Este otoño se vislumbra lúgubre para una parte de la población mundial que quiere zafarse de la pandemia y asirse a una vacuna como tabla de salvación. El cofundador de Microsoft, Bill Gates, dice que es “pesimista” sobre el curso de la crisis en los próximos meses.
“Si no intervenimos, el número de muertes volverá a los niveles de la primavera en muchos países, entre ellos Estados Unidos«, advierte.
El multimillonario y reconocido filántropo coincide con la OMS y con el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud de la Universidad de Washington. Ambos estiman que antes de fin de año vendrá una ola de muertes por la COVID19, tal vez superior a la de los meses pico de abril y mayo.
«Soy pesimista acerca de cómo será la caída en el hemisferio norte», indica en relación con los casos de contagios y decesos. «Si no tenemos intervenciones, la tasa de mortalidad en varios países, incluido Estados Unidos, volverá a los niveles que teníamos en la primavera».
Gates considera que la pandemia podría hacer retroceder al mundo a la década de los noventa, en términos de desarrollo. Desde la mortalidad materna e infantil hasta el hambre y la educación. Índices que se habían revertido después de décadas de progreso y que terminarán costando muchas más vidas que el propio coronavirus. «Hemos retrocedido unos 25 años. Esperaría muchas más muertes por los efectos indirectos que por los efectos directos del SARS-CoV-2”, anota.
En una entrevista con la publicación inglesaThe Telegraph también se refirió al lanzamiento del informe anual Goalkeepers, que rastrea el progreso del mundo hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Pesimismo y optimismo de Bill Gates en la pandemia
Al inicio del informe Goalkeepers, Gates y su esposa Melinda trazan paralelismos con la gripe española de 1918 que provocó una serie de catástrofes que se exacerban mutuamente.
“En un abrir y cerrar de ojos, una crisis de salud se convirtió en una crisis económica. En una crisis alimentaria, una crisis de vivienda, una crisis política. Todo chocaba con todo lo demás. Las catástrofes que se exacerban mutuamente también es una descripción adecuada para la pandemia de COVID-19”, refieren los directivos de la Fundación Bill y Melinda Gates, patrocinantes de la GAVI (Alianza para las Vacunas).
Gates se mostró moderadamente optimista. Cree que con una vacuna y la cooperación entre naciones, lo peor pasaría en dos años.
“Para el próximo verano, enviaremos las vacunas a todos los países del mundo. Con un nivel de vacunación del 60% debería poder detener casi toda la propagación exponencial de la enfermedad. Entonces, soy optimista. El próximo año bajaremos las cifras de manera muy, muy dramática. Y que la pandemia terminará en algún momento de 2022″.
Persisten las teorías conspiranoicas
Internet y las redes sociales están saturadas de comentarios adversos a Gates. Lo han convertido en el centro de teorías conspirativas. Incluso, lo vinculan con la crisis sanitaria, por haberse adelantado sobre lo que podría ocurrir en pocos años.
En 2015 se subió a un escenario de una conferencia TED en Vancouver para lanzar una advertencia grave. «Si algo mata a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, es probable que sea un virus altamente infeccioso en lugar de una guerra», dijo entonces.
A partir de su comentario visionario, organizaciones y grupos lo asocian con su interés en propiciar vacunas a raíz de la emergencia mundial. Comentan además que la Fundación Bill y Melinda Gates ha probado vacunas en niños en India, África y Colombia, y causado miles de muertes y lesiones irreversibles. Otros creen que lidera esfuerzos para despoblar el planeta.
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