Brasil se retiró de un pacto de la Organización de las Naciones Unidas para ocuparse del aumento de la migración. Se suma así a Estados Unidos y a un número creciente de países que ha rechazado el acuerdo.
La retirada, notificada en una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, se produce tan sólo un mes después de que Brasil, aún bajo el gobierno de Michel Temer, suscribiese el acuerdo.
No hay vuelta atrás
El propio presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, confirmó la salida de su país del Pacto Mundial sobre Migración. La decisión ya fue notificada por el Ministerio de Asuntos Exteriores a la organización internacional.
«Brasil es un estado soberano para decidir si acepta o no a migrantes«. Así lo avisó Bolsonaro este miércoles en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter. «Quien por ventura venga aquí deberá estar sujeto a nuestras leyes, reglas y costumbres, además de tener que cantar nuestro himno y respetar nuestra cultura», ha puntualizado.
Pacto Migratório: pic.twitter.com/PPI5j6S698
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) January 9, 2019
«No será cualquiera que entre en nuestra casa ni será cualquiera que entre en Brasil a través de un pacto adoptado por terceros», agregó. Concluyó su mensaje con un contundente «no al pacto migratorio».
Bolsonaro no sólo ha cuestionado el pacto migratorio. También ha criticado el Acuerdo de París contra el calentamiento global, del cual también ha amenazado con salirse.
Una salida anunciada
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, había anunciado el mes pasado, antes de asumir el cargo, la intención de Bolsonaro de salir del acuerdo migratorio.
El diplomático manifestó que el acuerdo internacional era «un instrumento inapropiado» para tratar el tema de la inmigración. Aseguró que los países deberían establecer sus propias políticas. «La inmigración debe ser bienvenida pero no debe ser indiscriminada», agregó.
«Tiene que haber criterios para garantizar la seguridad tanto de los migrantes como de los ciudadanos en el país de destino. La inmigración debe estar al servicio de los intereses nacionales y de la cohesión de cada sociedad», declaró en esa oportunidad.
Para facilitar a leitura, reproduzo aqui, em conjunto, o texto dos meus três tweets desta noite sobre o tema das migrações: pic.twitter.com/Oq8WWgNOhl
— Ernesto Araújo (@ernestofaraujo) December 11, 2018
Alcance del acuerdo migratorio
El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular fue suscrito en la Asamblea General de la ONU. Unos 152 países miembros, incluido Brasil, lo firmaron.
Actualmente hay 21,3 millones de refugiados en todo el mundo, según cifras de la ONU. La organización comenzó a trabajar en el acuerdo no vinculante después de que más de 1 millón de personas llegaran a Europa en 2015. Muchos de ellos huyen de la guerra civil en Siria y de la pobreza en África.
El acuerdo migratorio aborda temas como la forma de proteger a los desplazados y su integración o envío de vuelta a su país. El convenio ha sido criticado principalmente por políticos europeos de derecha que dicen que podría aumentar la inmigración.
Los miembros de la ONU -salvo Estados Unidos- aceptaron su redacción en julio. Solo 164 de 193, incluido Brasil, lo ratificaron formalmente.
Llamamiento desde El Vaticano
El papa Francisco había advertido el lunes contra el resurgimiento de los movimientos nacionalistas y populistas. El Sumo Pontífice criticó a los países que tratan de resolver la crisis migratoria con acciones unilaterales o aislacionistas.
El Obispo de Roma elogió el acuerdo migratorio de la ONU, que establece objetivos sobre cómo se pueden gestionar los movimientos de personas.
Francisco hizo estas declaraciones ante diplomáticos en lo que se conoce de manera informal como su discurso anual sobre el «estado del mundo».
«No creo que puedan existir soluciones parciales para un problema tan universal», señaló.
Imigrante deve cantar nosso hino, diz Bolsonaro após saída do Pacto Global de Migração https://t.co/q4bUS27O8E pic.twitter.com/TTXkLXxh8y
— Folha de S.Paulo (@folha) January 9, 2019
Brasil y el caso de Venezuela
El tema de la inmigración es un asunto clave en la agenda política de Brasil. En los últimos meses, oleadas de venezolanos han entrado en territorio carioca, escapando de la crisis económica y política en su país. El ingreso de esas miles de personas está colapsando los servicios públicos y las finanzas. Especialmente afectado ha resultado el norteño estado de Roraima.
Araújo ha dicho que, en el caso concreto de los venezolanos «que huyen del régimen de Nicolás Maduro, seguiremos acogiéndolos». Aunque «es fundamental trabajar para restaurar la democracia en Venezuela».
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