La adquisición de Universal Genève por Breitling añade otro capítulo a una marca conocida por su innovación y destreza relojera que supone un hito histórico para la industria de la relojería suiza. Este paso estratégico implica restaurar el prestigio de un nombre consagrado en el mundo de los relojes de lujo.
«Aunque estamos entusiasmados, también somos plenamente conscientes de la tarea que tenemos por delante y del vasto legado que queremos mantener», declaró Georges Kern, CEO de Breitling. Universal Genève fue en su día aclamada como la modista de la relojería y reconocida por sus movimientos propios y sus modelos míticos.
Kern explica que recuperar una marca con una narrativa tan rica no es una labor apresurada, sino un acto de amor meticuloso que anticipamos que se desarrollará durante los próximos años. Se incorporará un equipo específico que permitirá que Breitling y Universal Genève operen como maisons por separado.
«Los entusiastas de los relojes han soñado el regreso permanente de la marca», dice Alfred Gantner, cofundador de Partners Group y presidente del consejo de administración de Breitling.
Fundada en 1894, Universal Genève ganó protagonismo a lo largo de la primera mitad del siglo XX, gracias a sus diseños innovadores y a su destreza técnica. Sin embargo, la crisis del cuarzo supuso un gran reto para la empresa que cambió su trayectoria. A partir de 1989 perteneció a la empresa Stelux Group, con sede en Hong Kong, que mantuvo de forma activa su legado.
UNIDOS POR UN PASADO EN COMÚN
Con la adquisición, Breitling pretende restaurar la antigua gloria de Universal Genève, anclada en la tradición suiza, pero preparada para hacer gala de una relevancia contemporánea.
«Estamos convencidos de que Breitling se encuentra en la mejor situación para llevar a Universal Genève al siguiente nivel, al igual que ha hecho con su propia marca», afirmó Joseph Wong, presidente y CEO de Stelux Group.
Agregó que cuando se gestiona una maison d’horlogerie de Universal Genève, preservar su legado es primordial. “Breitling ha demostrado su total compromiso para garantizar que Universal Genève perdure, en nombre y en espíritu», subrayó.
No es la primera vez que Universal Genève y Breitling estrechan lazos. Como especialistas destacados en cronógrafos, fueron tanto rivales como aliadas. Ahora convivirán manteniendo sus particularidades y haciendo honor a una historia de ingenio en común.
«Este regreso es un sueño que se ha convertido en un proceso en el que nos embarcamos con el mayor respeto y dedicación con el fin de garantizar el regreso de Universal Genève al lugar que le corresponde en la relojería», finalizó Kern.
BREITLING
Fundada en 1884, Breitling es célebre por sus relojes de alta precisión, el desarrollo del cronógrafo de pulsera y un compromiso sin concesiones con la excelencia en el diseño. Con la adquisición de Universal Genève, Breitling y los socios mayoritarios del grupo (con sede en Zug, Suiza) siguen construyendo un legado de relojería de lujo arraigado en la tradición.
UNA BREVE HISTORIA SOBRE UNIVERSAL GENÈVE
Años veinte: «Relojes de precisión, joyería de precisión»
Durante sus primeros años, Universal Genève presentó relojes de cóctel para mujer e innovadores relojes joya para hombre, incluido el Cabriolet reversible, uno de los primeros de este tipo.
Años cuarenta: «La hora exacta… y algo más»
La marca estuvo a la cabeza de la innovación en cronógrafos, ofreciendo una sorprendente variedad de sus cronógrafos Compax con movimientos de manufactura, junto con el legendario calendario completo Tri-Compax, lanzado para celebrar el 50.º aniversario de la marca.
Años cincuenta: «Un triunfo de la relojería
El reloj Polerouter fue diseñado para resistir cualquier clima, desde el polo hasta el ecuador. Universal Genève se lo encargó a Gérald Genta, cuando este tenía 23 años. En esa década, la marca introdujo un revolucionario movimiento de cuerda automática conocido como Microtor.
Años sesenta: «La modista de los relojes»
Volvió a lanzar con éxito su serie Compax en forma de relojes deportivos, que incluía el favorito de los coleccionistas, el cronógrafo «Nina Rindt», y el calendario completo Tri-Compax «Eric Clapton», apodados así por sus famosos usuarios. En 1966, Universal Genève lanzó el movimiento automático más plano del mundo en su Golden Shadow.