La Casa Blanca levantó las restricciones sobre el uso de tejido fetal para la investigación médica. La decisión anuncia por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) permite a los científicos usar tejido derivado de abortos electivos para desarrollar tratamientos para enfermedades como el cáncer y el sida.
El Departamento de Servicios Humanos y de Salud, que supervisa a la NIH, restauró los lineamientos emitidos durante el mandato de Barack Obama. La NIH “manejará y supervisará la investigación usando tejido fetal humano de acuerdo con las políticas y procedimientos que estaban en vigor antes de la prohibición de junio del 2019”. Los científicos podrán comprar tejido fetal de fuentes aprobadas antes de la prohibición. Además, todos los proyectos que habían sido autorizados antes de las restricciones podrán ser reanudados.
Revocar la prohibición
Las nuevas reglas se anunciaron un día después de que Xavier Becerra, el secretario de salud y servicios humanos de Estados Unidos dijera en una audiencia en Capitol Hill que se iban a cambiar las reglas sobre la investigación del tejido fetal.
“Creemos que tenemos que hacer la investigación necesaria para asegurarnos de que estamos incorporando innovación y brindando todos esos tipos de tratamientos y terapias al pueblo estadounidense”, dijo Becerra.
Para cumplir la nueva norma, los científicos aún deben seguir otras reglas en la investigación. Incluida la obtención del consentimiento informado del donante de tejido. No pueden pagar a los donantes para obtener el tejido fetal o beneficiarse de los estudios, pero por lo demás son libres de reanudar la investigación.
La decisión genera polémica
Biden, al revocar la prohibición, cumplió una promesa que habían hecho en la campaña electoral. Aunque apoya la ciencia, no obstante consternó a los grupos conservadores que se oponen a la investigación del tejido fetal por violar la santidad de la vida.
Para Tara Sander Lee, investigadora principal y directora de ciencias de la vida en el Instituto Charlotte Lozier, la decisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) de reanudar los experimentos utilizando partes del cuerpo de niños abortados desafía tanto la mejor ética como la ciencia más prometedora. «Es innecesario y grotesco», dijo.
Por otro lado, el Dr. Mike McCune, experto en VIH en la Fundación Bill y Melinda Gates, advirtió que podría tomar un tiempo para recuperar la investigación. Sin embargo, considera fantástica la decisión de la NIH .
McCune asegura que trabajar con tejido fetal es una habilidad que requiere especialización. Muchos científicos con décadas de experiencia tuvieron que encontrar otro trabajo ante la prohibición de Trump. Por ello, tendrán que volver a empezar de cero, «pero es posible».
Tratamientos con uso de tejido fetal
Durante décadas los científicos han utilizado el tejido fetal para crear líneas celulares para la investigación de vacunas y de tratamientos para muchas enfermedades. En la década de los ochenta los llamados ratones humanizados que contienen tejido u órganos humanos fetales han servido como eje para desarrollar tratamientos y estudiar la respuesta inmune a patógenos como el coronavirus. El tejido fetal también se utiliza para estudiar cómo se desarrollan los órganos y sistemas humanos en el útero.
El año pasado se utilizaron células humanas derivadas de un feto para desarrollar los tratamientos con anticuerpos monoclonales que recibió Donald Trump al ser diagnosticado con la COVID-19. También muchas de las vacunas contra el coronavirus financiadas por Operation Warp Speed también se probaron en células derivadas de tejido fetal. Varios científicos criticaran a Trump por haberse beneficiado de un tratamiento que se desarrolló a partir de las investigaciones que había prohibido.
Lawrence Goldstein, neurocientífico de la Universidad de California, en San Diego, que ha utilizado tejido fetal en su investigación dijo que la conducta de Trump fue muy hipócrita. Además, esperaba que cualquier futura administración republicana no restableciera la prohibición de Trump. «Sería terrible que esta investigación estuviera en un yo-yo”, dijo.
Prohibición en la era Trump
Durante su gobierno Trump cercenó todos los fondos para proyectos en laboratorios gubernamentales referidos al tejido fetal. En ese momento el HHS dijo en un comunicado que promover la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural era «una de las principales prioridades del gobierno de Trump».
Pero las restricciones equivalían a una prohibición que detuvieron los proyectos y, en algunos casos, desperdiciaron años de esfuerzo. Por ejemplo, la prohibición detuvo la investigación que había aumentado la supervivencia media de las mujeres con cáncer de mama metastásico de dos a diez años.
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