Los jugadores del Boca Juniors ya se encuentran en Madrid para enfrentarse al River Plate en el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, que se celebrará este domingo en el Santiago Bernabéu.
La final, que fue pospuesta en dos ocasiones debido a incidentes violentos, ha ocasionado que la ciudad despliegue su mayor operativo de seguridad hasta el momento para un encuentro de fútbol.
Se espera que 10.000 fans de ambos equipos viajen desde Argentina para la final. Por ello, la policía ha afirmado que este es el encuentro de mayor riesgo en la historia de Madrid. Se espera que más de 2.500 agentes estén de servicio para el ‘Superclásico’.
Incluso se ha pedido apoyo a los servicios de seguridad de Argentina para identificar posibles barras bravas. Aunque, en principio, desde Buenos Aires las autoridades estarán verificando que no viaje nadie con antecedentes de violencia.
El Paseo de la Castellana de Madrid estará cortado desde las 9 am hora local el domingo mientras la policía divide a los dos grupos de la afición para evitar la violencia. Las aficiones de ambos clubes llegarán en vuelos específicos y viajarán en autobuses a sus respectivas zonas tras su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Por otro lado, los jugadores de River Plate salieron de Argentina a las 1700 GMT y se espera que aterricen el jueves por la mañana en la capital española.
La final “más larga” y polémica
Los equipos empataron 2-2 en la primera final de la Copa Libertadores, que se disputó en La Bombonera, el estadio del Boca. Sin embargo, el partido de vuelta se pospuso hasta en dos ocasiones después de que hinchas de River atacaran al bus del Boca que los trasladaba al Estadio Monumental.
Los jugadores del Boca Juniors sufrieron lesiones por los vidrios rotos, que provocó el impacto de las piedras, y el gas pimienta, que lanzó la policía para controlar la situación. Finalmente, la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) decidió que el partido se celebraría en Madrid, después de que inicialmente se fijara en River un día después.
La decisión de jugar en una ciudad europea ha generado muchas críticas, especialmente desde Argentina, donde los medios la han calificado como una “mueca histórica”. De igual forma, ambos equipos mostraron su disconformidad con la situación. Sin embargo, Alejandro Domínguez, titular de Conmebol, aseguró que la final se jugaría “sí o sí”.
La policía argentina detuvo a un aficionado que participó en el ataque del 24 de noviembre y otros han sido identificados mientras se busca al resto, dijeron el miércoles autoridades argentinas. Por su parte, el River dijo que habían suspendido al hombre, que es miembro del club, y que se le prohibiría el acceso a futuros partidos.
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