Barcelona y Madrid empataron sin goles en el Camp Nou por lo que mantienen la tensión y el pulso por el liderato liguero. Fue mejor el Madrid, que se plantó en la casa azulgrana con una gran actuación coral y un dominio más claro que su rival, amparado en Messi, menos determinante que otros días, y en Ter Stegen, siempre salvador.
El partido, marcado desde su aplazamiento por la sentencia del procés, se disputó sin problemas ni incidentes, aunque en las afueras del Camp Nou, en la Travessera de les Corts, ocurrieron varias cargas policiales después de que manifestantes hicieran varias barricadas y contenedores ardieran en fuego. Los asistentes tuvieron que salir por la salida norte del estadio.
Al final del partido, se recomienda que los aficionados que abandonen el Camp Nou lo hagan por la salida norte. Se recomienda evitar la zona de Travessera de les Corts
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) December 18, 2019
Madrid dominador, Barcelona tímido
Y, ya futbolísticamente hablando, la salida del Barcelona es, a estas alturas, casi inexistente. El equipo de Ernesto Valverde se vio arrollado por el Real Madrid, que aprovechó, como se veía venir, las bandas y subió junto para encerrar a los locales en su área. Los azulgrana intentaron resolver la presión alta con salidas directas a Ter Stegen, quien buscó a Suárez en al menos tres ocasiones.
Sin embargo, el plan, previsible por una alineación sin Busquets por decisión técnica, no terminó resultando. El Madrid comenzó a recuperar y le creó bastante problemas a los locales. Las únicas ocasiones que pudo crear el Barça llegaron, como no, gracias a Messi. Siempre buscando asociarse con Alba, el 10 se encontró con espacio para un disparo que despejó Ramos bajo los palos y más tarde dejó al lateral frente al arco pero su remate se fue desviado por poco.
📸⚽👀 ¡Gran primera parte del equipo generando muchas ocasiones!
🥅💪 ¡Seguimos buscando la meta rival!#ElClasico | #HalaMadrid pic.twitter.com/nQsu03qdvs— Real Madrid C.F. (@realmadrid) December 18, 2019
Pero, sin duda, en un Camp Nou el equipo dominador en el primer tiempo fue otro. Con un Isco inspirado y un Casemiro espléndido en la recuperación, el Madrid se instaló en los alrededores del área de Ter Stegen, que como ya es costumbre, volvió a ser el héroe de una primera parte en la que el Madrid tuvo hasta cinco tiros de esquina y dos posibles penaltis sobre Varane, por un golpe de Lenglet y otro por un forcejeo con Rakitic.
La primera ocasión clara la tuvo Casemiro con un cabezazo tras un córner que desvió Piqué en la línea, luego tanto el brasileño como Valverde intentaron hacerle daño a Ter Stegen con dos buenos disparos desde la frontal. De nuevo, los de Zidane pasaron problemas para traducir su dominio en goles por problemas con la finalización.
Un desenlace frío
Pero, como suele suceder, el ritmo no podía durar. El Barcelona, sin encontrar el balón ni quitar el dominio al Madrid, al menos consiguió que el partido se volviera un ida y vuelta. En el minuto 56, cuando salía Semedo y entraba Vidal al campo, las pelotas de playa que había pedido Tsunami Democràtic invadieron el terreno de juego.
La interrupción solo duró unos minutos pero entre más tiempo pasaba el Madrid sin marcar, el partido entraba cada vez más en terreno de Messi pero el argentino perdió dos oportunidades para marcar la diferencia. Primero una internada en la que no pudo rematar por un control que se le fue largo y un tiro libre que dio en la barrera. Y sin la magia habitual del argentino, el partido pudo caer para cualquier lado.
Griezmann y De Jong probaron a Courtois, que respondió, mientras que el Madrid pudo irse con la ventaja si un gol de Bale no hubiera sido anulado por fuera de juego de Mendy en la habilitación. Al final, dio la sensación de que, aunque no hubo ganador, ganó el Madrid, que sale fortalecido del Camp Nou, mientras que el Barça no encuentra soluciones ni esplendor.
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