Pese a un alerta de las autoridades aduaneras de Europa y Estados Unidos, Brasil exportó miles de cargamentos de madera desde un puerto amazónico, sin autorización de la agencia federal de medio ambiente durante 2019.
El presidente de la agencia ambiental brasileña (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables), Eduardo Bim, cambió las regulaciones para eliminar las autorizaciones de exportación que antes se requerían.
Los cambios invalidaron la opinión técnica de cinco analistas de la agencia que argumentaban que las autorizaciones de exportación deberían permanecer en vigor. Los expertos consideran que las modificaciones hechas por Bim debilitan aún más la capacidad de Brasil para controlar la exportación de madera deforestada ilegalmente.
La #regeneración no puede seguir el ritmo de la pérdida de árboles…https://t.co/Ov36XnNnGA #Amazonas pic.twitter.com/uMzh0j5xZt
— WEF en Español (@wef_es) March 4, 2020
La exportación de madera brasileña en forma ilegal comenzó hace tiempo. Uno de los últimos reportes de la policía, fechado en 2018, reportaba el desmantelamiento de un sistema de gran escala para exportar madera ilegal de la Amazonia a Europa y a Estados Unidos.
Brasil también es el primer país productor de madera de América del Sur, y uno de los mayores del mundo.
Exportaciones no autorizadas
El cambio de la norma se hizo después de que cinco cargamentos de madera llegaran a puertos de Estados Unidos y Europa a principios de este año sin la autorización del Ibama.
Cuando los países receptores preguntaron por las autorizaciones que faltaban, el director del Ibama en Pará las concedió con carácter retroactivo. No obstante, el problema va más allá de estos 5 envíos. En el estado de Pará más de la mitad de los 3.000 envíos de 54.000 metros cúbicos de madera que salieron el año pasado no tenía autorización.
Los envíos eran para los Estados Unidos, Países Bajos, Francia, Alemania, Bélgica y posiblemente otras naciones.
Deforestación del Amazonas
El Amazonas es la selva tropical húmeda más grande del mundo y su protección se considera vital para frenar el cambio climático, debido a la gran cantidad de gases de efecto invernadero que absorbe y almacena.
“A floresta é um grande livro aberto, mas as pessoas não querem ler”. Enquanto o desmatamento avança para dar lugar ao lucro para alguns poucos, estamos perdendo riquezas que sequer conhecemos! https://t.co/WVW6u3SYhE #ProtegendoOdesconhecido pic.twitter.com/kNy3VDPW2l
— Greenpeace Brasil (@GreenpeaceBR) February 22, 2020
Pará, el estado amazónico desde el cual se exportaron miles de cargamentos de madera sin control, es un foco de deforestación. Hasta julio de 2019, representó el 40% de toda la deforestación ilegal de la Amazonia brasileña. Los 3.862 kilómetros cuadrados destruidos en un año representan un área similar al archipiélago africano de Cabo Verde y superior al estado estadounidense de Rhode Island.
La destrucción de la Amazonia aumentó el año pasado y provocó protestas alrededor del mundo. Líderes y ecologistas culparon al presidente Jair Bolsonaro de alentar la acción de madereros, ganaderos y especuladores de tierras ilegales. Bolsonaro ha dicho que es injustamente demonizado. «Que gran parte de la Amazonia siga en pie muestra que Brasil es un modelo de conservación», afirmó.
Para más información ingresa a Cambio16
Lee también:Duro golpe al tráfico de madera proveniente de Brasil y África
Duro golpe al tráfico de madera proveniente de Brasil y África