Los resultados del primer trimestre de 2020 de Airbus y Boeing, publicados casi simultáneamente este miércoles, auguran una severa crisis para la industria aeroespacial. El grupo europeo reportó pérdidas por 481 millones de euros. En el caso del fabricante estadounidense, los números rojos alcanzaron los 641 millones de dólares (590 millones de euros).
Para ambas firmas, el impacto de la pandemia de coronavirus tuvo un efecto negativo, que se reflejó en los resultados de este cuarto de año inicial. Rebajas de personal, recortes en la producción y reducción de las inversiones son las medidas que en mayor o menor grado planean realizar tanto Airbus como Boeing.
Un buen arranque que se revirtió
Para Airbus, la pandemia echó al traste lo que había sido un arranque positivo. «Vimos un comienzo de año sólido tanto comercial como industrialmente, pero estamos viendo rápidamente el impacto de la COVID-19 en los números», dijo el CEO de la empresa, Guillaume Faury.
El fabricante dijo que no podría entregar unos 60 aviones en el primer trimestre debido a la pandemia. Esta situación se reflejó en el ajuste de la tasa de producción mensual de sus aviones comerciales, que se redujo a 40 aviones A320, 2 A330, 6 A350 y 4 A220.
Airbus tuvo ingresos de 10.600 millones de euros en el primer trimestre, de los cuales el 71% provino de la línea de aviones comerciales y que cayeron un 22% en comparación con el mismo período en 2019.
Una situación más comprometida
La perspectiva de Boeing es aún más delicada. Con un ingreso total de 16.900 millones de dólares, incluidas las divisiones de defensa y servicios, el fabricante estadounidense tuvo una caída del 26% en comparación con 2019. Pero las circunstancias en la línea de aviones comerciales son aún más impactantes: una caída del 48%, de 11.800 millones de dólares en ingresos a 6.200 millones.
La compañía entregó únicamente 50 aviones en ese período, un tercio de lo que había hecho el año pasado. Por esta razón, el presidente y CEO de Boeing, David Calhoun. anunció recortes en la producción de los modelos 737, 777 y 787.
Boeing reconoció el impacto negativo del coronavirus. «La pandemia de COVID-19 está afectando todos los aspectos de nuestro negocio, incluida la demanda de los clientes de las aerolíneas, la continuidad de la producción y la estabilidad de la cadena de suministro», dijo.
Recortes en Airbus y Boeing
Desde enero, Boeing mantiene suspendida la producción del 737 Max, debido a la crisis causada por accidentes con ese modelo. La línea de ensamblaje debía reactivarse pronto, con una producción mensual de 57 aviones en el resto del año. Sin embargo, ahora redujo el objetivo a 31 aviones por mes.
Como se esperaba, el fabricante también recortó de nuevo las tasas de ensamblaje para el 787, ahora su modelo más producido. De los 14 aviones actuales pasará a solo siete aviones por mes para 2022.
En cuanto al 777, Boeing definió que solo se fabricarán tres por mes, ya sea el modelo clásico o el nuevo 777X, que aún se encuentra en la fase de certificación.
Por su parte, a principios de abril, Airbus anunció que reduciría la producción de sus tres modelos principales en un tercio. La compañía ahora fabrica 40 A320 por mes en lugar de 60; dos A330 por mes versus seis; y seis A350 versus los anteriores 10. Hasta ahora, la línea de ensamblaje final A220 en Mirabel, tiene una tasa de producción mensual de cuatro aviones. Faury calificó al A220 como una «ventaja competitiva» para el futuro pospandémico.
Además, Airbus está reduciendo sus gastos de capital cuanto sea posible y aplazando actividades que no sean esenciales para la continuidad del negocio y el cumplimiento de los requerimientos de los clientes y las normativas de la industria.
Reducción de personal
Para la industria aeroespacial, la crisis puede afectar sensiblemente sus niveles de empleo. Boeing tiene la intención de reducir la nómina en un 10%, lo que significa, algo así como 16.000 personas. La mayoría de estos despidos se realizarán en la división de aviones comerciales.
Con 136.500 empleados, Airbus aún no habla de despidos, pero esta semana anunció el permiso de 3.200 empleados en una unidad en Gales, Reino Unido.
Airbus y Boeing ven un futuro pesimista para la aviación comercial, con el colapso del tráfico aéreo y la consiguiente reducción en el número de pedidos de aviones.
Faury advirtió a los empleados de Airbus que la empresa debe adaptarse rápidamente a «la peor crisis» en la historia de la industria aeroespacial, ya que la pandemia socava la demanda de nuevos aviones y amenaza los pedidos existentes a medida que las aerolíneas se quedan sin dinero.
«La industria de la aviación tardará años en volver a los niveles de tráfico que vimos hace solo unos meses. Tenemos que prepararnos para eso», dijo Calhoun a los trabajadores de Boeing.
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