Las posibilidades de que el juez Brett Kavanaugh alcance el puesto vitalicio en el Tribunal Supremo de Estados Unidos cada día parecen más cuesta arriba. La audiencia de este jueves en el senado pudiera ser clave.
Ya la batalla no es entre republicanos y demócratas. En el contexto del movimiento #MeToo, que busca denunciar el acoso y las agresiones sexuales, el caso se ha convertido en un debate nacional, que mantiene polarizada a la nación.
El juez Kavanaugh, el candidato del presidente Donald Trump al Tribunal Supremo, ha sido acusado de agresión sexual. Hoy el Comité Judicial del Senado de EEUU que investiga el caso ha recibido a Christine Blasey Ford, una profesora universitaria, y al mismo Kavanaugh.
“El asalto de Brett alteró drásticamente mi vida. Durante mucho tiempo tuve demasiado miedo y estuve avergonzada de contar detalles a alguien”, dijo este jueves Blasey Ford, quien fue la primera en testificar. En la sala de audiencias estuvo acompañada de sus abogados.
En un testimonio preparado para el comité, Ford expresó que su motivación para denunciar fue dar a conocer cómo las acciones del señor Kavanaugh “han perjudicado a mi vida», por lo que puede tenerlo seriamente en cuenta «para tomar una decisión sobre cómo proceder».
El candidato a juez habría agredido sexualmente a Ford en 1982 en una fiesta adolescente en Maryland, cuando ambos estaban en secundaria.
Según la profesora, Kavanaugh en estado de embriaguez la encerró en una habitación en un suburbio de Washington cuando ella tenía 15 años, trató de quitarle la ropa y le puso la mano sobre la boca cuando intentó gritar pidiendo ayuda.
Otras dos mujeres también han acusado a Kavanaugh de conducta sexual indebida. Él ha negado todas las acusaciones.
Apoyo de Trump a Kavanaugh no es inquebrantable
El republicano Chuck Grassley, presidente del Comité Judicial, dijo al principio de la audiencia este jueves que quería que fuera «segura, cómoda y digna para ambos testigos». Criticó el «circo mediático» en torno a las acusaciones contra Kavanaugh. Dijo que el candidato a juez del Supremo y Ford habían pasado por unas semanas terribles desde que se presentó la denuncia.
«Todos nosotros debemos considerar lo que han pasado como algo inaceptable y como un pobre reflejo del estado de civismo en nuestra democracia», dijo Grassley, quien agregó que estaba en manos del Senado valorar la credibilidad de ambos.
La senadora Dianne Feinstein, la principal demócrata del Comité Judicial, dijo en sus declaraciones iniciales que la violencia sexual era un serio problema en Estados Unidos y «que pasa ampliamente desapercibido». Agradeció a Ford que denunciara su situación, reseñó Reuters.
Mientras, en la audiencia de este jueves, Kavanaugh afirmó que «a veces bebí demasiadas cervezas. Me gustaba la cerveza. Me gusta la cerveza. Pero nunca crucé la línea de asaltar sexualmente a nadie».
Desde un primer momento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump hizo público su apoyo a Kavanaugh y puso en dudas las declaraciones de Ford, quien según el mandatario norteamericano debió denunciar la agresión hace 30 años. Desestimó las acusaciones como una «gran estafa» orquestada por los demócratas.
No obstante, Trump dijo el miércoles que podría retirar su apoyo a Brett Kavanaugh, dependiendo del testimonio que se ofrezca en la audiencia.
«Lo crean o no, voy a ver qué se dice» en la audiencia, sostuvo el mandatario.
Para más información visite Cambio16
Lea también:
Trump defiende a Kavanaugh de las acusaciones por agresión sexual