Las autoridades del Banco Central Europeo (BCE) temen que el crecimiento económico de la zona euro sea incluso más débil de lo previsto, lo que erosiona la confianza en la recuperación de la actividad en el segundo semestre del año, indicaron el jueves las actas de la reunión de política monetaria del 10 abril.
Working paper: Cross-border effects of prudential regulation – Evidence from the euro area https://t.co/OC29sbR8B8
— European Central Bank (@ecb) May 23, 2019
En vista de que el crecimiento ha sido inesperadamente débil en los últimos meses, el BCE ve más posibilidades de ofrecer un mayor apoyo a la economía, aunque argumentó que necesita hacer más evaluaciones para determinar si la rápida pérdida de impulso será persistente o temporal.
Se espera un estimulo por parte del BCE
Aun así, es muy posible que el ente tome acciones en junio. Los economistas esperan que el BCE estimule el crecimiento ofreciendo a los bancos términos generosos en sus próximas concesiones de préstamos ultra baratos, a fin de garantizar un flujo de créditos que alienten la actividad.
«Se reconoció que ciertos datos resultaron más débiles de lo anticipado», indicaron las actas de la reunión de abril. «De alguna manera había menos confianza en el escenario base (de crecimiento) y el rango de otros posibles resultados se ha ampliado», sostuvo el BCE.
Account of the monetary policy meeting of the Governing Council of the ECB on 9-10 April 2019 https://t.co/t9YziH6YTW
— European Central Bank (@ecb) May 23, 2019
Los funcionarios del BCE dijeron que los términos de nuevos créditos bancarios, también llamados TLTROs, se decidirían en las próximas reuniones de la junta de gobierno, pero las actas ofrecieron pocos detalles sobre sus reflexiones preliminares.
Nuevas inyecciones de liquidez
Los denominados TLTROs consisten en nuevas inyecciones de liquidez a la banca. De esta manera, el BCE recoge los planes de detallar en sus próximas reuniones el lanzamiento de esta nueva política
Por otra parte, el BCE tiene una postura mucho más prudente sobre otra alternativa barajada por los mercados, la de revisar la facilidad de depósito.
El interés que cobra la institución monetaria a los bancos por sus depósitos está fijado desde el año 2016 en el -0,40%, un porcentaje que hace mella en las cuentas de la banca, presionada a su vez por las políticas de ‘tipos cero’.
Además, las actas del BCE también recogen la conveniencia de analizar si deberían mitigar los efectos colaterales de la facilidad de depósito. Pero sin apenas margen para relanzar el debate sobre posibles cambios, recalca que las tasas negativas en la facilidad de depósito «todavía están contribuyendo» ha aumentar la actividad crediticia.
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