La asociación de bares y restaurantes de Bélgica pide a los clientes que los ayuden, que los ayuden a no quebrar. Que se tomen una cerveza y paguen por dos.
Esta vez, como se verá, la promoción es distinta. En lugar de «happy hour», en que sirven dos tragos por el precio de uno, con la campaña Helpy Hour, la «hora de la ayuda, se pagan dos y se consume uno. Es solidaridad. Una manera de que los clientes ayuden a los bares y restaurantes a sortear la crisis económica por la COVID-19. La campaña que invita a “devolver el favor”.
La Federación de Cafés de Bélgica (FedCAF), promotora de la iniciativa, elaboró un cartel muy particular:
«¿Recuerdas la hora feliz? Paga 1. Ten 2. ¡Qué tipo de gesto! Ahora que los bares en Bélgica están reabriendo es hora de devolver el favor.
Hora de Ayuda: paga 2. Ten 1. Un simple pero poderoso gesto para que tu barra favorita se vuelva a levantar. Apoya tu barra. Ponte helpy«
Diana Delen, presidenta de la FedCAF, explicó el porqué del cambalache The Brussels Times: “Durante años los clientes han sido mimados con la Hora Feliz. Ahora vamos a tratar de hacer lo contrario con la Hora de Ayuda, para ayudar a los cafés a mantener la cabeza por encima del agua».
Una mano lava la otra para no quebrar
Más de dos meses de cuarentena por la COVID-19 tiene consecuencias. Delen calcula que la mitad de los 12.000 locales de los bares y cafés podrían cerrar debido a las fuertes pérdidas económicas. Una situación que acarrearía más desempleo y perjuicios a los proveedores de licores, zumos, leche, bollería, pan, embutidos y todo lo que se le antoja a un cliente cuando desea disfrutar las soledad o la buena compañía.
Los bares y restaurantes podrán reabrir a partir de este lunes, pero en condiciones atípicas. Entre las mesas debe haber una distancia de no menos de 1,5 metros, y a lo sumo 10 personas en cada mesa. Los mesoneros usarán mascarillas y redoblarán las medidas higiénicas, en especial el lavado de manos.
Quizás el número de clientes disminuya en dos tercios, dadas las estrictas medidas de funcionamiento. «Pero estamos seguros de que cada uno hará su esfuerzo. No creo que los belgas se alegren de ver desaparecer sus queridas cantinas y no se atrevan a empinar el codo por simple placer de ayudar”, comentó.
Aclaró que la Helpy Hour es un salvavidas provisional, pero ayudará a evitar una avalancha de quiebras que sí serían definitivas. «Una vez que todo vuelva a la normalidad, volverán las horas felices”, agregó.
Sin embargo, hay diferencia notoria entre la happy hour y la helpy hour. “Mientras la hora feliz comienza y termina cuando el propietario del local lo decide, en la hora de la ayuda será el cliente quién decidirá cuando paga el doble por sus bebidas”, aclaró.
La cerveza en Bélgica, patrimonio cultural inmaterial de la Unesco
La cultura cervecera belga forma parte del patrimonio inmaterial de la humanidad de la Unesco.
En Bélgica se producen unas 1.500 clases de cerveza con métodos de fermentación distintos. Desde la década de los ochenta la cerveza artesanal ha cobrado gran popularidad. Algunas regiones belgas son reputadas por sus variedades específicas. También hay comunidades de monjes trapenses que fabrican cerveza y donan sus ganancias a asociaciones caritativas.
Además, la población la utiliza para cocinar, elaborar quesos lavados con cerveza y acompañar determinados alimentos para darles nuevos sabores, como se hace con el vino.
En 2018 el sector cervecero generó 2.300.000 puestos de trabajo en Europa, 55.000 millones de euros en valor agregado y 44.000 millones de euros en ingresos fiscales. Valdrá la pena pagar dos cervezas y tomarse una.
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