El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró una planta deshidratadora de alcohol en el Ingenio Sucroalcoholero Aguaí, con una capacidad de producción de 750.000 litros de etanol por día.
De acuerdo con el presidente ejecutivo de la estatal petrolera de Bolivia, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Óscar Barriga, la producción de etanol anhidro ayudará a responder a la demanda de combustible amigable con el medio ambiente y con el creciente parque automotor del país.
“Con este tipo de proyectos gana Bolivia y nuestra economía seguirá creciendo”, agregó el primer mandatario boliviano el día de la inauguración.
El ingenio Aguaí produce azúcar y alcohol industrial. Además de etanol, también generará energía eléctrica con bagazo de caña.
La planta deshidratadora cuenta con los dos tanques de almacenamiento más grandes del país, con capacidad de 20 millones de litros cada uno. Con la adición del etanol, se elevará su almacenamiento a 60 millones de litros.
Por otra parte, la planta deshidratadora utilizará tamiz molecular para deshidratar el alcohol hasta una concentración del 99,8 por ciento.
Ley de Aditivos de Origen Vegetal
La inauguración de esta planta es el primer proyecto renovable que se ejecuta tras la promulgación de la Ley de Aditivos de Origen Vegetal, documento que permite la producción, uso y comercialización de los biocombustibles. La intención de esta nueva legislación es reducir la importación de gasolina y diésel.
El documento fue promulgado el pasado 15 de septiembre. Según Morales, es necesario regular la actividad y garantizar que el uso de aditivos de origen vegetal no perjudique la seguridad alimentaria ni la provisión de alimentos. «El azúcar, en el caso de la producción de etanol para gasolina, y el aceite comestible, en el caso del diésel”, afirmó.
Una inversión de aproximadamente 1.600 millones de dólares se destinará a este proyecto. Unos 950 se utilizarán para mejorar las variedades de la caña, el acondicionamiento de tierras, mecanización del agro y la mejora en el rendimiento de las cosechas.
Barriga destacó que esta ley le permitiría al estado reducir la subvención a la importación de combustibles. De esta forma, ahorrarían 500 millones de dólares hasta el año 2025.
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