El 16º Premio Cambio16 en la categoría Cultura se lo llevó Blanca Portillo, actriz, productora y directora de teatro. Durante su carrera, ha sido capaz de emocionarnos y estremecernos de una manera descarnadamente sincera, cercana, capaz de hacer aflorar los mejores sentimientos del ser humano en las circunstancias más adversas. Lo que le ha valido multitud de premios. Su éxito y su compromiso personal con la transformación social a través de la cultura ha culminado con su interpretación más reciente, en la que encarna a Maixabel Lasa en la película de Icíar Bollaín Maixabel.
La carrera de Blanca Portillo como actriz comenzó en 1984. Se ha visto marcada por haber recibido tres nominaciones en los Premios Goya por sus interpretaciones en El color de las nubes, Volver y Siete mesas de billar francés. También fue merecedora de otros premios como una medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes (2014) y el Premio Nacional de Teatro (2012).
Aniversario de Cambio16
Sobre los 50 años de Cambio16, Portillo asegura que es una cifra preciosa, y lo dice con base, pues ella está llegando a los 60. Considera un honor y orgullo recibir el Premio Cultura de Cambio16, especialmente por estar rodeada de gente «tan importante y que actúan tan bien. Personas que dicen que no saben actuar se han subido al escenario y hablan estupendamente, y una se siente pequeña».
«Quiero daros las gracias, sobre todo porque haber hecho esta película ha significado algo muy importante en mi vida. Lo primero: conocer a Maixabel Lasa y a su familia, quienes agradezco enormemente su ejemplo y su enorme generosidad porque a estas alturas puedo decir que se han convertido en amigas». Sobre el cine comentó que «es verdad que es entretenimiento». Pero a veces «una tiene la suerte de encontrar proyectos que van más allá y hacen que el espectador no solamente disfrute y lo pase bien viendo una obra de arte, sino que además le haga pensar, le cambie, le transforme y le mueva el piso, le haga sentir que aquello en lo que creía de repente no es tan seguro y salga distinto a como entró en la sala».
Este trabajo, asegura, le ha enseñado muchísimo, sobre todo eso. «Me ha confirmado que no debo prometer nunca juicios sin tener conocimiento extenso sobre aquello de lo que hablo. Creo que vivimos tiempos en los que hay un cierto inmovilismo, los blancos o negros, esto es así, alguien dijo qué, yo lo quiero creer. Y está bien vivir en la duda porque eso nos permite escuchar a los demás y empatizar con ideas que probablemente nosotros no compartamos pero que vistas desde su lugar son diferentes. Creo que eso hace que la sociedad mejore y que construyamos un mundo mejor». Blanca Portillo confía en la persona que escucha y con la disposición de ponerse en el lugar del otro.