Tras los enormes incendios que consumieron parte del Amazonia, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ordenó el despliegue de las fuerzas militares para la protección de la selva tropical. Sin embargo, la operación denominada «Brasil Verde 2», tuvo el efecto contrario.
Bajo el control del Ejército, la investigación y el combate a la deforestación en la Amazonia se mantiene paralizado. Mientras tanto, los soldados están enfocado en la construcción de caminos, puentes dedicados a las exportaciones y que permiten un mejor acceso a las áreas protegidas, lo que expone aún más a la selva tropical.
La Operación Brasil Verde 2 contó con un presupuesto inicial de 12 millones de dólares e involucró a 3.800 profesionales, 110 coches, 20 barcos y 12 aviones.
Los incendios no cesan
Un informe de la organización Human Rights Watch detalla que los incendios forestales del Amazonas podrían ser peores este año, en comparación con los de 2019.
La Amazonía perdió aproximadamente 17% de su área original y, al ritmo actual llegará al punto de inflexión en los próximos 15 a 30 años, detalló Carlos Nobre, científico y meteorólogo brasileño. Pero eso no es todo, en julio de cada año comienza la temporada de incendios en el Pantanal, Brasil. Hasta ahora, el área ha registrado en agosto la mayor cantidad de incendios en 15 años.
Las llamas están arrasando el Pantanal, el humedal más grande del mundo. El fuego se acerca a la carretera principal de la región y amenaza especies en peligro de extinción. La región vive una sequía histórica que, según los expertos, es causada por un desequilibrio climático.
Pueblos indígenas amenazados por el fuego
Las condiciones de salud de los pueblos indígenas de la Amazonía brasileña han empeorado a causa de los devastadores incendios que arrasan su territorio.
El año pasado, el humo de los incendios relacionados con la deforestación en la Amazonía brasileña llevó a la hospitalización de más de 2.000 personas. Lo que provocó un impacto negativo en la salud pública de la región.
La pandemia continúa, y es probable que aumenten las hospitalizaciones que, potencialmente, llevarán al colapso del sistema de salud.
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