BepiColombo, la primera misión espacial europea-japonesa con destino a Mercurio, se aproxima en el tiempo previsto al pequeño planeta. Para compartir tan fantástica experiencia, la sonda ya ha enviado a la Tierra varias imágenes de la superficie, rocosa y cubierta de cráteres. Tomadas a una altitud de 199 kilómetros el 1 de octubre en la noche
El vehículo espacial, gestionado por la Agencia Espacial Europea y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, se lanzó en octubre de 2018. Su objetivo es descorrer los misterios que atesora el planeta más próximo al Sol, pero no es el más cálido.
Mercurio es el primer planeta del Sistema Solar. A diferencia de la Tierra, y en realidad tiene muchas, su atmósfera es delgada y no tiene luna. Solo disfruta de un amanecer cada 180 días terrestres. Y en su circunferencia pueden registrarse temperaturas de entre 430 grados y menos 180 grados.
En este primer encuentro cercano con Mercurio se recopilaron imágenes y datos científicos. «El sobrevuelo fue perfecto desde el punto de vista de la nave espacial. Es increíble ver finalmente nuestro planeta objetivo», dijo Elsa Montagnon, gerente de Operaciones de BepiColombo.
Las imágenes, en blanco y negro, se adquirieron desde unos cinco minutos del tiempo de aproximación y hasta cuatro horas después. Cuando estaba aún a 2.418 kilómetros de Mercurio, la nave utilizó su cámara Mercury Transfer Module’s Monitoring. Mientras pasaba en picada en un sobrevuelo cercano por gravedad asistida, la nave llegó al lado nocturno del planeta.
La región en la imagen es el hemisferio norte de Mercurio, incluida la Planicie de Sihtu. También se divisan el cráter Calvino, y las llanuras Rudaki.
BepiColombo a la conquista de Mercurio
A la misión con rumbo a Mercurio le pusieron por nombre BepiColombo, en homenaje al científico italiano Giuseppe “Bepi” Colombo (1920-1984), estudioso de ese planeta e impulsor de lo que es la actual travesía. Después de tres años de viaje, la nave se encuentra hoy a más de 100 millones de kilómetros de la Tierra y sobrevuela a Mercurio a unos 198 kilómetros de altura. Se debe de situarse en la órbita en 2025.
El vehículo está formado por el Orbitador Planetario a Mercurio, de la ESA, y el Orbitador Magnetosférico de Mercurio, de la JAXA. Su propósito es conocer más a Mercurio. Su estructura interna y las dinámicas de su magnetosfera; asimismo, su interacción con el viento solar y su gran núcleo férreo. Sobre todo, el origen de su campo magnético, es una de las tantas interrogantes.
José María Madiedo, doctor en Química y Física e investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, señaló a El País, que “más que decirnos hacia dónde vamos nos dirá de dónde venimos, el origen y la evolución del Sistema Solar”.
Apuntó Madiedo que “la misión permitirá aclarar cuestiones para las que hoy en día no tenemos respuestas». Por ejemplo, cómo se forman estos planetas tan próximos a su estrella, qué composición tiene, partir de qué materiales se formó el sistema solar y cómo evoluciona, cuál es la composición de la tenue atmósfera mercuriana y cómo son los exoplanetas que están muy próximos a su estrella”.
Mercurio no tiene equivalentes a las antiguas tierras altas lunares brillantes. Su superficie es oscura en casi todas partes y se formó por vastas efusiones de lava hace miles de millones de años. Estos flujos tienen las cicatrices de cráteres formados por asteroides y cometas.
Conociendo al pequeño planeta
La misión BepiColombo fue lanzada en octubre de 2018 con destino a Mercurio. Desde entonces ha sobrevolado una vez la Tierra y dos veces Venus. Los próximos sobrevuelos serán alrededor de Mercurio para ajustar su órbita prevista en diciembre de 2025. Una vez lo haga se desplegará un total de dos orbitadores científicos en órbitas complementarias.
Antes, en la década de los setenta, fue impulsada Mariner 10, la primera sonda espacial que visitó Mercurio y un proyecto liderado por Giuseppe “Bepi” Colombo. La siguió la Messenger, lanzada en 2004. Once años después, se estrelló, como estaba previsto tras quedar sin combustible, sobre la superficie de Mercurio y dejó un cráter de 16 metros.
Mariner 10 de la NASA tardó solo 147 días en llegar al planeta más interno del Sistema Solar. Pero las misiones Messenger de la NASA en la década de 2000 y el BepiColombo necesitan años para llegar a Mercurio.
Esto se debe a que para entrar en órbita alrededor de Mercurio la nave necesita llegar al planeta viajando lo suficientemente lento en relación con su velocidad para ser capturada por su gravedad. Debe reducir su velocidad original y reducir la velocidad en el vacío del espacio es bastante complicado.
Precisó ESA que la principal misión científica de BepiColombo comenzará a principios de 2026. Utilizará nueve sobrevuelos planetarios en total: uno en la Tierra, dos en Venus y seis en Mercurio, junto con el sistema de propulsión eléctrica solar de la nave, para ayudar a dirigirse hacia la órbita de Mercurio. El próximo sobrevuelo de Mercurio tendrá lugar el 23 de junio de 2022. Mientras tanto, le espera un largo viaje a BepiColombo.