En el 50º aniversario de la publicación del mítico álbum Aladdin Sane se presenta en España la obra conjunta de Brian Duffy (1933-2010), uno de los más respetados fotógrafos británicos, junto a David Bowie, uno de los músicos con mayor talento e influencia de la historia de la música popular. La innovadora e inédita muestra, ubicada en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), cuenta con más de 160 piezas que aportan luz sobre los procesos creativos de dos de los artistas más icónicos del siglo XX.
David Bowie era un maestro en la creación de múltiples personalidades, que redefinía lo que significaba ser una estrella del rock a muchos niveles, reinventándose continuamente. La música era sólo un elemento de su proceso, sabía que la imagen y la identidad también eran importantes, y quería trabajar siempre con las mejores mentes creativas del momento para dar vida a sus ideas. Para Bowie, un colaborador destacaba por encima de todos los demás: Brian Duffy.
Esta experiencia expositiva única lleva a los visitantes en un viaje inmersivo en el tiempo a través de los años 70 y hasta 1980, los años dorados de Bowie. Una década durante la cual Bowie creó los personajes Ziggy Stardust, Thin White Duke, Scary Monsters y el icónico Aladdin Sane. Una década en la que el trabajo en colaboración de Bowie y Duffy, dos extraordinarios inconformistas creativos, produjo momentos de magia, así como las imágenes que definieron la carrera de Bowie.
Los visitantes serán transportados a los tiempos y lugares en los que tuvieron lugar las cinco sesiones creativas históricas y, gracias a la narración digital inmersiva, conocerán a las personas que estuvieron allí a través de entrevistas inéditas, películas de archivo y fotografías. Junto a la experiencia cinematográfica inmersiva, los visitantes podrán ver más de 160 objetos originales de las colecciones del Archivo Duffy, entre ellos obras de arte, bocetos, notas, dibujos y fotografías que se produjeron bajo las legendarias luces del estudio.
David Bowie (1947-2016) es quizá la estrella del pop más perdurable de todos los tiempos. No solo fue cantante, músico, compositor, pintor y actor, sino que también tuvo una habilidad única para recrear su imagen personal una y otra vez, al tiempo que mantenía su música a la vanguardia de los tiempos.
Bowie, que nunca se quedó en la zona de confort, buscó a otros inconformistas, creativos y personajes inusuales, confiando en ellos para aportar a cada sesión de colaboración algo original e inspirador. Bowie era un visionario y un camaleón artístico, y vio un espíritu similar en el fotógrafo Duffy, con quien fue capaz de romper barreras en cada sesión que produjeron juntos.
Para crear la andrógina imagen de Ziggy Stardust, Bowie se inspiró en el maquillaje y la puesta en escena del teatro japonés kabuki, esto, combinado con la ciencia ficción dio inicio a una serie de míticos personajes imprescindibles para la cultura pop.
La primera de sus cinco sesiones creativas fue también el primer personaje de Bowie: Ziggy Stardust en su traje espacial llegando a la Tierra con su guitarra. El personaje de Ziggy había quedado atrás en la cima de su estrellato y Bowie había pasado a otra versión de sí mismo: el dúo había creado la icónica portada del álbum Aladdin Sane.
Bowie viajó a Estados Unidos para protagonizar la película de culto El hombre que cayó a la Tierra. Su personaje en pantalla, Thomas Jerome Newton, otro extraterrestre atrapado en la Tierra, hizo la transición para convertirse en el Thin White Duke (Delgado Duque Blanco) durante la famosa gira Station to Station. Duffy fotografió a Bowie en el desierto de Nuevo México en una innovadora sesión al atardecer con un equipo mínimo y sin asistencia. Fue espontáneo, innovador y creativo, como le gustaba a Bowie.
Después de Thin White Duke, David se alejó de América y se trasladó a Europa para trabajar en la trilogía de Berlín. El rodaje de Lodger fue para el último álbum de ese legendario periodo y el encargo de Duffy fue crear un hombre que se cae. Duffy suspendió en el aire a Bowie con una serie de accesorios que diseñó para mostrarle cayendo.
La última sesión de Bowie con Duffy tuvo lugar cuando regresó al Reino Unido tras vivir en la oscuridad en Berlín. Bowie retomó sus influencias miméticas anteriores para crear el payaso Pierrot, y el artista Edward Bell reelaboró posteriormente algunas de las fotografías de Duffy para crear la singular obra de arte.
El resultado fue otra versión de Bowie hecha realidad, que se convirtió en la portada de Scary Monsters, un álbum que llegó directamente al número uno de las listas británicas. David Bowie nunca se encasilló, siempre buscó innovar y transformarse con el apoyo y la inspiración de extraordinarios colaboradores creativos. Duffy fue sin duda uno de sus faros creativos más relevantes.
Brian Duffy (1933-2010) formó parte del pequeño grupo de fotógrafos pioneros que definieron el aspecto innovador de los Swinging Sixties londinenses. Duffy comenzó su carrera fotográfica en Vogue, cubriendo la moda, una relación exitosa que continuó en la década de 1970. Sin embargo, como artista con un talento creativo excepcional, siempre buscaba formas de crear algo nuevo y emocionante y de seguir avanzando y traspasando los límites.
Duffy conoció a David Bowie de la mano de Tony Defries, que acababa de asumir el management de Bowie. Tony y Duffy ya se conocían, quería probar a su nuevo artista e hizo que varios fotógrafos fotografiaran a Bowie para ver con cuál le gustaría trabajar. Las fotografías nunca se publicaron, pero Duffy y Bowie entablaron una amistad que les llevó a trabajar juntos en cuatro sesiones más, un trabajo que acabó definiendo la carrera de Bowie.
Cuando Duffy recibió el encargo de fotografiar la portada del álbum Aladdin Sane, preguntó a Bowie cómo se llamaría el álbum. Oyó mal «A lad insane» como Aladdin Sane y el resto es historia. Bowie ya había experimentado con la adición de símbolos en su cara y había utilizado un flash rojo durante la época de Ziggy Stardust.
A Bowie se le ocurrió la idea del rayo sobre su cara, pero dijo que la lágrima fue idea de Brian Duffy. El rayo representa la dualidad de la mente, aunque él luego comentaría que el «muchacho loco» de la canción que da título al álbum fue inspirado en su hermano Terry, que había sido diagnosticado como esquizofrénico.
El maquillador de Aladdin Sane, Richard Pierre Laroche, puso un pequeño flash en la cara de Bowie. Duffy lo retiró y dibujó en su lugar un gran flash sobre la cara de Bowie con pintalabios. Es este flash rojo y azul el que se ha replicado en todo el mundo, un símbolo que siempre estará vinculado a David Bowie.
La imagen surrealista de la portada, que ahora se conoce como ‘la Mona Lisa del pop’, es quizá la más conocida de todas las imágenes de David Bowie y se ha convertido en una de las imágenes pop más icónicas de todos los tiempos. En 2013 una imagen de esta sesión fue elegida como identidad principal de la exposición itinerante por todo el mundo del Victoria & Albert Museum David Bowie is, que atrajo a más de dos millones de visitantes.
La relación de trabajo y la amistad de Duffy continuaron con Bowie hasta 1980, cuando Duffy se retiró de la fotografía. Desde la creación del archivo Archivo Duffy en 2008, la obra de Duffy se ha expuesto en museos y galerías de todo el mundo. Duffy ha sido elegido uno de los 100 fotógrafos más influyentes de todos los tiempos.
A Bowie se le ocurrió la idea del rayo sobre su cara, pero dijo que la lágrima fue idea de Brian Duffy. El rayo representa la dualidad de la mente, aunque él luego comentaría que el «muchacho loco» de la canción que da título al álbum fue inspirado en su hermano Terry, que había sido diagnosticado como esquizofrénico.
LOS DIEZ IMPRESCINDIBLES DE LA EXPOSICIÓN
1. Imagen de Duffy con el codo apoyado en la rodilla
Al elegir a sus principales colaboradores, David Bowie se decantaba por personas de mente despierta y una originalidad que pudiera sorprenderlo. Congenió rápidamente con el pragmático y experimentado Duffy, que tenía su propia forma idiosincrática e irreverente de ver las cosas.
Una persona combativa y con los pies en la tierra, pero secretamente aficionada a lo cósmico. Brian Duffy (1933-2010) era el integrante más cerebral y revolucionario de un trío de primeras espadas de la fotografía, de origen humilde y actitud inquebrantable. Apodado The Black Trinity (La Trinidad Negra). Conocidos por sus respectivos apellidos, Duffy, Bailey (1938-) y Donovan (1936-1996), a los que la modelo Patti Boyd describió como «rockeros sin rock and roll», contribuyeron a construir el aura subversiva y desenfadada de los que serían bautizados como Swinging Sixties, los alocados años sesenta.
The Black Trinity rechazaba la fotografía de moda convencional, que encontraba demasiado artificiosa y anticuada, y mezclaba su energía desbordante y su experiencia callejera con una calculada precisión abstracta. «No hacíamos lo que se nos pedía», comentó Duffy en una ocasión. Tras una infancia problemática y rebelde, Duffy estudió pintura y diseño de vestuario en la prestigiosa Saint Martin’s School of Art de Londres, buscando algo que se adaptara a su personalidad y sus talentos. Finalmente, intrigado por las hojas de contactos, encontró su sitio en la fotografía.
La edición británica de la revista Vogue le contrató en 1958, después trabajó para la francesa Elle y en 1963 ya tenía su propio estudio, fotografiaba a famosos como Jean Shrimpton, Nina Simone, Brigitte Bardot, John Lennon, Michael Caine y Sammy Davis Jr. y siempre se las apañaba para dar un toque insólito a su imagen. Tenía una visión única. La moda, el sexo y la tecnología confluían con el arte, la belleza y el misterio. La filosofía se encontraba con la publicidad, la ropa con el cuerpo. Él mismo con sus modelos, la expresión personal con la experimentación y lo real con lo irreal.
Cuando empezaron a trabajar juntos en 1972, Duffy era tan famoso en su ámbito como Bowie en el suyo. Y seguía sin estar interesado en hacer lo que se le pedía. Pero Bowie no le dijo cómo tenía que hacer las cosas, sino que le mostró otro punto de vista y un territorio virgen por explorar. Duffy, trece años mayor, le enseñó unas cuantas cosas a cambio.
2. Ziggy Stardust: cartel de concierto original de 1972
Guildhall de Plymouth, celebrado el domingo 30 de abril de 1972, el concierto número 24 de la primera etapa de la gira de Ziggy Stardust. El llamativo cartel minimalista fue diseñado por Peter y Greg Van Dike, de la promotora del concierto, el club underground Van Dike Club de Plymouth, que cerró ese mismo año. La imagen era más Hunky Dory que Ziggy, ya que la nueva personalidad de Bowie era todavía un secreto y su pelo rojo intenso apenas tenía unos días.
3. La cámara Hasselblad con la que Duffy fotografió la portada del álbum Aladdin Sane en 1973
Las imágenes de la sesión fueron tomadas con la fiel Hasselblad de Duffy, utilizando un flash de anillo fabricado por David Cecil, en película Ektachrome ASA 64 de formato 120.
4. Transferencia vintage y original de Aladdin tomada para la portada del álbum
Proceso de transferencia de color Dye Transfer de Aladdin Sane. El gerente de Duffy, Francis Newman, señaló que la cuota por día de estudio ascendía a 300 libras en aquel momento y que el proceso de transferencia de color que utilizaron costaba 1.000 libras. «Era mucho dinero», dijo.
5. Pruebas de imprenta a color de Aladdin Sane o la gran pared con sus diferentes tomas.
6. Las ilustraciones originales de May Routh del traje espacial que Bowie lució en la película El hombre que cayó a la Tierra
Ilustración de diseño de vestuario de May Routh. La diseñadora confeccionó este traje con lazos y tubos para reflejar hasta qué punto dependía Newton del agua en su planeta natal, basándose en la sugerencia de Roeg de que el personaje vistiera agua. Al empezar a trabajar como diseñadora de vestuario, le sorprendió que sus colegas no dibujaran sus propios diseños. Ella dibujaba los trajes tal y como se los imaginaba, algo especialmente útil para la ropa de Bowie en El hombre que cayó a la Tierra, con su toque familiar incluido.
7. Cámara panorámica Russian Horizont original utilizada en White Sands, Nuevo México, con el traje de Thin White Duke
La cámara portátil de 35 mm Horizont Panoramic, utilizada para las fotos de la puesta de sol de Bowie en White Sands, era relativamente compacta y lo suficientemente ligera como para tomar decisiones rápidas. Fue fabricada por Krasnogorsky Mekhanichesky Zavod (KMZ) en la Unión Soviética entre 1965 y 1973.
8. Polaroids originales de la sesión de fotos del álbum Lodger
Seis polaroids de prueba de la sesión original, incluyendo la que Bowie escogió para la portada de Lodger.
9. Sellos de la funda del álbum Scary Monsters con bocetos de David Bowie
Prueba de imprenta original de la imagen interior del desplegable a un color.
10. David Bowie con un perro Scottie esperando a reunirse para hablar del rodaje de Scary Monsters
David Bowie con su ‘amigo’ en una reunión sobre la carátula de Scary Monsters en 1980. El perro de raza Scottie entró en la habitación y se sentó tranquilamente junto al artista. Se le puede imaginar diciendo algo que una vez dijo al artista Derek Boshier: “Nunca tienes el control sobre quién te hace famoso. A mí simplemente se me ocurren ideas y la gente las saca a pasear”.