El biólogo Bartomeu Payeras, investigador de la Universidad de Barcelona estudió la relación entre coronavirus y el emplazamiento de redes 5G. El especialista en microbiología vincula la tecnología de esas redes de telecomunicaciones con la potenciación de la COVID-19. Afirma que sí existe una causa-efecto, que no es un bulo, sino el resultado de una amplia investigación.
Payeras elaboró un mapa de los países, regiones e incluso pequeñas comunidades con baja y alta incidencia del coronavirus. Y precisó si estas localidades contaban con equipos 5G. En un extenso informe asegura que los resultados “demuestran una clara, contundente e irrefutable relación entre índice de casos de la COVID-19 y la ubicación de tecnología 5G”.
Dijo que las actuales radiaciones electromagnéticas (REM), 3G, 4G, 4D LTE, 5G son el factor discriminante y decisivo en la potenciación y expansión de la enfermedad COVID-19.
5G y los casos de la COVID-19
El biólogo indicó que el análisis de los datos no confirma la hipótesis admitida oficialmente de que se trata de una “pandemia provocada por el COVID-19”.
The impact of 5G #conspiracy theories on our engineer #keyworkers. Hear from Andrew how the streets have become a scarier place since the #coronavirus https://t.co/JFK4OH6xTM #KeepingUsConnected #engineering pic.twitter.com/o0MbTXyR0p
— Openreach (@WeAreOpenreach) May 13, 2020
Explicó que una pandemia implica la existencia de un virus. Único agente causante y que a la vez agente contagiante: «Esta pandemia no tiene la tipología de una pandemia clásica ni cumple con el postulado de Koch. Em cambio, en los casos estudiados se observa un incremento del índice de COVID-19 en las zonas con más contaminación electromagnética”.
Payeras considera especialmente significativo e ilustrativo el caso de los microestados, que por ser territorios reducidos la tecnología 5G puede cubrir todo. «Aquí es donde se dan los valores más elevados de COVID-19. San Marino, el primer estado del mundo que implantó la 5G, presenta el índice más alto de enfermos», relató.
Refiere que hay un significativo, original y exclusivo estatus de esta pandemia. «Un efecto frontera, con marcadas diferencias entre estados, ciudades, regiones contiguas con o sin implantación 5G”, anota.
Aclaró que el estudio no es definitivo, que puede y debe ampliarse con más datos. «Tiene el valor de una fotografía del momento. Una fórmula para confirmar la causa-efecto de la relación estudiada sería “poder desconectar, como mínimo y como medida preventiva las redes 5G y ver los resultados de la evolución de los casos de COVID-19”, propuso.
También sugirió estudiar la evolución de la COVID-19 en los estados o territorios que han declarado la moratoria una vez iniciada la pandemia y comparar los resultados.
Organismos refutan esa tesis
A esa apreciación científica se une la del médico estadounidense Thomas Cowan, que igualmente vincula las antenas 5G con el coronavirus. En un vídeo que se hizo viral, «se mezcla una apariencia de rigor científico con inexactitudes y omisiones de datos importantes», reseña La Vanguardia. Mientras, su hipótesis no ha sido refutada.
Come 7:30am many of you are just getting your day started while Simoné, one of our engineers, is just finishing work. Read about how the #coronavirus has created new challenges to being a night shift fibre #engineer: https://t.co/SWF8GCUFzx #INWED20 #WomeninEngineering pic.twitter.com/9gcRz7EGij
— Openreach (@WeAreOpenreach) May 11, 2020
La Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP en sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud niegan esos planteamientos, pero no presentan prueba científicas. “Ningún efecto adverso para la salud se ha relacionado causalmente con la exposición a tecnologías inalámbricas, después de mucha investigación realizada”, indicó la OMS.
La teoría de que la red 5G transmite la COVID-19 ha ganado fuerza desde que un médico belga relacionó la tecnología 5G con el coronavirus durante una entrevista en enero y se hizo viral en YouTube. La empresa de vídeos anunció que borrará post que vinculan el 5G con el padecimiento de la COVID-19.
La Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear afirmó que la radiación 5G no tiene efectos negativos para la salud en el caso de radiación más intensa: «La radiación 5G no puede penetrar la piel ni permitir que un virus penetre en la piel».
La hipótesis asegura, además, que esta tecnología debolita el sistema inmunológico y hace que sus habitantes sean más propensos a contagiarse. De momento, no hay ninguna prueba que corrobore los efectos perjudiciales del 5G. En 2014, la Organización Mundial de la Salud aseguró que no suponían un riesgo.
Al igual que el 4G o el 3G, la 5G se transmite a través de ondas que no son ionizantes, es decir, no dañan las células como pueden hacer, por ejemplo, los rayos X.
Ataques en Gran Bretaña
En Gran Bretaña se han registrado ataques contra la antenas 5G. La empresa de telecomunicaciones Openreach informó que en Londres, al menos 50 torres y sus operarios fueron atacados en abril por radicales que también asocian esa tecnología con la pandemia por coronavirus.
Catherine Colloms, directora de asuntos corporativos de OpenReach, dijo que hubo una escalada de ataques físicos y amenazas en las últimas semanas. «Es una situación muy angustiante», recogió la BBC.
Una portavoz de la operadora dijo que han recibido informes de otras compañías de telecomunicaciones de que han comenzado a aparecer carteles anti-5G en los equipos particularmente en Londres.
Tecnología 5G en España
En el Plan Nacional 5G 2018-2020 del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital se concretan tres tipos de redes 5G, según el tipo de intensidad de sus frecuencias en el espectro radioeléctrico.
Las de baja frecuencia, menos de 1 Ghz, se implantarán en España en la banda de los 700 Hz. Son las que permiten una mejor cobertura en interiores de edificios, pero su velocidad es menor.
Las de frecuencia media, que oscilan entre los 3,4 y los 3,8 Ghz, permiten una transmisión de datos mucho más alta y serán las que se impongan en España a corto o a medio plazo.
Y el 5G ultrarrápido de la banda de altas frecuencias, de 6 Ghz en adelante, cuya llegada no está prevista por el momento a España.
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