Por Efe
20/08/2016
Usain Bolt, el esprinter más grande de la historia, consumó el triple-triple olímpico al conquistar, como miembro del relevo jamaicano 4×100, su novena medalla de oro olímpica, después de haber ganado las finales individuales de 100 y 200 metros.
Jamaica, con un Bolt motivado como nunca en la última posta, consiguió su tercera medalla de oro consecutiva en el relevo corto con un tiempo de 37.27 y Estados Unidos, que partía con posibilidades teóricas de batir a sus grandes enemigos jamaicanos, entró dos centésimas por detrás de Japón (37.60).
Unos minutos después, el equipo norteamericano, que formó con Mike Rodgers, Justin Gatlin, Tyson Gay y Trayvon Bromell, perdía incluso el bronce al ser descalificado, de forma que la tercera medalla terminaba en manos de Canadá, que había hecho récord nacional con 3764.
Era la última carrera olímpica de Usain Bolt y el astro jamaicano quiso regalarse a sí mismo una última demostración.
Con seis carreras a sus espaldas en Río (tres de 100, otras tantas en 200), todas ellas ganadas, Bolt no había participado en las series del relevo, a fin de guardar fuerzas para el presumible choque con Justin Gatlin en la última posta del relevo.
Asafa Powell, Yohan Blake y Nickel Ashmeade habían hecho un buen trabajo en las tres primeras postas, entregando el testigo a Bolt un metro por delante de los estadounidenses, de forma que el ‘Relámpago’ pudo rematar la faena a su estilo, ofreciendo un bello espectáculo de potencia coordinada en la recta de honor.
Estados Unidos, que ha amasado una verdadera fortuna en el relevo corto (15 medallas de oro y dos de plata, sin bronces), no gana un título, sin embargo, desde Sydney 2000 con Jon Drummond, Bernard Williams, Brian Lewis y Maurice Greene.
Jamaica, campeona olímpica en las dos últimas ediciones de los Juegos y cuatro veces campeona mundial, confiaba, una vez más, en las piernas imbatibles de Bolt para hacer el “hat trick”, aunque con el recuerdo todavía fresco de su derrota ante Estados Unidos en el mundial de relevos, el año pasado, una de las pocas carreras en las que Bolt ha cruzado la meta con un rival por delante.
A la hora de la verdad, Estados Unidos volvió a fallar en las entregas y ni siquiera pudo subir al podio para despedir desde arriba a Bolt.