Por CAMBIO 16
Luis Bárcenas dejó el jueves a sus espaldas la cárcel de Soto del Real, donde ha permanecido casi 19 meses. Al salir, el extesorero del PP señaló que su partido «no tenía nada que temer», pero sólo unas horas después ha comenzado a hablar y a arremeter contra su ex partido. Mientras, desde el PP -centrados este fin de semana en su Convención Nacional- se desvinculan de su antiguo compañero de filas.
«Mariano Rajoy conocía la existencia de la contabilidad B del PP desde el principio», ha aseverado Bárcenas, tras salir de su primera comparecencia en la Audiencia, institución que tendrá que volver a visitar lunes, miércoles y viernes, como condición de su libertad. El extesorero ha considerado «absurdo» que desde el partido se le atribuya a él la total responsabilidad de las cuentas, «porque si fuera así no se habría usado dinero de ahí para pagar las obras de la sede de Génova».
«Rajoy tuvo conocimiento de los sobresueldos porque cuando se incorporó a un puesto de responsabilidad del partido -secretario del área de Acción Electoral en 1990- empezó a a recibir dinero de la caja B y había una jerarquía y las cantidades se percibían en función de la jerarquía», explica Bárcenas, «cuando él asume ese puesto lógicamente el tesorero nacional le hace entrega de la cantidad que estaba estipulada… Así de claro». No obstante, ha admitido que tiene «una parte de responsabilidad» y que esta contabilidad ha sido «una equivocación y una incorrección sin ninguna duda».
«Este señor nos engañó»
Desde el lado de su expartido, el vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, ha reiterado que en el PP «nunca ha habido una caja B» y ha señalado que pecaron de «ingenuos» respecto al extesorero. «Este señor nos engañó, y ahora, no está en el partido».
Por su parte, Soraya Sáenz de Santamaría, no ha querido hacer sendas declaraciones y se ha limitado a comunicar que al Ejecutivo «lo único que le preocupa en un Estado de derecho es que se haga justicia». Para la vicepresidenta «no es cuestión del Gobierno valorar, comentar y menos participar en las acusaciones e imputaciones».
Hasta el momento, el presidente del Gobierno no ha hecho declaraciones sobre las acusaciones de Bárcenas, quien ha insistido que la contabilidad era del partido y no solo suya -como insisten desde el Ejecutivo-. «Si fuese mía, no le pago la obra al PP (la reforma de la sede de la calle Génova), no le entrego a la Fundación Humanismo y Democracia cantidades para sus fines o no me dedico a hacer obras de caridad, me quedo yo con el dinero, pero no me dedico a pagar temas relacionados con el partido».
Bárcenas ha comentado que no piensa reintegrar el dinero que obtuvo supuestamente de manera ilícita y ha aclarado que sólo tiene fondos en Suiza -donde se calcula que llegó a acumular más de 40 millones de euros-, que ganó «con una actividad profesional desde el año 1989». «Que es cuando abrí allí mi primera cuenta», ha añadido.