Todavía hay mucha incertidumbre respecto al origen del SARS-CoV-2. La Organización Mundial de la Salud está trabajando junto a un panel de expertos que viajaron a Wuhan a principios de año para aclarar la historia. Paralelamente el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, le ordenó a las agencias de inteligencia de su país que le informen sobre si el coronavirus surgió por primera vez en China de una fuente animal o de un accidente de laboratorio.
Biden pidió a través de un comunicado de la Casa Blanca que el acercamiento a una conclusión definitiva sobre el origen del SARS-CoV-2 debe llegar en los próximos 90 días. Por ello, las agencias deben redoblar sus esfuerzos para recopilar y analizar toda la información sobre el inicio de la pandemia en China.
Según el mandatario, la CIA y otras agencias de inteligencia de los Estados Unidos tienen opiniones divididas con respecto al surgimiento del virus pero evaluarán los dos escenarios probables: si surgió del contacto humano con un animal infectado o de un accidente de laboratorio. «La mayoría no cree que haya suficiente información para evaluar que uno sea más probable que el otro», señala Biden.
Su respuesta al informe de The Wall Street Journal
El anuncio del mandatario se produce luego de las nuevas especulaciones resurgidas en los últimos días, que dan fuerza a la hipótesis del surgimiento del virus como «accidente» en un laboratorio de Wuhan.
Desde febrero Estados Unidos ya se había mostrado insatisfecho con los resultados preliminares de las investigaciones realizadas a principios de este año por expertos internacionales en Wuhan para buscar el posible origen de la pandemia. En ese momento la OMS indicó que la hipótesis más probable del origen del SARS-CoV-2 era que se había transmitido al ser humano desde animales salvajes vía una o más especies que actuaron como intermediarias. Mientras que Biden consideró que las autoridades chinas habían ocultado datos a esa misión de la OMS.
El principal epidemiólogo del Gobierno, Anthony Fauci, también apuntó este martes que “no está convencido” de que el virus mortal se haya desarrollado de forma natural. Por ello, alentó a que se realicen más investigaciones sobre los orígenes del SARS-CoV-2.
Siguen las investigaciones para determinar el origen del virus
Biden ya había pedido en marzo una evaluación interna de los orígenes del virus, que le fue entregada hace dos semanas en su Presidential Daily Brief de inteligencia. Los funcionarios dijeron que esa evaluación reavivó una discusión sobre desclasificar algunos de los hallazgos.
El miércoles por la noche, los senadores Mike Braun de Indiana y Josh Hawley de Missouri aprobaron su proyecto de ley para desclasificar la inteligencia relacionada con cualquier vínculo potencial entre el laboratorio chino y los orígenes del SARS-CoV-2 por consentimiento unánime. «El mundo necesita saber si esta pandemia fue producto de la negligencia en el laboratorio de Wuhan. Pero el Partido Comunista Chino (PCCh) ha hecho todo lo posible para bloquear una investigación creíble», dijo Hawley.
Por otro lado, Avril D. Haines, directora de inteligencia nacional, ha estado trabajando con varias agencias de inteligencia. Ha reunido a funcionarios con puntos de vista divergentes para discutirlos, revisar la ciencia cambiante e impulsar la recopilación de inteligencia adicional.
Adicional a la investigación, Joe Biden también anunció esta semana que EE UU junto a sus socios se mantendrán en constante presión a China para que participe en una investigación internacional «completa, transparente y basada en pruebas».
China responde diciendo que la teoría del laboratorio es una «manipulación»
Tras las declaraciones de Biden, la embajada de China en Estados Unidos acusó de “manipulación política” a quienes reavivan la teoría de que la COVID-19 se originó en un laboratorio de Wuhan. “Algunas fuerzas políticas se han obsesionado con la manipulación política y el juego de culpas, ignorando la urgente necesidad de su pueblo de combatir la pandemia y la demanda internacional de cooperación en este frente, que ha provocado una trágica pérdida de muchas vidas”, indicó un portavoz diplomático.
La pandemia se ha llevado la vida de más de tres millones de personas y ha contagiado a casi 170 millones en todo el mundo. Mientras tanto, China denunció en su comunicado que “la campaña de difamación y culpabilización está regresando, y la teoría de la conspiración de la ‘fuga del laboratorio’ está resurgiendo». «No podemos dejar de preguntarnos, ¿han dejado atrás esa amarga lección tan pronto? ¿O quieren ver repetidas las tragedias?”, sostuvo la legación.
Hay que esclarecer el asunto lo antes posible
Han pasado 17 meses desde que surgió el primer caso de coronavirus en Wuhan. Ya hay varias vacunas para combatir el virus, sin embargo, aún no hay una respuesta de cómo surgió la letal enfermedad. Es un debate constante entre la comunidad científica y los políticos. Los científicos de todo el mundo han llegado a la conclusión de que lo más probable es que surgiera de un animal infectado.
El Dr. Robert Garry, virólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tulane dijo que hay evidencia clara de que el coronavirus surgió naturalmente a través de la recombinación de material genético de diferentes coronavirus de murciélagos. Los datos hasta ahora llevan el sello de la recombinación natural, dijo, y no hay signos de intervención humana.
Sin embargo, en todo este tiempo también se ha sospechado que la crisis de salud global fue provocada por el hombre. Señalando específicamente al laboratorio chino como la fuente probable del patógeno. En su momento, Trump y su gabinete acusaron repetidamente a los chinos de no compartir la información verídica y ser cómplices del asunto.
El coronavirus podría ser creado por el hombre
A principios de enero, el secretario de Estado Mike Pompeo publicó una hoja informativa sobre el Instituto de Virología de Wuhan. Allí se describen las pruebas de que el virus podría haber surgido accidentalmente desde el Instituto. Pompeo dio a conocer con este informe que el Gobierno de Estados Unidos tenía motivos para creer que varios investigadores dentro del WIV se enfermaron en el otoño de 2019, ntes del primer caso identificado del brote, con síntomas consistentes tanto con COVID-19 como con enfermedades estacionales comunes.
Este fin de semana salió el informe de WSJ. Ahí señalan que la información sobre los investigadores enfermos divulgada por Pompeo había estado contenida en documentos de inteligencia preparados al final de la administración Trump. Sobre esto, Trump emitió un comunicado en el que se jactaba de su temprana insistencia en que el laboratorio de Wuhan era la fuente del virus. «Para mí, fue obvio desde el principio», dijo. «Pero fui muy criticado, como de costumbre».
En todo este tiempo los científicos se han mostrado reacios a discutir la hipótesis de la fuga de laboratorio. Según Marc Lipsitch, epidemiólogo de Harvard «habían estado en guardia contra la desinformación». No obstante, tras el informe de marzo del grupo elegido por la OMS en colaboración con China, obligó a algunos científicos a hablar. Todo apunta a que por ahora se necesita más información para saber la verdad.
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