Así como el Brexit en la UE, la guerra comercial entre Beijing y Washington tiene récord de sintonía a nivel mundial. Y es que estas dos circunstancias tienen consecuencias profundas y directas en la economía global. El capítulo de hoy se titula: China pide respeto.
Esta semana se inició la última ronda de conversaciones en Beijing para lograr un acuerdo comercial entre las dos mayores economías del mundo. Recordemos que la finalización del conflicto comercial tiene como fecha límite el 1 de marzo de 2019. Sin embargo, hasta ahora no se vislumbra la firma de un acuerdo. De hecho, el mandatario estadounidense, Donald Trump, ha asomado la posibilidad de aplazar dicha fecha.
Nueva ronda de conversaciones en Beijing
Luego de una primera ronda de negociaciones en Washington, los representantes del gobierno estadounidense viajaron hasta Beijing a principios de febrero para una segunda ronda de conversaciones.
El lunes 11 de febrero se iniciaron con reuniones de nivel inferior. Luego el día de San Valentín empezó una nueva ronda de consultas económicas y comerciales de alto nivel. A esta ronda de consultas asistieron por el lado de Beijing el viceprimer ministro Liu He (miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China) y por el lado de Washington el representante comercial Robert Ligthizer y el secretario del Tesoro Steven Mnunchin.
Para ese miércoles 14 de febrero era poco lo que se había avanzado con respecto a cuestiones más cruciales y estructurales como el tema de la transferencia tecnológica. Recordemos que en este conflicto comercial se manejan 3 puntos cruciales para llegar a la firma de un acuerdo:
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- Acceso al mercado.
- El plan “Made in China 2025”.
- Y la propiedad intelectual.
Productive meetings with China’s Vice Premier Liu He and @USTradeRep Amb. Lighthizer. pic.twitter.com/KxOZffFXAa
— Steven Mnuchin (@stevenmnuchin1) 15 de febrero de 2019
Washington dice…
Tras acordar en diciembre una tregua de 90 días, Trump nombró a Robert Ligthizer para encabezar las negociaciones con China. Ligthizer ha sido un firme defensor de la finalización de lo que Estados Unidos considera prácticas comerciales desleales, como el robo de la propiedad intelectual.
«Estados Unidos es un gran productor de tecnología, innovación, conocimiento y secretos comerciales. Y tenemos que operar en un entorno donde esas cosas estén protegidas» dijo Lithgthizer durante las conversaciones sostenidas por ambas potencias en enero en la Casa Blanca.
Estados Unidos acusa a China de transferencia tecnológica forzosa. Aquellas empresas extrajeras que busquen entrar en el mercado chino deben transferir su tecnología a empresas locales.
Beijing dice…
Por su parte durante esta semana, China ha pedido a Estados Unidos que respete su derecho a desarrollarse. De hecho el canciller estatal chino, Wang Yi señalaba que el camino para llegar a un acuerdo económico es el respeto y la cooperación:
“EEUU debería reconocer que el desarrollo de China es uno de los intereses a nivel mundial, también para Estados Unidos. Si se viera el desarrollo de China como una oportunidad para EEUU se podría ayudar a resolver ciertos problemas, incluyendo los económicos y comerciales”
A pesar de los retos, parece que esta última ronda de negociaciones en Beijing ha permitido avanzar hacia un pacto y ha logrado el acercamiento de ambas posturas. Ya para diciembre de 2018 Estados Unidos informaba que China reanudaba la compra de soja, uno de los productos más afectados en el bloqueo iniciado por Beijing.
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