El gobierno de Joe Biden presentó un plan para que las compañías petroleras y gasíferas paguen más por perforar en tierras federales. En una iniciativa que aumentará los ingresos y protegerá el medio ambiente.
El Departamento del Interior señaló que el actual programa federal de arrendamiento de petróleo y gas quedó «obsoleto» y no proporciona un rendimiento justo a los contribuyentes, incluso antes de tener en cuenta los costos resultantes relacionados con el clima».
En un documento pide aumentar la tasa de regalías del gobierno, el 12,5% de las ganancias que los desarrolladores de combustibles fósiles deben pagar al gobierno federal a cambio de perforar en tierras públicas. Para estar en línea con las tasas más altas cobradas por la mayoría de los propietarios privados y las principales empresas petroleras y estados productores de gas.
El informe se centra en el caso fiscal para actualizar el programa de arrendamiento. Pero los funcionarios del Interior dicen que también considerarán cómo incorporar el costo real del cambio climático en el precio de los permisos para la extracción de nuevos combustibles fósiles.
El gobierno de Biden estableció este año su «costo social del carbono» en 51 dólares por tonelada de emisiones. Pero sugirió que el número podría aumentar a medida que los investigadores desarrollen nuevas estimaciones del daño causado por los incendios forestales. También por el calor mortal, las sequías que destruyen los cultivos y las inundaciones catastróficas.
“Los impactos directos e indirectos asociados con el desarrollo de petróleo y gas en la tierra, el agua, la vida silvestre y la salud y seguridad de las comunidades merecen un reequilibrio. En particular las comunidades de color, que soportan una carga desproporcionada de contaminación”, indica el informe recogido por The Washington Post.
Biden espera que las petroleras paguen más
Muchos activistas no están satisfechos con el documento del gobierno de Biden de elevar los pagos de las petroleras para perforar tierras federales. Afirman que incumple la promesa de que prohibiría prohibir nuevos arrendamientos de petróleo y gas en tierras públicas.
«Estamos destruyendo la vida en la Tierra mediante la extracción de combustibles fósiles. El proceso debe terminar, no reformarse», recalcó Randi Spivak, director del programa de tierras públicas del Centro para la Diversidad Biológica.
Los análisis económicos sugieren que los cambios en las tasas de regalías y bonos aumentarán los ingresos. Pero no reducirán significativamente las emisiones de carbono. Después de un verano durante el cual uno de cada tres estadounidenses experimentó un desastre climático, Spivak comparó los planes del gobierno con «reorganizar las tumbonas en el Titanic».
Por otra parte, Frank Macchiarola, del American Petroleum Institute, criticó la propuesta de incrementar el costo del desarrollo de combustibles en Estados Unidos. «Cuando los crecientes costos de la energía son aún más evidentes para los estadounidenses, el gobierno de Biden está enviando señales contradictorias», dijo Macchiarola, vicepresidente senior de política, economía y asuntos regulatorios de API.
El tan esperado informe del Departamento del Interior se produce pocos días después de que Biden liberara 50 millones de barriles de petróleo de la reserva estratégica de petróleo. «En un esfuerzo por contrarrestar el aumento de los precios de la gasolina», argumentó.
A principios de mes, Biden también aprobó la mayor venta de arrendamientos de petróleo y gas en alta mar en la historia estadounidense. Cálculos del gobierno señalan que podría generar hasta 1.100 millones de barriles de petróleo y 4,42 billones de pies cúbicos de gas natural en las próximas décadas.
La crítica medioambiental
El informe del gobierno de Biden sobre pechar más a las petroleras que deseen perforar en tierras públicas coincide con las propuestas de los demócratas del Congreso de aprobar una serie de cambios de arrendamiento de petróleo y gas incluidos en el acuerdo presupuestario Build Back Better.
La versión del proyecto de ley aprobada el mes pasado incluye disposiciones que aumentarían la tasa mínima de regalías para la perforación en tierra por primera vez en un siglo. Acortarían la duración de los arrendamientos de diez a cinco años.
Esa legislación ahora está en manos del Senado. El presidente del Comité de Energía y Recursos Naturales, Joe Manchin III, dijo que quería revisar el informe antes de aceptar nuevas leyes.
El Departamento del Interior puede aumentar las tasas de regalías y fianzas por sí solo. Pero consagrar las tasas más altas en la legislación protegería las políticas de las batallas judiciales que han frenado otras iniciativas ambientales.
Los funcionarios han expresado su apertura a tasas más altas como las exigidas por la mayoría de los estados productores de petróleo y gas, incluidos Dakota del Norte y Texas.
Aumentar la tasa de regalías al 18,75%, la tasa que se cobra por perforar en aguas profundas en alta mar, generaría mil millones de dólares adicionales por año. Entre ahora y 2050, según una investigación de Brian Prest, economista del grupo de expertos Resources for the Future.
Una tasa de regalías del 25% para la perforación en tierra y mar adentro duplicaría ese número a casi $ 2 mil millones anuales. Ninguna política tendría un impacto significativo en los precios de la energía para los hogares estadounidenses. Pero tampoco afectarían mucho las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo Prest.
Pozos huérfanos
Cambiar la tasa de fianza podría tener un impacto ambiental más significativo, comentó Ryan Kellogg de la Universidad de Chicago.
El Departamento del Interior dijo que sus tierras contienen decenas de «pozos huérfanos». Infraestructura de petróleo y gas abandonada cuyos propietarios han desaparecido, quebrado o perdido en la historia. Estas instalaciones pueden seguir teniendo fugas de contaminación durante años. Pero la tasa de fianza mínima actual, no es suficiente para limpiar ni siquiera un pozo cerrado. Se trata de solo $ 25.000 para todas las instalaciones de una empresa en todo el estado
“Cada uno de estos pozos es una pequeña bomba de tiempo en el suelo que, en última instancia, producirá una fuga de metano”. Un potente gas de efecto invernadero, añadió Kellogg.
El documento pide cambios en las políticas para desalentar la especulación y brindar a las comunidades más participación en el proceso de arrendamiento.
Actualmente, no existe ningún requisito de que los licitadores de contratos de arrendamiento se identifiquen públicamente. Los arrendamientos que no se venden en subastas competitivas se colocan en un grupo «no competitivo». Allí, las empresas pueden alquilar terrenos por una pequeña tarifa administrativa. Esto lleva a las empresas a comprar y revender arrendamientos a un precio más alto, lo que genera ganancias para los especuladores, en lugar de los contribuyentes. Además, crea un incentivo para que las empresas compren arrendamientos incluso si no tienen planes de desarrollo.
Por lo pronto, la estimación del gobierno de Biden de hacer que las compañías petroleras y gasíferas paguen más para perforar en tierras federales, sigue en debate.