Los refrescos y los helados son muy apetecibles en los día calurosos del verano y los publicistas lo saben. Los refrescos son presentados como la gran solución para refrescarse. Pero es una ilusión que dura pocos segundos. Ni quita la sed y neutraliza la temperatura ambiental. Sucede lo contrario, el organismo gasta energías en calentarlo, en ponerlo a la temperatura del cuerpo.
Los expertos recomiendan tomar agua fresca, sin azúcar y sin hielo, pero todavía el refresco sigue siendo muy tentador, aunque habría que temer las consecuencias. Un estudio reciente publicado en el American Journal of Physiology advierte que beber refrescos cuando hace calor puede tener un efecto particularmente adverso en la función renal.
Cuando hace calor, el organismo reacciona sudando más para refrescarse. Si hace ejercicio y hace calor, reduce el flujo de sangre a los riñones para que conservar agua y regular la presión arterial. El esfuerzo a altas temperaturas reduce drásticamente el flujo de sangre y los riñones reciben menos oxígeno y causar una lesión renal aguda.
Hacer ejercicio en un día caluroso pone los riñones en riesgo de deshidratación y daño antes de agregar refrescos a la mezcla. Pero si se toma ese refresco frío que tanto le apetece, los riñones corren el riesgo de sufrir alteraciones irreversibles.
El estudio indica beber refrescos después de hacer esfuerzos físicos en climas cálidos aumenta la deshidratación y pone en peligro los riñones. En las mediciones de los biomarcadores a voluntarios que realizaron trabajo manual a 95 grados Fahrenheit. Los biomarcadores de la función renal se midieron antes y después del ejercicio. Algunos bebieron agua después del esfuerzo y otros bebieron refrescos.
Los refrescos no hidratan, deshidratan
A los participantes que no tomaron agua sino refrescos, tuvieron un aumento en la deshidratación y presentaron marcadores de daño renal, al igual que niveles más altos de ácido úrico y vasopresina.
Los investigadores determinaron que el cuerpo no rehidrata al beber refrescos durante o después del ejercicio en condiciones de calor. Al contrario, induce una lesión renal aguda. Los refrescos contienen altas cantidades de fructosa y cafeína, que hacen más daño que bien.
Muchas personas consumen cantidades mucho más altas de fructosa de lo que es seguro y más proteínas de las necesarias, lo que también puede poner en peligro la función renal. Además, los alimentos procesados, en general, son perjudiciales para la salud de adultos y niños.
A menudo, la enfermedad de los riñones es “progresiva”, lo que significa que empeorará con el tiempo. El daño de los riñones produce cicatrices y es permanente.
Proteger los riñones
Para mantener los riñones saludables durante el verano y durante todo el años bastan unos simples hábitos dietéticos: beber mucha agua, fresca y limpia, es esencial. El agua, sin colorantes ni fructosa, ayuda a mantener los riñones hidratados y sanos.
Una dieta rica en frutas y verduras frescas beneficia la salud, incluida la presión arterial. Una buena noticia para los riñones. Varios alimentos son especialmente buenos para los riñones: las cerezas, los pimientos rojos, la sandía y la col rizada. Para optimizar la función renal óptima se pueden agregar jengibre, cúrcuma, ortiga y milenrama.
Tomar agua fresca y comer frutas y vegetales no es ningún sacrificio. Tampoco dejar de consumir refrescos es un sacrificio. En cambio, los riñones son vitales para tener una buena salud. Trabajan duro, día y noche, para filtrar la sangre y eliminar las impurezas a través de la micción.
Optar por un vaso alto de agua filtrada fría en lugar de refrescos llenos de azúcar y otros elementos altamente procesados evitan lesiones renales y ayudan a que sigan sanos y puedan filtrar 140 litros de sangre y eliminar los desechos a través de la orina.
La deshidratación crónica de bajo grado es una de las causas más comunes de cálculos renales. La función renal deficiente puede estar asociada con otros problemas de salud, como la diabetes tipo 2, la hipertensión (presión arterial alta) y las enfermedades del corazón. Los signos comunes de problemas renales incluyen micción frecuente, problemas para orinar, dolor o sensación de ardor al orinar y sed crónica. Una buena función renal es esencial para mantener la homeostasis en su cuerpo, comenzando con la composición de su sangre.
Los riñones son responsables de mantener el nivel de pH adecuado y el equilibrio de electrolitos (las proporciones de sodio, potasio y fosfatos). También hormonas que ayudan a regular la presión arterial.
Muchas proteínas estresan los riñones
Por lo general, en los países desarrollados las personas consumen hasta cinco veces más proteínas de las que necesitan y tres veces más fructosa de lo que se considera seguro. Solo estos dos factores ejercen un estrés significativo sobre los riñones, con cálculos y enfermedades renales como resultados.
Los analgésicos dañan los riñones cuando se toman en exceso o durante largos períodos. La aspirina, medicamentos antiinflamatorios, ibuprofeno, naproxeno y paracetamol son especialmente dañinos en combinación con alcohol, aunque sea en pequeñas cantidades.
Las investigaciones muestran que combinar alcohol con acetaminofén aumenta el riesgo de daño renal un 123 %, en comparación con tomarlos individualmente. Así, mezclar refrescos, alcohol y un analgésico cuando trabaja en el jardín una tarde calurosa puede ser una peligrosa combinación, incluso mortal. Los síntomas pueden incluir dolor, debilidad, mareos, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, sed extrema y disminución de la orina.
Claves dietéticas para proteger la función renal
Para proteger su función renal, restrinja la fructosa a 25 gramos por día (alrededor de 6 cucharaditas) o menos, especialmente si es resistente a la insulina/leptina. Asimismo, restrinja las proteínas a lo que su cuerpo necesita. El American Kidney Fund recomienda restringir las proteínas a ciertas cantidades según la etapa de la enfermedad renal crónica. Una ingesta ideal de proteínas es alrededor de 1 gramo de proteína por kilogramo de masa corporal magra, no el peso corporal total. Para determinar su masa corporal magra.
Bebe agua pura y limpia
Cambiar las bebidas gaseosas y los jugos de frutas por agua pura mejora en gran medida la función renal y la salud en general. La mejor manera de medir las necesidades de agua es observar el color de la orina. Debe ser de amarillo pálido claro y la frecuencia de visitas al baño de 7 a 8 veces por día.
Coma muchas verduras frescas, idealmente orgánicas.
Lo mejor para los riñones es comer tres o cuatro porciones de verduras y frutas al día. Así, siimplemente aumentar la ingesta de vegetales reduce la presión arterial sistólica en los enfermos renales de manera más efectiva que los medicamentos para la presión arterial.
El Dr. Nimrit Goraya, autor del estudio y director del programa de nefrología en Baylor Scott & White Health en Temple, Texas, dijo que los enfermos renales o para evitar el estrés renal que era «enorme» la diferencia entre comer los alimentos adecuados en lugar de medicamentos en los resultados.
Ajuste el consumo de potasio
Los riñones son responsables de mantener la cantidad adecuada de potasio en su cuerpo. Si no están funcionando bien, el nivel de potasio podría elevarse excesivamente. Si los riñones funcionan bien, la cantidad recomendada de potasio para adultos es de aproximadamente 4.700 mg por día, que debe equilibrarse con sodio.
Como regla general, su proporción de potasio a sodio debe ser de alrededor de 5 a 1. La forma más fácil de lograr esta proporción es comer muchas verduras frescas, idealmente cultivadas orgánicamente y localmente para garantizar un contenido óptimo de nutrientes. Este tipo de dieta de alimentos integrales naturalmente proporcionará cantidades mucho mayores de potasio en relación con el sodio, mientras que una dieta de alimentos procesados prácticamente garantiza que le proporcionará una proporción desequilibrada.
Si tiene una enfermedad renal, debe prestar mucha atención a su nivel de potasio y su ingesta dietética. La mayoría de los que reciben tratamiento para la enfermedad renal controlarán su nivel de potasio midiéndolo mensualmente, y las dietas restringidas en potasio generalmente recomiendan mantener la ingesta de potasio en aproximadamente 2.000 mg por día.
Superalimentos para los riñones
Agregar los siguientes alimentos a la dieta puede ayudar a una función renal óptima:
- Pimientos rojos: bajos en potasio, ricos en vitaminas A, B6, C, ácido fólico y fibra.
- Repollo: bajo en potasio, rico en vitaminas C y K, fibra y fitoquímicos que protegen de los radicales libres.
- Coliflor: rica en vitamina C, ácido fólico y fibra.
- Ajo: propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticoagulantes.
- Cebolla: baja en potasio, rica en antioxidantes, particularmente quercetina, que tiene propiedades antihistamínicas naturales.
- Manzanas: ricas en fibra, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. El vinagre de sidra de manzana orgánico crudo es útil para la prevención de cálculos renales.
- Bayas como arándanos, frambuesas, fresas y cerezas, ricas en antioxidantes y fitoquímicos.
- Uvas rojas y moradas: ricas en antioxidantes y en resveratrol.
- Sandía: rica en agua, con propiedades diuréticas, lo que le permite producir más orina para eliminar las toxinas.
- Jugo de limón: ayuda a reducir la formación de cálculos renales.
- Semillas de calabaza: ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales, especialmente magnesio, que ayuda a reducir el riesgo de cálculos renales.
- Col rizada: baja en potasio, una buena fuente de vitaminas A y C.
- Batatas: ricas en betacaroteno, vitaminas A, B6 y C y una buena fuente de fibra y potasio.
Limpiadores de riñones a base de hierbas
Son varias las hierbas que tienen propiedades para limpiar los riñones y que incluyen:
- Jengibre: purifica la sangre y los riñones de toxinas.
- Cúrcuma: tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias que ayudan a prevenir y tratar infecciones e inflamaciones renales.
- Diente de león: un diurético natural que ayuda a fortalecer los riñones y aliviar los problemas del tracto urinario.
- Ortiga: diurético natural que ayuda a purificar la sangre y a tratar la infección del tracto urinario. También tiene un alto contenido de hierro, beneficioso para la formación de sangre. Pero se debe evitar su se tiene el hierro alto.
- Raíz de malvavisco: diurético natural que ayuda a tratar infecciones del tracto urinario, cálculos renales e infecciones de la vejiga.
- Enebro: mejora la función renal y a tratar las infecciones del tracto urinario y los cálculos renales y vesicales (contraindicación: evite la baya de enebro si tiene una infección renal o está embarazada. Tampoco lo tome de forma continua más de cuatro semanas.
- Raíz de milenrama: un diurético natural con propiedades antisépticas y antiinflamatorias, útil para las infecciones del tracto urinario.
- Trébol rojo: diurético que estimula la eliminación de desechos de los riñones.
- Chanca piedra: en América del Sur se utiliza para romper los cálculos renales.
- Raíz de hortensia: remedio nativo americano para los cálculos renales.
- Raíz de uva ursi: ayuda a tratar problemas urinarios y de la vejiga.
- Raíz de grava: remedio indio para la salud de las vías urinarias y los riñones.
- Raíz de vara de oro: remedio nativo americano usado para apoyar la salud del tracto urinario y los riñones.