Si bien el cambio a biocombustibles se ha vendido como la panacea para proteger el medio ambiente, su uso podría conducir a la deforestación de 7 millones de hectáreas de bosques para 2030.
Gran parte de la demanda de estos combustibles provendrá de la industria de la aviación, que actualmente busca fuentes alternativas de energía en un intento por disminuir su huella de carbono.
El impacto de los biocombustibles para el medio ambiente va más allá. De hecho, su uso llevaría a aumentar las emisiones de carbono en 11.500 millones de toneladas. Así lo determina un reciente informe de la organización Rainforest Foundation Norway.
El informe de @RainforestNORW #MásLeñaAlFuego alerta de que, sin un cambio en las políticas de biocombustibles, se deforestarán 7 millones de hectáreas más en el mundo, de los cuales 3,6 millones serán turberas tropicales. #MásLeñaAlFuego #SiEsPalmaNoEsBio #BioFuel2TheFire pic.twitter.com/80pVkpmMQ4
— Ecologistas en Acción (@ecologistas) March 10, 2020
Bosques tropicales en peligro
La creciente demanda de biocombustibles a base de soja y de aceite de palma en las próximas décadas incrementará el riesgo de deforestación tropical. Satisfacer esta demanda implica un aumento de la producción de aceite de palma en 61 millones de toneladas y de aceite de soja en 41 millones. Para alcanzar estas, casi 7 millones de hectáreas de bosques tropicales serían sacrificadas por la tala deliberada de tierras. Además, 3,6 millones de hectáreas estarán sujetas a drenaje de turba, asegura el informe.
Chris Malins, experto en biocombustibles y autor del informe, advierte que esta tendencia «debe cambiar y rápido», antes de que se produzca un daño ecológico masivo. «Los bosques tropicales representan un recurso crucial para que el mundo absorba los gases de efecto invernadero, principales causantes de la emergencia climática», insistió.
Al contrario de lo que se pensaba, el intercambio de combustibles fósiles por biocombustibles acelerará el calentamiento global. Además, incrementará la pérdida masiva de biodiversidad.
Debido a la deforestación adicional asociada con la producción de biocombustibles, las emisiones globales de dióxido de carbono aumentarán en 11.500 millones de toneladas. Un volumen mucho mayor que las actuales emisiones anuales de China relacionadas con la quema de combustibles fósiles.
Compromisos problemáticos
«Se suponía que los biocombustibles reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero, pero esto no es lo que sucede en realidad», dijo Laura Buffet, directora de energía de la ONG de transporte limpio Transport & Environment.
Biofuels are massively increasing demand for palm oil and soy
This demand may cause deforestation equal to the size of Ireland🇮🇪 by 2030, a new study shows #NotInMyTank #Biofuels @RainforestNORW
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«Si quienes toman las decisiones no evitan los biocombustibles de cultivos, especialmente la materia prima de alto riesgo como el aceite de palma y la soja, las políticas de biocombustibles agregarán combustible a los incendios forestales en todo el mundo», agregó.
Un estudio de la Comisión Europea encontró que el biodiesel del aceite de palma es tres veces peor para el clima que el diésel regular. Mientras, el diésel de aceite de soya es dos veces peor. La creciente demanda de biocombustibles como el aceite de palma aumenta la presión sobre las tierras agrícolas, lo que conduce a la deforestación.
Los hallazgos arrojan luz sobre la naturaleza problemática de los recientes compromisos asumidos por las compañías aéreas para alejarse del uso de combustibles fósiles, como el diésel regular.
Delta Air Lines, por ejemplo, se ha comprometido recientemente a ser «totalmente neutral en carbono» a partir de este mes de marzo. Una parte central del plan de la aerolínea estadounidense es aumentar la proporción de biocombustibles que alimentan sus aviones.
British Airways ha hecho compromisos similares para proteger el ambiente, entre lo que se incluye mayor inversión en biocombustibles.
Un peligro creciente
El informe de Rainforest Foundation Norway se publicó poco después de que otro estudio científico advirtiera sobre el declive de los bosques. La actividad maderera, la producción de bienes básicos y la agricultura animal han causado una intensa deforestación. Los daños causados por esta actividad, sumados al impacto de la crisis climática, han hecho que los bosques tropicales estén perdiendo su capacidad de absorber dióxido de carbono de la atmósfera.
La selva amazónica, el bosque tropical más grande del mundo, podría convertirse en una fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos 10 años. Si sucede, los desastres climáticos serán mortales y más frecuentes de lo calculado.
A new report by @RainforestNorw looks at the impact of global #biofuel policies on tropical deforestation. The conclusions are alarming: current biofuel policies are likely to lead to massive #deforestation and increased GHG emissions. #BioFuel2TheFirehttps://t.co/lgJ07j60Rw pic.twitter.com/IjpXoti08J
— Rainforest Foundation Norway (RFN) (@RainforestNORW) March 10, 2020
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