La leche infantil y productos de cereales de Nestlé, promocionados en países de ingresos bajos y medios como saludables, contienen altos niveles de azúcar agregada, según una investigación. En Suiza, donde tiene su sede la multinacional, estos envasados se venden sin esa sustancia añadida, apegados a las normas internacionales de prevención de la obesidad en niños y las enfermedades crónicas.
Nuevamente la Nestlé está en el foco de atención. Los componentes de sus productos, muchos de ellos reñidos con la salud, quedan expuestos en una investigación conjunta adelantada Public Eye, con sede en Zurich, y la Red Internacional de Acción por la Alimentación Infantil.
El organismo de control y la agrupación global de interés público que trabaja para reducir la morbi-mortalidad infantil enviaron muestras de alimentos para bebés, producidos y distribuidos por la Nestlé en Asia, América Latina y África, a un laboratorio de pruebas en Bélgica.
El estudio examinó 150 productos vendidos por la empresa en países de ingresos bajos y medios, incluidas las marcas de mayor aceptación como Cerelac y leche Nido. Los resultados revelaron azúcar añadido en forma de sacarosa o miel en muestras de Nido, una marca de fórmula láctea de seguimiento destinada a lactantes de un año o más. Y Cerelac, un cereal destinado a niños de entre seis meses y dos años.
Señaló Public Eye que estos hallazgos “arrojan luz sobre la hipocresía de Nestlé y las engañosas estrategias de marketing desplegadas por el gigante alimentario suizo”. Mientras tanto, la compañía está haciendo todo lo posible para presentarse como líder mundial en nutrición infantil, centrándose en cada etapa de los primeros años de vida del niño. Actualmente controla el 20% del mercado de alimentos para bebés en el mundo, valorado en casi 70. 000 millones de dólares.
Leche infantil de Nestlé con niveles de altos niveles de azúcar
Cerelac y Nido son algunas de las marcas de alimentos para bebés de Nestlé más vendidas en países de ingresos bajos y medianos. Según datos obtenidos de Euromonitor, firma de análisis de mercado especializada en la industria alimentaria, su valor de ventas en esta categoría fue superior a los 2.500 millones de dólares en 2022. Las cifras más altas se dan en países de ingresos bajos y medios, con el 40% de las ventas sólo en Brasil y la India.
En su sitio en internet, Nestlé promociona Cerelac y la leche infantil Nido como marcas cuyo objetivo es ayudar a los niños a “vivir una vida más saludable”. Fortificados con vitaminas, minerales y otros micronutrientes, estos productos se adaptan, según la multinacional, a las necesidades de los bebés y niños pequeños. Además, ayudan a fortalecer su crecimiento, su sistema inmunológico y su desarrollo cognitivo.
«Nestlé debe poner fin a estos peligrosos dobles estándares. Muchos pueden contribuir a la obesidad infantil. Y dejar de añadir azúcar en todos los productos para niños menores de tres años, en todas partes del mundo», dijo Laurent Gaberell, experto en agricultura y nutrición de Public Eye. Mientras Nigel Rollins, funcionario médico de la Organización Mundial de la Salud, consideró que los hallazgos representaban «un doble rasero (…) que no puede justificarse».
Sin embargo, la opinión de un portavoz de Nestlé fue incluido en el informe. «Creemos en la calidad nutricional de nuestros productos para la primera infancia”, indicó. “Priorizamos el uso de ingredientes de alta calidad adaptados al crecimiento y desarrollo de los niños».
Agregó que dentro de la categoría de alimentos para bebés “altamente regulados”, Nestlé siempre cumplió “con las regulaciones locales o las normas internacionales. Incluidos los requisitos de etiquetado y los umbrales sobre el contenido de carbohidratos que incluyen los azúcares”.
En Suiza sin azúcares añadidos
La investigación muestra que, para Nestlé, no todos los bebés son iguales en lo que respecta al azúcar añadido. Mientras que en Suiza, donde tiene su sede la empresa, las principales marcas de cereales y fórmulas infantiles que vende vienen sin azúcar agregado. Pero la mayoría de los productos Cerelac y Nido comercializados en países de bajos ingresos sí contienen azúcar añadido, a menudo en niveles elevados.
Por ejemplo, en Suiza, Nestlé promociona sus cereales con sabor a galleta para bebés a partir de seis meses con el lema “sin azúcar añadido”. En contraste, en Senegal y Sudáfrica, los cereales Cerelac del mismo sabor contienen 6 gramos de azúcar añadido por ración.
De manera similar, en Alemania, Francia y el Reino Unido –los principales mercados europeos de Nestlé– la leche infantil y todas las fórmulas para niños pequeños de 12 a 36 meses vendidas por la empresa no contienen azúcar añadido. Asimismo, los cereales a base de trigo Cerelac para bebés de seis meses vendidos por Nestlé en Alemania y el Reino Unido no tienen azúcar añadido. Pero el mismo producto contiene más de 5 gramos por porción en Etiopía y 6 gramos en Tailandia.
Para Rollins, científico de la OMS, el hecho de que Nestlé no agregue azúcar a estos productos en Suiza pero esté muy feliz de hacerlo en entornos de menores recursos “es problemático tanto desde una perspectiva ética como de salud pública”.
Señaló que los fabricantes pueden intentar acostumbrar a los niños a un cierto nivel de azúcar a una edad muy temprana, de modo que prefieran estos productos. «Esto es totalmente inapropiado», sostuvo.
Innecesario y adictivo
Si bien Nestlé resalta de manera destacada las vitaminas, minerales y otros nutrientes contenidos en sus productos utilizando imágenes idealizadoras, no es transparente cuando se trata de azúcar agregada, advierte el texto. Para descubrir estos “azúcares ocultos”, obtuvimos productos Cerelac y Nido de varios países para examinar sus etiquetas y, en algunos casos, hacer que un laboratorio especializado los analizara.
Se examinaron 115 productos vendidos en los principales mercados de Nestlé en África, Asia y América Latina. No menos de 108 de ellos (94 por ciento) contenían azúcar añadido. En promedio, nuestro análisis encontró casi 4 gramos por porción, o aproximadamente un terrón de azúcar. La cantidad más alta (7,3 gramos por porción) se detectó en un producto vendido en Filipinas y dirigido a bebés de seis meses.
En la India, donde las ventas superaron los 250 millones de dólares en 2022, todos los cereales para bebés Cerelac contienen azúcar añadido, en promedio casi 3 gramos por porción. La misma situación prevalece en Sudáfrica, el principal mercado del continente africano.
“Esto es una gran preocupación”, comenta Rodrigo Vianna, epidemiólogo y profesor del Departamento de Nutrición de la Universidad Federal de Paraíba en Brasil. “No se debe agregar azúcar a los alimentos que se ofrecen a bebés y niños pequeños porque es innecesario y altamente adictivo. Los niños se acostumbran al sabor dulce y empiezan a buscar alimentos más azucarados. Iniciando un ciclo negativo que aumenta el riesgo de sufrir trastornos de origen nutricional en la vida adulta. Entre ellas se incluyen la obesidad y otras enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes o la hipertensión arterial”, lamentó el experto.
Obesidad y daños a la salud
Aunque menos pronunciada, esta tendencia se confirma con la marca Nido, la más popular en el mercado de las leches de crecimiento. En 2022, las ventas mundiales de productos Nido para niños pequeños de entre uno y tres años superaron los 1.000 millones de dólares, según Euromonitor. Examinamos 29 de estos productos vendidos por Nestlé en algunos de los principales mercados de países de ingresos bajos y medios. El resultado: 21 de ellos (72%) contienen azúcar añadido.
En diez de estos productos de la Nestlé, especialmente de leche infantil, se determinó una alta dosis de azúcar añadido. En promedio, el análisis encontró casi dos gramos por porción. El valor máximo – 5,3 gramos por porción – se detectó en un producto vendido en Panamá.
La OMS lleva años alertando sobre el alto contenido de azúcar añadido en los productos alimenticios para bebés. «Este estudio destaca la necesidad de tomar medidas urgentes para remodelar el entorno alimentario de los niños», dijo Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la entidad. «Eliminar los azúcares añadidos de los productos alimenticios para niños pequeños sería una forma importante de implementar la prevención temprana de la obesidad».
La OMS está alarmada por el espectacular aumento de la obesidad, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, donde ahora ha alcanzado “proporciones epidémicas”. Y está alimentando un aumento de enfermedades no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. El aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, a menudo ricos en azúcar, se señala como una de las principales causas de esta epidemia.
Se estima que 39 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso o son obesos, la gran mayoría de los cuales viven en países de ingresos bajos y medianos.