Por Cambio16
07/11/2017
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- Bonos de Venezuela se desploman tras anuncio de Maduro de refinanciar su deuda externa
- El régimen de Maduro esta lleno de deudas hasta con sus propios militantes
La oscuridad de Fitch Ratings, S & P Global Ratings y Moodys recaen sobre Venezuela. Las tres agencias de calificación en la última semana han degradado los bonos venezolanos clasificándolos casi a nivel de basura.
Fitch recortó la calificación de largo plazo de Venezuela de DC a C, alegando que la probabilidad de incumplimiento es alta, mientras que Standard & Poors ha reducido su calificación moviéndola de CCC a CC. Y apenas este lunes, Moody’s rebajó este lunes la nota crediticia de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) -principal brazo financiero del régimen de Nicolás Maduro– de CAA3 -riesgo crediticio- a CA -operaciones de deuda altamente especulativas con señales de posible default- , y fue más allá: la agencia alegó que el régimen incumplió el pago del pasado 2 de noviembre, cuando debía abonar 1.169 millones de dólares en capital por bonos 2017.
En lo que resta del año, el país petrolero deberá cancelar entre 1.400 y 1.800 millones de dólares de intereses de deuda de la República y de PDVSA. A eso se le suman deudas pendientes que debió pagar en octubre y tienen un período de gracia de 30 días.
En este contexto de «incumplimiento», la próxima calificación que podría recibir Venezuela es «D» (default) o «SD» (selective default). Esto va a depender de si deja de pagar todos los bonos -o algunos-, o si asume los intereses, pero no cumple con otras cláusulas.
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Sobre este punto, precisa Bloomberg que los swaps de incumplimiento crediticio a cinco años de PDVSA han subido alrededor de 1,5 puntos porcentuales esta semana a cerca de 75 puntos por adelantado, luego de la información emitida por Moodys el lunes, lo cual refiere a una expectativa de que la compañía incumplirá con otras obligaciones de deuda en el corto plazo.
Asimismo, Bloomberg desvela que, si bien los funcionarios del gobierno dijeron el 2 de noviembre que habían comenzado a transferir los fondos para el pago del capital, los tenedores de bonos aún no han visto el efectivo y están esperando noticias de los banqueros y otros intermediarios sobre si han recibido dinero de PDVSA.
Si no se recibe ningún pago hasta el final del martes, los inversores pueden solicitar a la Asociación Internacional de Swaps y Derivados que determine si se produjo un evento de crédito que puede desencadenar un canje de riesgo crediticio.
Esto no pinta bien
Una reestructuración comprensiva requeriría un minucioso estudio de las capacidades de Venezuela de obtener dólares.
Los últimos datos publicados de PDVSA corresponden a 2016, año en el que la petrolera facturó 42 mil millones de dólares. Ni la empresa ni el gobierno han detallado cuántos dólares quedaron después del ejercicio.
Previendo una ineficaz operatividad de la compañía y con costo de extracción promedio hoy en día cercano a 20 mil millones, le quedaría la mitad. Esos 20 mil millones restantes serían la suma que hay para comprar importaciones y pagar intereses en dólares.
La mayor parte de ese monto se destina a comprar alimentos. Entonces, quedarían, aproximadamente, 5 mil millones de dólares para pagar intereses. A una tasa anual del 3% (la misma que le pusieron a la deuda reestructurada griega), eso supondría 167 mil millones de deuda sin amortizaciones.
Y la voluntad del presidente Nicolás Maduro de refinanciar y renegociar la deuda externa muestra las costuras de un incumplimiento y un estallido de la crisis cada vez más cercanos.