público en pie aún reclamaba más.