En la guerra de Rusia contra Ucrania se han denunciado numerosos casos extremos de abusos por parte de las tropas rusas a la población civil. Pero por primera vez y sin cortapisas, Joe Biden catalogó de genocidio la escalada de violencia de Rusia. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa señaló que el régimen de Vladimir Putin viola derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Biden había acusado a Putin de haber cometido crímenes de guerra. En un viaje a Polonia dijo que el mandatario ruso no debía seguir en el poder, pero en esta ocasión, el presidente estadounidense empleó el término genocidio en un discurso en una planta de etanol en Iowa.
Comentó que había usado intencionalmente la palabra genocidio en su intervención. Agregó que deben ser los juristas los que decidan si ese término se aplica según el derecho internacional. “Pero a mí me parece que sí, que es un genocidio lo que ocurre en Ucrania”, asentó antes de abordar el Air Force One.
El genocidio es el exterminio sistemático de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad. Durante la guerra en Ucrania, el ejército ruso ha desplegado sus potentes armas contra hospitales infantiles, escuelas, edificios de utilidad pública. Ha aniquilado poblaciones enteras, como en Bucha y Mariupol. La más reciente matanza cientos de civiles en la estación de tren de Kramatorsk, en la región del Donbass.
Estos cruentos hechos han sido denunciados por el gobierno ucraniano, gobiernos del mundo y organizaciones internacionales que defienden los derechos humanos. Se han instruido expedientes de estos feroces crímenes ante la Corte Penal Internacional CPI).
Biden acusa a Rusia de genocidio
Joe Biden, además de calificar de “genocidio” la actuación bélica de Rusia, refirió que “cada vez está más claro que Putin trata de eliminar el concepto mismo del ser ucraniano”. Cada hora que pasa “están surgiendo más pruebas de las cosas horribles que los rusos perpetran en Ucrania”.
La declaración de Biden fue respondida por Volodímir Zelenski. El presidente de Ucrania señaló a través de las redes sociales: “Palabras verdaderas de un líder verdadero. Llamar a las cosas por su nombre es esencial para hacer frente al mal. Estamos agradecidos por la asistencia estadounidense brindada hasta ahora y necesitamos con urgencia más armas pesadas para evitar más atrocidades rusas”.
Mientras tanto, la OSCE emitió un informe pormenorizado sobre las atrocidades cometidas en los combates contra los ucranianos. Precisó que quienes ordenaron ataques contra un hospital de maternidad y un teatro convertido en refugio en la ciudad sitiada de Mariupol son autores de crímenes de guerra.
“Tomado en su conjunto, el informe documenta el catálogo de actos inhumanos perpetrados por las fuerzas de Rusia en Ucrania”, informó Michael Carpenter, embajador de EE UU ante la OSCE.
“Esto incluye evidencia de ataques directos a civiles, a instalaciones médicas, violaciones, ejecuciones, saqueos y deportaciones forzadas de civiles a Rusia”, sostuvo el diplomático. Y adicionó que “no es concebible que tantos civiles hayan sido asesinados y heridos. Y tantos bienes de carácter civil, incluidas casas, hospitales, bienes culturales, escuelas, edificios, parques, infraestructuras de gran valía”.
OSCE está integrada por 57 Estados de distintos puntos del planeta repartidos entre tres continentes (América del Norte, Europa y Asia), entre ellos está la Santa Sede. De ese total, 45 países aprobaron la creación de una misión para investigar posibles delitos, incluidos posibles crímenes de guerra en Ucrania. Rusia se opuso.
Violación al DIDH y crímenes de guerra
La OSCE difundió el informe, tras las declaraciones de Joe Biden, sobre la guerra en Ucrania y lo que considera un genocidio de Rusia en contra de los ucranianos. La misión de la Organización enviada a Ucrania manifestó “está particularmente preocupada por el trato de los prisioneros de guerra. Considerados originalmente delincuentes y tratados de manera incompatible con el Convenio de Ginebra III”, recoge el documento.
Pese a los desmentidos rusos, el documento indicó que el ataque del 9 de marzo contra la Maternidad y el Hospital Infantil de Mariupol fue llevado a cabo por Rusia y que los responsables cometieron un crimen de guerra.
También se afirma que el ataque al Teatro Dramático de Mariúpol del 16 de marzo, en el que murieron 300 personas, fue un crimen de guerra.
“La misión no puede concluir si el ataque ruso contra Ucrania puede calificarse per se como un ataque generalizado o sistemático dirigido contra una población civil”, dijo, refiriéndose al contexto en el que delitos como el asesinato y la violación constituyen crímenes contra la humanidad. “Sin embargo, agregó, que algunos patrones de actos violentos que violan el DIDH (derecho internacional de los derechos humanos), que se han documentado repetidamente en el curso del conflicto, como los asesinatos selectivos, las desapariciones forzadas o los secuestros de civiles (…) pueden cumplir esta calificación”.
Por tanto, reiteró que “cualquier acto violento individual de este tipo, cometido como parte de un ataque de este tipo y con conocimiento de ello, constituiría entonces un crimen contra la humanidad”.
Ucrania es la escena del crimen
Mientras las fuerzas rusas se reposicionan en el este de Ucrania, el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, dijo que “Ucrania es la escena de un crimen” en una visita a Bucha. Luego de las evidencias de que esas tropas cometieron atrocidades durante su ocupación de esa localidad.
Imágenes satelitales de la firma estadounidense Maxar Technologies registran un reposicionamiento del ejército ruso. Y convoyes con más de 200 vehículos que viajaban por la carretera. Probablemente para una nueva ronda de ofensivas en la región.
Entretanto, Estados Unidos está preparando una expansión dramática de su asistencia armamentística a Ucrania, dijeron funcionarios estadounidenses a The Washington Post. Se espera que el gobierno de Biden anuncie otros $ 750 millones en asistencia militar para Ucrania en su lucha contra las fuerzas rusas.
El fiscal de la CPI visitó Bucha y obtuvo de primera mano, el recuento de los hechos brutales cometidos contra la población de Bucha.
“Estamos aquí porque tenemos motivos razonables para creer que se están cometiendo delitos dentro de la jurisdicción de la corte”, dijo Khan. “Tenemos que atravesar la niebla de la guerra para saber la verdad”.
Apenas unos días después de la invasión de Rusia el 24 de febrero, Khan dijo que estaba abriendo una investigación sobre presuntos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Ucrania.
La ocupación rusa de Bucha se saldó con más de 400 civiles muertos, según las autoridades, y sus cuerpos han sido encontrados en sótanos, pisos particulares, en fosas o tirados en la calle. Con disparos en la cabeza y las manos atadas.
El servicio de inteligencia ucraniano denunció que las tropas rusas pretenden eliminar las pruebas que confirmen que han cometido crímenes de lesa humanidad en Ucrania.