La desigualdad de oportunidades y la brecha salarial entre hombres y mujeres en el mercado laboral de España se acortan, pero aún dista de alcanzar la equidad total. En 2020, las españolas, según las cifras oficiales del Instituto de las Mujeres, ganaron de media un 18,7% menos que los españoles. Es decir, tuvieron que trabajar dos meses más que los hombres para ganar lo mismo.
Otro informe ubica la brecha salarial de género en 28,1%. “La desigualdad salarial española deja al país en la bancada”, señala Global Gender Gap 2022 del Foro Económico Mundial. Si la igualdad de hombres y mujeres continúa avanzando a la velocidad actual, tendrían que pasar 132 años para alcanzar la paridad completa.
Sostiene el estudio que España ocupa el puesto número 17 del mundo en cuanto a igualdad de género (su puntuación es de 0,788 sobre 1, donde 1 es la paridad completa). Mientras tanto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que las mujeres cobran un 20% menos que los hombres en todo el mundo. La brecha salarial entre géneros se ha reducido en algunos países; contrariamente en otros, apenas se han producido cambios. Según Eurostat, son 47 los días que las mujeres de la Unión Europea (UE) trabajan gratis al año con respecto a los hombres.
El informe del Instituto de las Mujeres, difundido el Día para la Igualdad Retributiva, reconoce que «aún queda mucho camino por recorrer» en este tema. Pero advierte que se está registrando «una lenta pero positiva tendencia a la baja», con «una reducción de 5,21 puntos en los últimos ocho años». En 2012 y 2013 la brecha salarial se encontraba en el 23,9%.
Brecha salarial entre hombres y mujeres en España
El análisis tomó en cuenta los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2020. Entonces el salario medio anual de las españolas era de 22.467 euros, frente a los 27.642 euros anuales que cobran de media los hombres. Los datos muestran que la brecha salarial en España entre mujeres y hombres era mayor en la jornada parcial (12%) que en los empleos de jornada completa (8,2%).
Y este diferencial aumenta con la edad. El tramo con mayor brecha retributiva es el de 65 o más años, que alcanza en 31,7%, frente al 11,6% de los trabajadores entre 25 y 29 años.
Asimismo, el documento refiere que los hombres ganan más que las mujeres en casi todas las secciones de actividad. Observándose la brecha más elevada en las actividades administrativas y servicios auxiliares (31%), recoge Europapress. Destaca también que en el sector de las actividades sanitarias y de servicios sociales, donde la mujer tiene una presencia del 76,4%, los hombres cobran un 28,3% más que ellas.
Por autonomías, en 2020 la mayor brecha salarial se registró en Asturias, con 23,7%, seguida de Navarra (23,2%), Andalucía (21,2%) y Murcia (20,6%). Y con la menor brecha se encuentra Canarias (9,8%), Castilla-La Mancha (13,6%) y Baleares (14%).
El Instituto de las Mujeres atribuye las mejoras que se han registrado en este aspecto en los últimos años, a las modificaciones en la contratación introducidas por la reforma laboral, junto con la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). A todo ello, sostiene, hay que añadir «los esperados efectos positivos de los cambios normativos introducidos en materia de planes de igualdad y transparencia retributiva» en las empresas.
Así como a “la reducción, motivada por la reforma laboral, de los contratos temporales y la precariedad».
La desigualdad en Europa
Según los datos de Eurostat 2022, la brecha salarial en la Unión Europea en 2010 era menor a la de España, con un 15,8% y se ha ido reduciendo lentamente hasta el 13% en 2020.
Los países con mayor brecha salarial en la UE fueron Letonia (22,3%), Estonia (21,1%), seguidos por Austria (18,9%) y Alemania (18,3%). Por otro lado, los países con menor brecha salarial fueron Luxemburgo (0,7%), Rumanía (2,4%), Eslovenia (3,1%) e Italia (4,2%).
Hace más de 45 años se aprobó una legislación para defender la igualdad salarial entre hombres y mujeres a nivel europeo. Sin embargo, la brecha sigue siendo muy elevada. El bloque está retrasando adoptar una Directiva sobre Transparencia Salarial, que ayudaría a destacar varios elementos de la discriminación salarial. El Comité de Mujeres de la Confederación Europea de Sindicatos, está insistiendo a aprobar esa Directiva que autorice a las trabajadoras que reevalúen el valor de su trabajo.
Indica el Foro Económico Mundial que el problema de la desigualdad salarial es un problema persistente y universal. Parte de esta diferencia puede explicarse por la formación, experiencia laboral, tamaño de la empresa y presencia sindical. Además de otros como la existencia de estereotipos de género y valor correspondiente del trabajo.
El principio de igualdad de remuneración por trabajo igual o equivalente significa que no debe de haber una diferencia de salario basada en el género por el desarrollo de una misma labor.
Bajo este contexto, los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEPs por sus siglas en inglés) ofrecen una guía para que las empresas sostenibles promuevan la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Los WEPs han sido creados por ONU Mujeres y el Pacto Mundial de la ONU. Se basan en las normas internacionales de trabajo y derechos humanos. Resaltando que “tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo sin discriminación” anima a pagar la misma remuneración por un trabajo de igual valor.
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