Las aves no son meros animales que saltan, vuelan y llenan de esplendor los ambientes en que se posan y en sus hábitats. Su papel en el equilibrio de diversos ecosistemas es vital. También en su estrecha relación con el hombre. BirdLife International presentó su informe “Estado de Conservación de las Aves del Mundo 2022” en el que muestra un panorama sombrío. Casi la mitad de las especies de aves del planeta están en declive.
Este documento, que se publica cada cuatro años, afirma que la expansión e intensificación de la agricultura está ejerciendo presión sobre el 73 % de las especies. La tala, las especies invasoras, la explotación de los recursos naturales y el cambio climático son las otras amenazas principales.
A nivel mundial, el 49 % de las especies de aves está disminuyendo, una de cada ocho está amenazada de extinción. Y se ha confirmado o se sospecha que al menos 187 especies se han extinguido desde el año 1500. Aumenta las aves que se están extinguiendo, particularmente en las regiones tropicales. En Etiopía, por ejemplo, la conversión de pastizales en tierras de cultivo ha reducido en 80 % las alondras endémicas de Liben desde 2007. Solo el 6 % de las especies de aves en el mundo ha aumentado.
«Nos encontramos en plena crisis de extinción», agrega el informe. El planeta está en su sexta extinción masiva. Con un ritmo de extinción de diez a cien veces más rápido que el ritmo medio de los últimos 10 millones de años. Se estima que hasta un millón de especies de plantas y animales se encuentran en peligro de extinción, y muchas desaparecerán en pocas décadas.
BirdLife International, el pulso de las aves
BirdLife International evalúa periódicamente desde 1988 el riesgo de extinción de las aves para la Lista Roja de la UICN. Proporciona los datos de evolución más extensos existentes para cualquier grupo de especies.
Las últimas evaluaciones mundiales de aves para la Lista Roja muestran que 1.409 especies se consideran amenazadas. 755 se clasifican como Vulnerables, 423 como En Peligro y 231 como En Peligro Crítico. Esto equivale al 12,8 % de todas las especies de aves existentes. Una de cada ocho. Otras 1.002 especies se incluyen en la categoría de Casi Amenazadas, se están acercando al umbral para ser calificadas como globalmente amenazadas. Por tanto, más de una quinta parte de las aves del mundo (21,9 %) existen en un estado de conservación preocupante. Faltan datos suficientes de 47 especies para evaluar el riesgo de extinción..
La distribución de las especies globalmente amenazadas no es aleatoria. Existen más especies en peligro en latitudes tropicales que en las templadas. Así, 9 países tienen más de 80 especies globalmente amenazadas, con Indonesia (162 especies), Brasil (154 especies) y Colombia (102 especies) a la cabeza.
Mientras, los 10 países con la mayor proporción de especies globalmente amenazadas entre su avifauna son todos islas. Esto refleja el efecto devastador de las especies exóticas invasoras sobre las poblaciones de aves de las islas. La Polinesia Francesa tiene la mayor proporción, con un 42 % de sus 81 especies globalmente amenazadas.
Crecen las amenazas de extinción
El índice de la Lista Roja (ILR) mide las tendencias en el riesgo de extinción a lo largo del tiempo (o, a la inversa, la probabilidad de supervivencia). En el caso de las aves, el índice muestra un declive continuo a lo largo de las tres últimas décadas, lo que señala un aumento general del riesgo de extinción. Desde 1988, 93 especies han bajado de categoría en la Lista Roja por una genuina mejora en su estado de conservación. Pero eclipsado por las 436 especies que han pasado a una categoría superior de amenaza.
Precisa BirdLife International que desde 1970, 2900 millones de aves individuales (29% del total) han sido destruidas en América del Norte. El panorama es igual de sombrío en otras partes del mundo: desde 1980, unos 600 millones de aves (19 %) han sido destruidas en Europa. Especies que antes eran abundantes, como el vencejo común, la agachadiza común y el grajo, se encuentran entre las que se acercan a la extinción.
Las aves de las tierras agrícolas de Europa han mostrado las disminuciones más significativas. El 57 % ha desaparecido como resultado del aumento de la mecanización, el uso de productos químicos y la conversión de la tierra en cultivos. En Australia, el 43 % de las especies abundantes de aves marinas ha disminuido entre 2000 y 2016.
Stuart Butchart, científico jefe de BirdLife International, declaró a The Guardian: “Tenemos que detener estas disminuciones y comenzar a encaminarnos hacia la recuperación. Nuestro futuro, así como el de las aves del mundo, depende de ello. Si continuamos desentrañando el tejido de la vida, continuaremos poniendo en peligro nuestro propio futuro”.
Las aves son el pulso del planeta
El informe se compone de un compendio de otros estudios, y dado que las aves son el grupo mejor estudiado del planeta, da una idea del estado de la naturaleza en general. “Las aves son útiles para informarnos sobre el estado del planeta. Lo que dicen es que la naturaleza está en malas condiciones, muchas especies están en declive”, adicionó Butchart.
Las aves son la piedra angular de los ecosistemas saludables, por lo que es probable que su desaparición tenga innumerables efectos secundarios negativos. Los cálaos, por ejemplo, dispersan semillas grandes en los bosques tropicales. Los buitres de pavo eliminan los desechos orgánicos. Mientras que las aves marinas ayudan en el ciclo de nutrientes entre el mar y la tierra, manteniendo saludables los arrecifes de coral.
El informe anterior Estado de las aves del mundo, publicado en 2018, BirdLife encontró que el 40% de las especies de aves en el mundo estaban en declive. Cuatro años después de eleva a 49%.
Los incendios forestales ocupan un lugar más destacado en este informe que en ediciones anteriores, ya que han aumentado. Y devastado hábitats que antes no se habían visto afectados. La sucesión de olas de calor, sequías e inundaciones en los últimos años conducirá a la extinción generalizada de especies si continúan, advierten los investigadores.
Cada vez hay más pruebas que relacionan la salud de aves con la salud humana. La COVID-19 es una advertencia de lo que podría pasar si continuamos destruyendo el mundo natural, con el 70% de las enfermedades zoonóticas originadas en la vida silvestre. Una variante altamente patógena de la gripe aviar, resultado de la cría intensiva, provocada una disminución en algunas poblaciones de aves este año.