El aeronauta y activista climático suizo Bertrand Piccard presentó el prototipo del primer aeroplano propulsado por hidrógeno verde con el que planea volar alrededor de la Tierra sin escalas y cero emisiones en 2028. El proyecto Climate Impulse pretende mostrar el potencial de los vuelos propulsados por hidrógeno como alternativa sostenible para la aviación del futuro y revolucionar el sector de la movilidad pesada. Además, Climate Impulse quiere hacer hincapié en que es posible modernizar y descarbonizar el planeta.
“Estoy harto de ver a gente que cree que no hay futuro, por eso quiero traer un nuevo proyecto que pueda devolver la esperanza, motivar la acción de todos contra los desafíos medioambientales y demostrar que la acción climática es una aventura fantástica, siempre y cuando utilicemos las soluciones técnicas que ya existen”, afirmó Piccard en la presentación de la aeronave.
El afamado explorador ha contado con el apoyo de Breitling durante las misiones Breitling Orbiter, tres viajes de vanguardia que llevaron a Piccard a realizar la primera vuelta al mundo en globo sin escalas en 1999. Ahora, el fabricante suizo de relojes de lujo vuelve a acompañar al aeronauta en su nuevo viaje histórico y patrocinará oficialmente la misión Climate Impulse.
Georges Kern, CEO de Breitling, la marca siempre ha estado a la vanguardia de la aviación dijo que “Climate Impulse supone un paso adelante en este compromiso. «Al apoyar a Bertrand Piccard y a su equipo, estamos defendiendo el futuro de la aviación sostenible», recalcó.
Bertrand Piccard, entre cuyos logros pioneros también se incluye la primera vuelta al mundo en avión propulsado por energía solar –Solar Impulse,2016–, insiste en la importancia de presentar la lucha contra el cambio climático de una manera más positiva: “Debemos modificar la narrativa de la ecología, pasar del sacrificio y miedo al entusiasmo y la esperanza. Las soluciones realistas unirán a la gente, desde ciudadanos y activistas verdes hasta líderes políticos y empresariales”.
Raphaël Dinelli, experimentado navegante, piloto e ingeniero de materiales compuestos, acompañará a Piccard en esta nueva aventura. Dinelli aporta su experiencia en energías renovables e innovaciones ecológicas al proyecto Climate Impulse, dirigiendo desde su empresa –49Sud– la construcción de este revolucionario avión.
DE LA ESTRATOSFERA AL ABISMO
Explorador infatigable, médico psiquiatra y pionero de las tecnologías limpias, combina innovación y aventura para afrontar los grandes retos del siglo XXI. Nacido en el seno de una legendaria familia de exploradores que han conquistado tanto la estratosfera como el abismo, Bertrand Piccard hizo historia al lograr dos hitos aeronáuticos: la vuelta al mundo sin escalas en globo y, más recientemente, en un avión propulsado por energía solar y sin ningún tipo de combustible.
Pionero en considerar la ecología desde el ángulo del crecimiento económico, lleva fomentando las energías renovables y las tecnologías limpias desde principios de la década de 2000. Su doble identidad de psiquiatra y explorador le permite actuar como orador inspirador e interlocutor reconocido por grandes instituciones, compartiendo su visión de una ‘economía cualitativa’ que concilia ecología y economía.
Con su fundación Solar Impulse, logró su objetivo de identificar más de 1500 soluciones eficaces, que ahora se esfuerza por poner en conocimiento de los responsables políticos e industriales para que estos puedan alcanzar sus objetivos climáticos. Este humanista y antiguo embajador de las Naciones Unidas para el medio ambiente aprovecha su reputación para estimular el progreso, la sostenibilidad y la calidad de vida, tres temas que se reflejan en sus esfuerzos por unir las fuerzas en el trabajo y fomentar la acción política no partidista con la finalidad de modernizar el marco legal.
El nuevo proyecto de un avión propulsado por hidrógeno, Climate Impulse, forma parte de esta pasión por explorar nuevas formas de hacer y pensar.
Hace cuatro años, se propuso encontrar 1.000 soluciones rentables y viables para proteger el medio ambiente y crear empleo. Hoy lleva reseñadas casi 1.500 iniciativas. ¿Qué ha aprendido con este proyecto?
Tenemos que demostrar que hoy, gracias a la innovación tecnológica, la protección del medio ambiente es rentable económicamente y puede crear empleo. Por eso, iniciamos los retos de las 1000 soluciones. La eficiencia se paga sola. Hablar de innovación es también hablar de innovación económica. Es la manera de ser políticamente innovador. Adaptar el marco jurídico a las realidades de lo que las tecnologías nos permiten hacer hoy.
¿Cree que la tecnología tiene hoy las soluciones para hacer frente a la crisis medioambiental?
La tecnología es tan buena como lo que hacemos con ella. Ya existen miles de soluciones técnicas para proteger el medio ambiente de forma creíble y económicamente rentable. La Fundación Solar Impulse ha enumerado más de 1.500 de ellas.
El problema es que la mayoría de estas soluciones ni se conocen ni se utilizan. Proceden del mundo de la innovación, pero a menudo más del sentido común que de la alta tecnología. Recuperar el calor de los centros de datos y de las chimeneas de las fábricas, o producir materiales de construcción a partir de residuos urbanos no reciclables, ¿no es tan lógico como ecológico?
¿En qué se basa el modelo de economía cualitativa que usted defiende?
Crear empleo y desarrollar la economía sustituyendo lo que contamina el medio ambiente por lo que lo protege. Vender eficacia en lugar de cantidad. En la economía cualitativa que considero indispensable, los productos que compramos serían de mayor calidad, durarían más y se pagarían a un precio más alto. Las cantidades producidas serían menores, pero los márgenes de beneficio de las empresas serían mayores. Todo el mundo podría comprar menos porque no necesitaría comprar tan a menudo. En resumen, sería un “ascenso” general para todos.
¿Es posible compaginar la extracción de recursos con la preservación de la biodiversidad?
El aeronauta suizo Betrand Piccard presentó su nuevo desafío –el proyecto Climate Impulse– acompañado por el CEO de Breitling, George Kern. Para muchos, la biodiversidad es invisible y se da por sentada. Por ello, la defensa de la biodiversidad es esencial en este sentido, ya que sustenta todo nuestro sistema económico.
Los científicos calculan que el valor económico de los servicios ecosistémicos mundiales, la inmensa mayoría de los cuales no se contabilizan realmente, oscila entre 120 billones y 140 billones de dólares al año, una cifra enorme si se compara con el valor total de la economía mundial global, que hace dos años era de “sólo” unos 94 billones de dólares. Tenemos que asegurarnos de que el verdadero coste del uso de estos recursos se tenga en cuenta en nuestro sistema económico.
La sostenibilidad no avanzará con ideas, sino con propuestas solventes. ¿No cree que la lucha contra el cambio climático está demasiado ideologizada y politizada?
Sí, ¡demasiado! Estoy convencido de que cuando le dices a la gente que a causa del cambio climático tendrá que sacrificar su movilidad, su comodidad o su estilo de vida, creas resistencia, incluso negación. Por eso, creo que tenemos que cambiar la narrativa y demostrar que la transición ecológica puede ser una gran oportunidad para crear un futuro deseable, que combine eficiencia energética, creación de empleo y mejora de la calidad de vida y del poder adquisitivo.
La transición creará nuevas oportunidades industriales en la gestión de residuos, en la movilidad eléctrica, en las bombas de calor, en las energías renovables, etc. ¡Todo esto es económicamente rentable!
¿Ideas opuestas, perspectivas contradictorias y fuerzas aparentemente incompatibles deben coexistir si la humanidad quiere hacer frente al desafío existencial del cambio climático?
La complejidad de la acción climática salta a la vista, al igual que el callejón sin salida en el que nos metemos con ideologías, afirmaciones y estereotipos. ¿Cuál es el elemento de la receta que se olvida con demasiada frecuencia? El matiz y la complementariedad de las acciones.
Necesitamos que los ecologistas den la voz de alarma, que los socialistas se preocupen por la solidaridad con los más pobres, que el centro derecha promueva la responsabilidad empresarial y que la industria produzca las soluciones. La acción climática puede satisfacer todas estas necesidades y debe federar a los actores en lugar de dividirlos.
La Solar Impulse Foundation ofrece a los dirigentes políticos y económicos una herramienta estratégica que incluye un glosario de palabras a sustituir para inspirar ambición y vencer la resistencia a la acción climática. ¿En qué consiste esa nueva narrativa? ¿Ayudará a que se digan menos tonterías en los discursos oficiales?
Con esta guía estratégica, la Solar Impulse Foundation pretende ofrecer a los actores climáticos una nueva narrativa que demuestre las apasionantes oportunidades que ofrece a todos la transición ecológica. Hay personas –tanto responsables políticos como ciudadanos– que se preguntan si una acción climática audaz no perjudicará sus perspectivas.
Es vital tener en cuenta las preocupaciones de los opositores, escuchar sus argumentos y responder utilizando su propio lenguaje: el de la creación de empleo y el desarrollo económico. Se trata de inventar una nueva narrativa que sustituya a la que, para estos grupos, nunca ha funcionado.
¿Por qué la narrativa de los negacionistas que se oponen a la acción climática parece convencer más?
El escepticismo sobre la transición ecológica sigue siendo fuerte. Sigue existiendo la percepción de que tenemos que desprendernos de nuestra riqueza, de nuestra comodidad, liquidar la industria, reducir el desarrollo económico. La gente está harta de esta narrativa.
Nadie quiere hacer sacrificios, ni siquiera los que creen seriamente en el cambio climático. Nuestra tarea es poner de relieve la brecha entre la realidad y las ideas erróneas. Mediante una investigación rigurosa, una comunicación transparente y ejemplos tangibles, podemos demostrar la viabilidad y rentabilidad de las soluciones eficientes existentes, y demostrar que estos temores son infundados.
“La complejidad de la acción climática salta a la vista, al igual que el callejón sin salida en el que nos metemos con ideologías, afirmaciones y estereotipos. ¿Cuál es el elemento de la receta que se olvida con demasiada frecuencia? El matiz y la complementariedad de las acciones. Necesitamos que los ecologistas den la voz de alarma, que los socialistas se preocupen por la solidaridad con los más pobres, que el centro derecha promueva la responsabilidad empresarial y que la industria produzca las soluciones. La acción climática puede satisfacer todas estas necesidades y debe federar a los actores en lugar de dividirlos”.
Urge a la sociedad para que deje de ser víctima del pasado y se convierta en actor del futuro. ¿Qué tenemos que cambiar en nuestro modo de vida?
Animo a todos a ser pioneros. Los pioneros, los exploradores y los innovadores quieren cambiar el statu quo, quieren mejorar las cosas. Estoy harto de todos los que dicen “no hay soluciones”, así como de los que dicen “hay que seguir como hasta ahora porque funciona”. Pero los consumidores también tienen que abandonar la mentalidad de que sólo los productos probados y comprobados son buenos productos. Tienen que atreverse a probar cosas nuevas.
Afirma que la descarbonización del transporte tiene que ser eficiente y limpia, que no solo es una cuestión de emisiones de CO2, que se trata simplemente de modernizar el transporte y hacer siempre lo mejor en cada caso. ¿A qué se refiere?
Hay que descarbonizar el transporte porque no podemos seguir dependiendo de los combustibles fósiles para el 80% de nuestras necesidades energéticas. Pero también porque contamina el aire. Ocho millones de personas mueren cada año a causa de la contaminación atmosférica. Y
hay que integrar la movilidad en el sistema: por ejemplo, hoy en día, un coche eléctrico sólo se utiliza el 5% del tiempo. ¿Qué podemos hacer con el 95% restante? ¿No podemos alimentar la red con sus baterías no utilizadas? Esto evitaría la necesidad de volver a encender centrales eléctricas de gas o incluso de carbón cuando la demanda alcanza su punto máximo al anochecer.
La movilidad sería entonces rentable para el sistema, y éste se beneficiaría de ella al experimentar un nivel más estable de su red. Desgraciadamente, la legislación sigue impidiendo que los particulares sean proveedores de energía. Sin embargo, la descentralización es claramente esencial para la transición energética. Así pues, hay que modernizar las infraestructuras y el marco jurídico.
¿Cómo contribuye a la protección del medio ambiente la caja de reloj sostenible de Breitling etiquetada como una de las Solar Impulse Efficient Solutions?
Una marca de lujo con prestigio tiene más influencia entre los consumidores que un activista verde que dice que hay que utilizar materiales más sostenibles. Por ejemplo, si un fabricante de relojes de lujo dice: “Presentamos nuevas cajas de reloj recicladas”, los clientes entienden que es la nueva tendencia. Pones de moda la sostenibilidad, la haces emocionante y respetuosa. Si otras marcas le siguen, el impacto será aún mayor.
Ha realizado un balance positivo de la COP28 porque ha planteado la descarbonización de forma que satisface a todas las partes. Según su organizador, el sultán Al Jaber, un magnate del petróleo, “un acuerdo es tan bueno como su implementación”. ¿No es como poner al lobo a cuidar el gallinero?
Por primera vez, se incluyeron los combustibles fósiles en el texto final de una COP. Aunque no se pedía explícitamente la famosa “eliminación progresiva” de los combustibles fósiles, la redacción se hacía eco claramente de la necesidad de liberarnos “abandonando los combustibles fósiles” para mantener el objetivo de 1,5 °C, al que algunos incluso estaban dispuestos a renunciar. Esto era lo mejor que íbamos a conseguir.
Es aquí donde debemos concentrarnos para alcanzar los objetivos de quienes, con razón, querían mucho más. Dado que es obviamente difícil frenar rápidamente la producción de petróleo, centrémonos más bien en reducir el consumo. Eso depende enteramente de nosotros, que quemamos todo ese petróleo. Y ahí es donde tenemos más que ganar.
Pese a las críticas, sí se estableció un cronograma diferenciado en función del desarrollo y dependencia de los países de los hidrocarburos. ¿Será posible una transición justa, ordenada y equitativa, que no deje a nadie atrás?
Para los dirigentes políticos de estos países, está claro que la transición ecológica está intrínsecamente ligada a las necesidades básicas, como el transporte, la electricidad, el agua potable, la alimentación y la vivienda. Así que cuando pensamos en una “transición justa”, no se trata sólo de permitir que la gente sobreviva mientras se asegura de que se alejan de las viejas formas sucias e ineficientes de hacer las cosas, sino también de utilizar la transición ecológica para desbloquear toda una nueva forma de vida.
Sabemos que existe la tecnología para lograrlo. Hay suficiente dinero disponible en el mundo para hacerlo realidad, pero las inversiones dependerán de la estabilidad política de los países en cuestión. No es casualidad que el 17º Objetivo de Desarrollo Sostenible sea la asociación. Debe convertirse en la piedra angular de una transición ecológica que, si queremos que tenga éxito, debe ser justa y equilibrada entre los dos hemisferios.
Se cumple el 25 aniversario de una de las grandes proezas del siglo XX: la vuelta al mundo sin escalas en el globo Orbiter 3. ¿Qué queda hoy de esa gesta? ¿Se plantea un nuevo hito para el siglo XXI?
En julio de 1969, con diez días de diferencia, vi a mi padre partir para su inmersión de un mes en la corriente del Golfo con su mesoscafo y al Apolo 11 despegar hacia la Luna. Cuando partí con el Breitling Orbiter 3, me acordé de todos aquellos días, de todos los sueños que tenía de ser explorador, y era el mismo espíritu, porque nunca se había hecho. Otros lo habían intentado, pero habían fracasado.
Yo mismo había fracasado ya dos veces. Así que ni siquiera sabía si era posible, y eso te obliga a ser creativo. La mayor herencia del Breitling Orbiter 3 es Solar Impulse, el avión solar con el que André Borschberg y yo hemos dado la primera vuelta al mundo sin combustible. Para el futuro, estoy planeando el proyecto Climate Impulse, con el que pretendo dar la vuelta al mundo sin escalas en un avión ecológico de hidrógeno y cero emisiones en nueve días.
Estoy harto del pesimismo y la inacción en materia de protección del medio ambiente. Quiero demostrar a todos los que no ven futuro que hay esperanza y que podemos actuar. La mejor manera de hacerlo es con un proyecto espectacular.