Por Miguel Ángel Artola
10/06/2017
La cadena valenciana Mercadona ha sido la que mejor ha entendido el cambio de hábitos de los ciudadanos, evitando los grandes centros comerciales y especializándose en tiendas de barrio e hipermercados de medio formato. Pero no es la única empresa de distribución alimentaria que ha dado con la fórmula correcta. Excelentes son los datos de la cooperativa Consum y también del Grupo Uvesco, que bajo las marcas Super Amara y Supermercados BM está consiguiendo crecer y poner nerviosos a sus competidores.
¿Cuál es el éxito de BM? Posiblemente no ser exactamente como los demás y apostar decididamente por las grandes referencias en lugar de buscar a toda costa el precio más bajo con marcas blancas, tan populares y necesarias en los tiempos de crisis que poco a poco vamos dejando atrás. También el cuidado hacia los productos frescos, tanto en carne y verdura como en pescados, precisamente uno de los retos más complicados para las grandes cadenas de distribución y cada vez más demandado por una clientela exigente. Además, los cajeros te ayudan a embolsar la compra.
Pocas semanas ha tardado el grupo vasco, desde que se anunciara la adjudicación a Uvesco de los supermercados Gigante, en concurso de acreedores desde 2015, hasta que la firma ha presentado su plan de integración de las 16 salas de venta para adecuarlas al estándar de los centros que portan la enseña BM. La primera fase obligaba al cierre temporal de las tiendas para ir abriéndolas progresivamente desde el 9 de mayo hasta mediados de mes. Uvesco integra a las 312 personas de la plantilla de Gigante que ven ahora su futuro laboral despejado tras años de incertidumbre laboral. Y una vez más el grupo apostará por el “producto local fresco” y por el aumento de las referencias en los lineales de 5.000 a 9.000, es decir, más marcas para elegir.
Uvesco cuenta con otra enseña muy popular en el norte, Super Amara, unos establecimientos a medio camino entre las tiendas gourmet y los supermercados BM, con referencias algo más caras y pensado para un público más dispuesto a pagar por la diferencia de calidad. Y su expansión en la zona norte de la península le obligaba a finales del pasado ejercicio a poner en marcha un nuevo centro logístico en Castro Urdiales (Cantabria) para poder duplicar su capacidad de almacenamiento.
El grupo cerró el año 2016 con un aumento en su facturación del 4%, hasta alcanzar los 652 millones de euros. Cuenta con una plantilla de casi 4.000 personas, sin contar la incorporación de Gigante y las nuevas aperturas de 2017, y espera mejorar sus resultados un 2,8% a lo largo del presente año.