Cautivan por su belleza apacible y su gratificante bienestar ecológico. Pero un dato inexplorado señala que los bosques de algas marinas gigantes proporcionan una amplia riqueza económica.
Si bien estos bosques han brindado valiosos aportes ecosistémicos durante milenios, el valor ecológico y económico global de esos servicios está en gran medida sin resolver. Los bosques de algas marinas están disminuyendo en muchas regiones y los esfuerzos para gestionar estos ecosistemas se ven obstaculizados. Sin estimaciones precisas del valor que brindan a las sociedades.
Se estima que las vastas extensiones de los bosques de algas marinas que crecen a lo largo de las costas del mundo generan un promedio de 500.000 millones de dólares al año. Los hace considerablemente más valiosas de lo que sugieren estudios anteriores, según un análisis que evaluó las contribuciones económicas realizadas por seis tipos de algas marinas.
El estudio, publicado en Nature Communications, estima que estos bosques brindan servicios por valor de entre 465.000 y 562.000 millones de dólares al año en el mundo. Principalmente al proporcionar un hábitat para valiosas especies de peces y mariscos, y al eliminar el nitrógeno del agua de mar contaminada. Además, los resultados sugieren que cada tipo de bosque de algas marinas genera hasta 147.100 dólares por hectárea al año. Una cifra que es más de tres veces mayor que las estimaciones anteriores.
“Hasta ahora, la mayoría de las evaluaciones de bosques de algas marinas eran regionales”, dice Cristina Piñeiro-Corbeira. Ecóloga marina de la Universidad de A Coruña en España que no participó en el proyecto. “Este estudio es un paso adelante en la comprensión de los bosques de algas marinas y su importancia para el bienestar humano a escala global”.
Explorando los bosques de algas marinas
Los bosques de algas marinas gigantes están muy extendidos en las regiones templadas y polares. Y se cree que unos 740 millones de personas viven en un radio de 50 kilómetros de una de estas extensiones de algas pardas. Proporcionan hábitat para más de 1000 especies, extraen dióxido de carbono de la atmósfera. Y ayudan a eliminar la contaminación por nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo, del océano.
«Fuera de los trópicos, los bosques de algas son realmente el hábitat (costero) dominante», dice el coautor del estudio Aaron Eger. Científico marino de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia. “Estos son los hilos esenciales de los ecosistemas marinos”.
A pesar de esto, pocos estudios han intentado cuantificar el valor económico de los bosques de algas marinas a escala mundial. Para abordar esta brecha, Eger y sus colegas evaluaron el valor de los tipos comunes de bosques de algas. Consideraron sus contribuciones a la pesca, el ciclo de nutrientes y la eliminación de CO2 atmosférico.
También recopilaron estimaciones de distribución de algas marinas, datos de encuestas de biodiversidad y precios actuales de mariscos de diferentes regiones.
Las estimaciones del equipo sugieren que los bosques de algas proporcionan una cosecha promedio para la pesca de más de 900 kilogramos por hectárea al año, con un valor de alrededor de 30.000 dólares.
En muchos lugares, las langostas y el abulón representaron más de una cuarta parte del valor de las pesquerías de un sitio de algas marinas. El abadejo, la lubina gigante, el morwong sudamericano. Así como el bacalao largo fueron los peces más valiosos en los sitios estudiados.
Riqueza abundante: ambiental y económica
Cada hectárea de bosque de algas marinas también elimina un promedio de 657 kilogramos de exceso de nitrógeno, que fluye hacia el océano en aguas residuales y escorrentías agrícolas, del agua de mar.
Un servicio que vale casi 74.000 dólares por hectárea por año, revela el informe. Y juntos, los bosques de algas marinas absorben casi cinco megatoneladas de CO2 atmosférico cada año. Poniéndolos a la par con otros importantes sumideros de carbono, como los bosques de manglares y los terrestres. Sin embargo, el valor económico de esta eliminación de carbono es de solo 163 dólares por año por hectárea de algas. Debido al bajo precio de mercado del carbono y su presencia generalizada en el océano, dice Eger.
“Los impactos del nitrógeno están bastante localizados, por lo que existe una mayor demanda para abordar el problema”, agrega el científico. «El carbono es difuso y difícil de adherir a los daños en cualquier lugar».
Por otra parte, Piñeiro-Corbeira argumenta que los hallazgos podrían proporcionar un impulso para que los bosques de algas marinas se incluyan de manera más prominente en las políticas de cambio climático. Y también podrían alentar mejores formas de administrarlos y conservarlos.
Pero sostiene además que en vista de que el estudio se enfoca en solo tres servicios ecosistémicos, aún podría subestimar el valor de los bosques de algas marinas.
Asimismo comenta Eger que es probable que la inclusión de otros servicios, como la protección costera, el turismo y la recreación, en los modelos aumente aún más el valor estimado de los bosques de algas marinas. El valor también podría aumentar a medida que se mapean más áreas y los investigadores obtienen una mejor comprensión de la cantidad de algas marinas en el océano. “Tiene un gran potencial para subir”, asegura.